Incendios en la Chiquitanía de Santa Cruz, Bolivia
En San Rafael, el alcalde Julio Alvis cedió el sábado el mando del comando municipal a un representante del Ejército en un intento de armar una estructura unificada; sin embargo, a decir de Alvis, se ha visto que el nuevo mando no tiene autonomía en la toma de decisiones ni apoyo logístico, por lo que la Alcaldía y la institucionalidad rafaeleña siguen sosteniendo las operaciones.“Se quedó que el comando unificado (con base en Santa Cruz) iba a canalizar el apoyo para un trabajo más efectivo, pero eso no se ha visto”, expresó el alcalde, al agregar que, si bien llegan efectivos policiales y militares a apoyar en las tareas de mitigación, algunos no tienen la experticia necesaria y suman gastos en alimentación y combustibles porque llegan sin el soporte necesario.Alvis precisó que la Alcaldía dispuso de Bs 10.000 para atender la emergencia y esos recursos ya se han agotado, al igual que los Bs 40.000 que se reunieron del aporte de instituciones y particulares. “Si algo hay que destacar es que la institucionalidad rafaleña está fortalecida y todos estamos empujando el carro hacia un solo objetivo, que es atender la emergencia”, dijo el alcalde.En ese municipio se precisa de agua, maquinaria y camiones cisterna, pues la situación es bastante crítica, al grado que Alvis tuvo que llegar hasta la ciudad capital para pedir más apoyo.
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Desde Roboré, el secretario general de la Alcaldía, Carlos Ragone, dijo que también esperan que empiece a operar un comando unificado municipal. Allí funcionan dos comandos, uno militar y otro de la Alcaldía y la Gobernación.El secretario del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), Enrique Bruno, manifestó que hay la intención de armar un comando unificado y que se aguarda que el Gobierno habilite un área en Viru Viru.
Aprietos económicos
El alcalde de San José, Germaín Caballero, pidió la asignación de un soporte “presupuestario de excepción”, toda vez que el desastre ha superado cualquier previsión económica. Dicha comuna dispuso de Bs 50.000 para emergencias, pero ya se han gastado Bs 200.000. Además, hay otros Bs 200.000 comprometidos por alquiler de aviones, dron y otros gastos, precisó Caballero.A su vez, el alcalde de San Ignacio, Moisés Salces, manifestó que el hueco financiero que ha dejado el desastre está obligando a postegar proyectos e, incluso, unos 70 funcionarios pueden quedar sin contratos, pues los recursos no alcanzarán ni para cubrir salarios.
EL DEBER / Deisy Ortiz D.