El mono Plecturocebus olallae es endémico de Bolivia y es una de las 25 especies de primates más amenazadas del mundo, se estima que solo existen 2.000 ejemplares. Él, junto al Plecturocebus modestus, es conocido como lucachi; ambos viven en un solo lugar del planeta, el municipio de Reyes y otros dos colindantes en el departamento del Beni.Consciente de la importancia de ser la casa de dos especies que fueron descubiertas en 1939 y de las cuales poco o nada se había estudiado hasta principios del siglo XXI, el 25 de junio el municipio de Reyes creó un área protegida municipal que responde a las necesidades de sus pobladores y, al mismo tiempo, salvaguarda especies amenazadas como estos primates, según se ha informado.“Hay dos monos endémicos en Bolivia, dos únicamente, que viven en Reyes. Esta nueva reserva, particularmente ésta, pero también la reserva que está al lado en Santa Rosa, básicamente están asegurando más del 75% del hábitat de ambas especies (…). Ahora la reserva tiene otras especies muy importantes para la vida silvestre, como el delfín de río”, detalla el director del Programa de Conservación Gran Paisaje Madidi-Tambopata de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS), Robert Wallace.
La Ley 197 creó el Área Protegida Municipal Rhukanrhuka con una superficie de 859.451 hectáreas. En ella viven, además, otras dos especies amenazadas, como el delfín de río y la pava mamaco, que conforman una diversidad de al menos mil vertebrados.El nombre Rhukanrhuka es el que se da a los lucachis en la lengua Maropa, pueblo indígena propio de la región. Se trata de una especie de onomatopeya del sonido que ellos emiten muy temprano por las mañanas, un canto que forma parte del paisaje sonoro de Reyes y sus alrededores.La apuesta del municipio es que el área protegida en cuestión se convierta en un atractivo turístico natural sostenible, pero además pretende evitar nuevos asentamientos masivos de personas.Únicos en el planetaEl responsable de investigación de vida silvestre amenazada de la WCS, Jesús Martínez, lleva al menos 12 años estudiando a los dos primates endémicos de Bolivia.“Hemos hecho una investigación en la que trabajamos con genética, es un estudio que nos sugiere que las especies están relacionadas entre sí (…). La evidencia muestra que podrían haber sido la misma población de monos y un evento geológico, en lo que ahora es el río Yacuma, que hizo que queden aislados y se conviertan en especies diferentes”, explica Martínez.Después de observarlos por tanto tiempo, sabe que ambas especies son muy parecidas entre sí, pero que viven en territorios independientes y tienen hábitos particulares.El más amenazado, el p. olallae, tiene en cada pelo de la cola tres colores intercalados, la punta es oscura, el centro es naranja y hacia la raíz vuelve a ser oscura; su cola y cuerpo son rojizos. Esta especie vive en Reyes y una pequeña parte de Santa Rosa de Yacuma.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), este pequeño mono se encuentra en la lista de los 25 primates más amenazados del planeta.Por su parte, el p. modestus tiene un patrón de más de tres colores intercalados en la cola, a diferencia de su vecino; su cola y cuerpo son más grises. Esta especie vive en Reyes y su territorio se extiende en menos medida hacia San Borja, su población estimada es de 20.000 individuos, según destaca Martínez. Alimentación en la escasez Ambas especies son monógamas y frugívoras, pesan aproximadamente 800 gramos y miden 75 centímetros, incluyendo el largo de la cola.Ambas especies se alimentan de frutas. No obstante, tienen una estrategia diferente para sobrevivir a la escasez de alimento durante la época seca.Cuando le falta alimento, el p. olallae se alimenta de hojas y flores. Mientras que el p. modestus come insectos.
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Preservar la faunaAntes del trabajo en las comunidades, los habitantes de la región conocían a ambas especies como lucachi, como si se tratara de una sola.El trabajo por la educación de los comunarios para la conservación de estos primates inició el 2010 y estuvo a cargo de las biólogas Pamela Carvajal, Cecilia Flores y Zulia Pórcel. La labor ha dado sus frutos, hoy sus habitantes y particularmente los niños saben lo importante que es cuidar a estas especies únicas en el mundo.La población e incluso los ganaderos se enamoraron de tener especies tan “especiales”; hoy para ellos la fauna es un patrimonio para sentir orgullo.Municipio convertido en reservaDe acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda 2012, el municipio de Reyes tenía una población de 13.246 habitantes, con una tasa de crecimiento anual promedio de 1,60%, por lo que se estima que la población actual sobrepasa los 14.500 habitantes, informó la WCS.La nueva área protegida ocupa el 85% del territorio del municipio de Reyes que tiene 10.111 kilómetros cuadrados.La mitad del territorio del área protegida municipal, que está principalmente conformado por tierras fiscales, ha sido categorizado como parque. En ella se busca prioritariamente la protección de áreas silvestres, de las especies de la selva tropical y de los pastizales naturales.El resto del territorio ha sido categorizado como Área Natural de Manejo Integrado (ANMI), debido a una mayor presencia de comunidades, indígenas y campesinas, y de estancias ganaderas privadas. En buena parte, el área protegida incluye la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Tacana 3.Además de los tacana, esa parte de la reserva es habitada por los pueblos indígenas ese ejja y, en mayor medida, por los maropa.Son 12 comunidades maropa que están en un proceso de recuperación de su lengua y de su cultura, algo que se busca fortalecer con la nueva declaratoria.“Ahora estamos trabajando en la etapa de elaboración del plan de manejo del área protegida, realizando talleres en cada una de las comunidades para tener un plan de manejo óptimo con un plan de protección, un programa de monitoreo, una estrategia financiera y de turismo, y un diseño administrativo”, argumenta el subdirector del Programa Madidi de la WCS, Óscar Loayza.La declaración del área protegida es el resultado de la visión de conservación del municipio de Reyes, el apoyo técnico proporcionado por la WCS y el apoyo financiero otorgado por Rainforest Trust y los esposos Harvey y Heidi Bookman.La ley pretende resguardar a la fauna de las pampas del Beni, conservar los bosques, praderas naturales y recursos hidrobiológicos propios de la región, además de la cultura propia de la región y los yacimientos arqueológicos. Por sus acciones y si todo se hace correctamente, Reyes podría convertirse en el guardián que salvará a dos lucachis únicos en el planeta.Destino Rurrenabaque: Madidi-PampasEl Destino Turístico Rurrenabaque: Madidi-Pampas comprende cinco municipios: Ixiamas, San Buenaventura, Rurrenabaque, Reyes y Santa Rosa.Ahora el área protegida de Rhukanrhuka forma parte de este destino, que tiene como objetivo generar una oferta turística complementaria.“Lo que ha pasado en la zona es que todos quieren ofrecer más o menos lo mismo, se ofrecen paquetes a la selva o pampa y usualmente la competencia se centra en quién ofrece más por menos (dinero) o quien cobra más barato. Con este destino, la idea es buscar nuevas opciones de desarrollo del turismo”, indica el subdirector del Programa Madidi de la WCS, Óscar Loayza.Con el desarrollo enfocado en la diversificación, se prevé que cada municipio ofrezca cosas diferentes y aproveche sus potencialidades según la región.