El Tribunal Supremo Electoral hará saber las reglas del juego para el 20 de octubre. El oficialismo lucha contra el 21-F y la desinstitucionalización. La oposición, contra el desconocimiento y la falta de un programa alternativo





Los retosPara Yerko Ilijic, abogado y politólogo, el mayor reto de Morales es que hace dos o tres años tiene una intención de voto del 30% y una credibilidad de alrededor del 25%. Cree que pasó su tiempo en el que el electorado lo concebía como excepcional. Para Daniel Valverde, director del Observatorio Político Nacional, Evo tendrá que remar contra la corriente del resultado del 21-F y afrontar las críticas contra su gestión en justicia y salud. Franz Flores, doctor en Ciencias Políticas, ve que el presidente puede pagar el desgaste de 14 años de Gobierno y la pérdida de institucionalidad del Estado, amén del irrespeto a la carrera del funcionario público. Como fortalezas le ve el desarrollo económico y la disminución de la desigualdad. Coincide Valverde, que cree que Morales hará campaña con sus logros de gestión, aunque tiene que actualizar su relato.Sobre Mesa, Ilijic asegura que su mayor debilidad es que idealiza demasiado el poder por el poder, además de la necesidad de convencer a la gente que no renunciará ante las grandes contradicciones que se le presentarán si gana las elecciones, porque coexistirá con un masismo aún fuerte. A eso, Valverde le llama la capacidad para resistir tsunamis y coincide con Flores es que tampoco goza de una estructura partidaria que le garantice quedarse con los votos que conquite. Tampoco le ubican un programa alternativo al MAS. ¿Sus fortalezas? Honestidad, conocimiento de la historia y falta de pasado partidario.Sobre Ortiz, Flores no le ve un programa alternativo al MAS y no se irradia más allá del oriente. Ilijic le reclama que sepa cuándo frenar y saber cuál sería su lugar en la historia en un proceso de transición. Valverde, por su lado, cree que representa a un modelo de libre mercado al que el país aún no está dispuesto a volver. Como fortalezas le apuntan la estructura de Demócratas, haber elegido bien a su acompañante de fórmula para que lo acerque al voto occidental y que representa la audacia y la pujanza cruceña. A Paz Zamora lo ven como una figura del pasado que no sabido despertar la izquierda liberal dormida; a Cárdenas como prisionero de un discurso de extrema derecha, sensacionalista que contradice su trayectoria y origen; a Patzi como una persona poco dada a escuchar y que encima le quiere disputar el núcleo de votación al MAS, algo que parece sólido. Virginio Lema, Ruth Nina e Israel Rodríguez comparten la debilidad que son poco conocidos por el electorado y muy difícilmente serán figuras relevantes para la presente elección. Sin embargo, esto recién comienza y faltan casi cinco meses para enderezar el rumbo.

Fuente: eldeber.com.bo
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