«Creer que los aymaras somos la reserva moral y valemos más es discriminación»

El exvicepresidente de Bolivia dice que si gana las elecciones, eliminará el grito “Patria o muerte” de las FFAA. No cree en el TSE y sospecha que el MAS suspenderá los comicios.

 

Víctor Hugo Cárdenas está nuevamente en la carrera electoral. Esta vez quiere ocupar el sillón presidencial de Bolivia. Salió de las plataformas ciudadanas que enarbolaron el 21F y  montó  su candidatura en la sigla de Unidad Cívica Nacional (UCS). Con propuestas como armar a las mujeres para prevenir los feminicidios, industrializar el cannabis, fortalecer la familia desde el Estado y plantear que la “crisis familiar es una de las causas que crea personalidades con diversas dificultades” intentó posicionarse en la preferencia electoral, pero aún no lo logra, según las encuestas.En el último estudio de preferencia electoral de Página Siete,   el recién presentado candidato del PDC, Chi Hyun Chung, se ubica en cuarto lugar con un discurso parecido al de Cárdenas, dejándolo atrás.“No confío mucho en las encuestas que se están difundiendo. No es ningún secreto que están utilizando esos datos como armas de la pugna electoral; es comprensible que lo hagan, pero no es justificable. Eso se debe a que en Bolivia no existe una legislación precisa”, dice el político de origen aymara.Entre 1993 y 1997 fue vicepresidente del primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Llegó a ese cargo tras un acuerdo  del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)  y el   Movimiento Revolucionario Túpac Katari de Liberación (Mrtkl).Asegura que ese acuerdo tuvo una base programática que permitió que el Katarismo llevara su plan de gobierno al Palacio Quemado, donde después “se llamaría Ley  Participación Popular,  Ley contra la Violencia Intrafamiliar,   Reforma Educativa bilingüe, Ley INRA, la modernización del Poder Legislativo y otras medidas”.Fue el primer vicepresidente indígena de Bolivia, acompañando a un candidato que hablaba como gringo, ¿no se sintió utilizado por su origen aymara?, se le pregunta. “No”, responde contundente el intelectual que nació en Viac   ha, en 1951.



Asegura que es el gobierno de Evo Morales el que utiliza a los indígenas, sobre todo a los aymaras, “con lo que le hizo mucho daño a Bolivia”. “Creer que los indígenas, y dentro de ellos los aymaras, somos la reserva moral de la humanidad y valemos más en Bolivia es un acto de discriminación”, asegura.Cárdenas fue diputado por el Mrtkl entre 1985-1989, durante el último gobierno de Víctor Paz Estenssoro,  y  en 1989 se lanzó como candidato a la Presidencia. “No nos fue bien, pero logramos dos escaños, que nos fueron arrebatados y, junto a Roger Cortez, que corrió igual suerte,  declaramos una huelga de hambre que mantuvimos durante  20 días”, recuerda.Relaciona esos tiempos políticos con los que hoy vive Bolivia. “La ‘banda de los cuatro’ (como se apodó  al Tribunal Electoral de entonces) era tan delincuencial, tan mal vista que los partidos políticos de entonces se comprometieron a renovarla y nosotros levantamos la huelga”, cuenta.Como entonces, hoy tiene gran desconfianza sobre el actual Órgano Electoral. “Si este Tribunal se mantiene, los candidatos tendremos los votos que se le antoje, por orden la plaza Murillo. En estas condiciones, ¿vale la pena hacer elecciones?”,  sostiene.Va más allá y sospecha que el Gobierno puede patear el tablero y postergar o cancelar los comicios del 20 de octubre.“El Gobierno que quiere quedarse, en cuanto vea en riesgo la posibilidad del gigantesco fraude que está armando inventará cualquier pretexto para postergar o cancelar las elecciones”, afirma.Sin embargo, Víctor Hugo Cárdenas está en campaña, y asegura que está listo, ahora para  tomar el timón de Bolivia como Presidente. Si logra ese objetivo, dice  que su primera medida será terminar con el grito “Patria o muerte” que el presidente Evo Morales hace repetir a los miembros de las Fuerzas Armadas.

Si gana las elecciones, ¿cuál será su primera medida?No permitir más el grito “Patria o muerte” de las Fuerzas Armadas.Las encuestas no hablan de la posibilidad de que llegue a la Presidencia. El candidato del PDC, Chi Hyun Chung, con un discurso similar al suyo llegó al cuarto lugar En Bolivia, una de las encuestas hechas por la Universidad Mayor San Andrés y Jubileo da una diferencia de seis puntos entre el primero y segundo; Encuestas y Estudios de Página Siete da siete puntos; mientras que Vía Ciencia dio 22 puntos. Aquí hay gato encerrado. No niego las encuestas, porque son un instrumento científico cuando se la realiza bien, pero tengo derecho a  dudar, no sólo de su validez y del  secretismo con que se maneja esa información. Sobre los otros candidatos no comentamos porque significaría perder nuestra estrategia.Alianzas, ¿está dispuesto a realizarlas después de las elecciones?Si me da hoja de coca de los Yungas lo puedo ver. Primero veremos si se realizan  o no las elecciones, tengo mis serias dudas.¿Qué señales le hacen pensar que las elecciones pueden ser suspendidas?Hay dos tipos de elecciones: las democráticas, que sirven para cambiar gobiernos, y las que  en países autoritarios sirven para hacer un show electoral, y ratificar decisiones previas, estoy pensando en Cuba y otros países autoritarios, y de ese tipo es la elección que se realizará en Bolivia.  No es una elección legal porque se infringió el Artículo 168 de la Constitución (sobre la reelección), no es una votación libre porque el Gobierno chantajea con obras y hace cohecho electoral. Tampoco es competitiva porque mientras el Gobierno utiliza recursos del Estado, los otros no pueden hacerlo, aunque los que tienen acceso a gobernaciones y municipalidades, lo hacen.

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Un gobierno elegido en estas circunstancias tendrá cero de legitimidad, sea Evo Morales u otro. Por eso desde el año pasado luchamos para lograr el cambio del Tribunal Supremo Electoral.

Entonces, ¿por qué se presentó a las elecciones?Batallando en el 21F vimos que la siguiente pelea era la electoral, tenemos un pie en el 21F, luchando contra el Tribunal Electoral, y el otro en la lucha electoral. Si renunciáramos a la lucha electoral, Evo Morales hubiese hecho con Bolivia lo que hizo Maduro en Venezuela: enjuiciar, perseguir, asesinar a sus opositores para imponer a su candidato opositor. Eso no se puede permitir. No somos ingenuos y no pactamos con el Gobierno, como lo hicieron los otros candidatos, los que volvieron de La Haya.¿Las elecciones no fueron la muerte del 21F?No, son el traslado de escenario. 21F quiere decir actores sociales, las elecciones actores políticos, y no son escenarios antagónicos, sino complementarios. Me divirtió mucho que las personas que criticaron el 21F ahora son sus adoradores. Es una gran hipocresía por eso se prestan a los juegos de Evo Morales.El proyecto del MAS puso al aymara por encima de los demás pueblos indígenas, ¿qué consecuencias le trajo eso al país?Yo creo que en general hizo mucho mal, porque no se trata de una concepción democrática, sino una concepción de fundamentalismo étnico. Creer que los indígenas, y dentro de ellos los aymaras, somos la reserva moral de la humanidad y valemos más en Bolivia es un acto de discriminación, una concepción, insisto, de fundamentalismo étnico. Eso embarró la causa indígena, que ahora está asociada a la corrupción.En sus libros, Fausto Reinaga predicó ese pensamiento y hay muchos de sus seguidores, entre ellos Álvaro García  y Evo Morales, que repiten esa visión, que es totalmente anticientífica y nada política. El indígena es tan bueno o malo como cualquier otro ser humano. Cuando la Constitución, en vez de ser construida bajo una concepción de  ciudadanía política (en la que todos tenemos los mismos derechos y obligaciones),  basó su redacción en una ciudadanía étnica en la que indígenas que viven en el campo valen más que los indígenas que viven en la ciudad y los que no tienen nada de indígena valen menos. ¡Eso no se hace!

¿Los incendios en la Chiquitania?Son una tragedia nacional producto de la irresponsabilidad e interés electoral del actual Gobierno. Lo hizo en Cobija, Pando, cuando el Gobierno, encabezado por el ministro Juan Ramón Quintana, trasladó gente a  Santa Rosa para incrementar el número de electores. Este gobierno y sus dirigentes incendiaron el Chapare para poblarlo de coca y ahora incendia la Chiquitania para apoderarse de esa región y tener más electores.  Es una actitud delincuencial y criminal. También se ve una actitud del gobierno venganza con Santa Cruz, como se vengó de Sucre. Tarde o temprano todo esto tiene que merecer un juicio de responsabilidades y juicios penales.Pero todo eso debe estar a cargo de una comisión imparcial, no confío en el actual Órgano Judicial. La política oficial del Gobierno apunta a liquidar no sólo la Chiquitania, sino también otras regiones. Están destruyendo tierras comunitarias de origen, áreas protegidas y parques nacionales, en una parte para expandir la frontera de la coca y en otras para tener más electores.Desde  Viacha al roce con la crema intelectual del mundoVíctor Hugo Cárdenas tiene 68 años y es reconocido a nivel nacional e internacional  por su alta formación intelectual. Un aymara con dos profesiones (Educación y Letras), un doctorado en educación  y un sin número de especializaciones, sobre todo en gestión pública, marketing políticos y otros. Nació en Viacha y es hijo de un maestro rural interino que luego se convirtió en topógrafo. “Desde niño mi padre me impulsaba a estudiar, pero no sólo en castellano, sino también en aymara”, cuenta.Pero para Pedro Cárdenas no era suficiente que su hijo tuviera una educación bilingüe con los dos primeros idiomas de Bolivia, sino que aspiraba a  oírlo   expresarse en inglés y otros idiomas. La condición económica que le daba su oficio de maestro no le permitía ofrecerle  a su hijo ingresar a un instituto, así que lo ponía a escuchar radios que transmitían en inglés, como la Voz de América y Nerderland.

Víctor Hugo Cárdenas  y su esposa Lidia Catari, durante una visita oficial.Foto:Archivo digital

“Si en el colegio o la universidad me daban dos libros para leer, él me daba dos más. Hacía todo lo posible para conseguir los textos”, recuerda uno de los fundadores del Katarismo en Bolivia y de la Csutcb.Pedro siempre  fue una inspiración para su hijo, más porque para superarse y lograr una profesión  tuvo que renunciar a su apellido: Choquehuanca. “Mi papá fue el primer bachiller de su pueblo y quería ingresar a un instituto, pero no se lo permitían por su apellido (Choquehuanca), así que tuvo que cambiárselo y tomar el de las personas que los alojaban: Cárdenas. Mi hermano nació con ese apellido y yo también”, relata el primer vicepresidente indígena de Bolivia.

Víctor Hugo intentó recuperar su apellido, pero no lo pudo lograr a pesar de un largo trámite que llevó adelante. “Las normas bolivianas no permiten recuperar el apellido al que se renuncia”, explica.

Esta experiencia de vida de su padre no le dejó a Víctor Hugo ningún sentimiento de resentimiento, menos de inferioridad ante las decenas de personalidades extranjeras con las que trabajó directamente en los distintos cargos que ocupó en organismos internacionales.“Lo que más me enriqueció fue haberme codeado y trabajado con personalidades como Fernando Henrique Cardoso, Enrique Iglesias, del BID”, afirma.   “Jacques  Chirac, recientemente fallecido, fue íntimo amigo mío, y otras personalidades que me ayudaron mucho. También están Mario Benedetti, Fernando de Soto”, añade.Además de su deseo de superación,  Víctor Hugo Cárdenas tiene, su esposa Lidia Catari, a quien considera su “ancla”. Lidia tampoco lo dejará sólo en esta nueva lid política. Ya estuvo a su lado durante su paso por la Vicepresidencia de Bolivia.  En esta campaña apareció en un spot desafiando a un debate a las esposas de los candidatos a la Presidencia.Página Siete / Ivone Juárez /  La Paz