La mayor parte del territorio nacional no cuenta con servicio de agua potable por lo que familias han optado por colectar agua contaminada para satisfacer algunas de sus necesidades diarias

José Daniel Ramos | @danielj2511 – Ramsés Romero | @rrbfotos
La mayor parte del territorio nacional no cuenta con servicio de agua potable por lo que familias han optado por colectarlo con recipientes de plástico para satisfacer algunas de sus necesidades diarias
El camino es largo. Pedraza debe bajar más de 50 escalones hasta la autopista Francisco Fajardo y posteriormente, llegar al río Guaire, que a pesar de ser un cauce de agua contaminada le ha servido para el consumo en los días oscuros que han marcado al país por más de 90 horas.Detrás de él viene un grupo de personas que se desesperan porque no cuentan con el servicio desde hace dos semanas. Cualquier vehículo para trasladar los envases es válido desde carritos de supermercado que se han encontrado abandonados en depósitos de basura hasta cuerdas que sirvan para atarse los depósitos al cuerpo y poder correr aún más rápido para poder cargar el agua.
“Los niños son los que más están sufriendo esta situación. Yo tengo cinco bebés en mi casa, y solo tengo para darles el agua que he conseguido y almacenado cargando agua en el Guaire. Lavo, cocino lo que puedo en mi casa y vuelvo a bajar para agarrar más agua”, relató Ayanel Orfilia, habitante del barrio San Agustín del Sur.Tener gas es un privilegio. Orfilia afirma que el camión que reparte el servicio solo viene en horas de la madrugada y en caso de que las personas no dispongan efectivo, tienen que esperar hasta el próximo jueves para poder comprar el suministro, por lo que muy pocas personas tienen gas en sus casas para poder hervir el agua para el consumo. Su solución es exponerse a las enfermedades por la necesidad de un sorbo de agua en días.Las declaraciones transcurrieron mientras que varias personas corrían para obtener un puesto en una cola que se transformó es un espacio donde reinó la anarquía. La madres, que se encontraban solas, transportaban los botellones en carritos de juguete para niños, otras no tenían otra opción que tener que llevar el peso del líquido encima de sus hombros mientras sus hijos llevaban pequeños depósitos de agua.
