Carlos Gill aclara que solo tiene 5 ‘operaciones’ en Bolivia


El empresario aseguró que sus operaciones en el país se enmarcan en la legalidad y que, en todos los casos, fueron concretadas entre privados. Negó un presunto trato preferencial durante la anterior gestión gubernamental del expresidente Evo Morales.

El empresario Carlos Gill en entrevista con Carlos Valverde. Foto: Captura de pantalla
El empresario Carlos Gill en entrevista con Carlos Valverde. Foto: Captura de pantalla
  

El empresario Carlos Gill salió al frente para aclarar las que llamó “leyendas” sobre su actividad económica en Bolivia. Reveló que solo tiene “operaciones” en el periódico La Razón y las ferroviarias Oriental y Andina, además de dos “proyectos” vinculados a la empresa Mi Teleférico y a la dotación de radares. Aseguró que en todos los casos los contratos son entre privados, en ningún caso con el Estado.

Lo hizo durante una entrevista con el periodista Carlos Valverde, en Santa Cruz, donde negó tener algún tipo de participación en la televisora ATB, la empresa Gravetal o el banco Prodem, tal como denunciaron recientemente un par de legisladores.



Descartó asimismo algun tipo de vinculación con el gobierno del expresidente Evo Morales o con algunas de las autoridades de esa administración y aseguró que su presencia en Bolivia sólo estuvo y está motivada por los negocios. “Yo creo que si tuviera la influencia política tendría más que una mano (mostró los cinco dedos) en proyectos”, aseveró.

Dijo que quedó sorprendido por las «leyendas» que recientemente se han construido en el pais con base en información falsa sobre presuntas empresas que serían de su propiedad, cuando solo tiene acciones, en diferentes porcentajes, en las ferroviarias y La Razón. “Me han creado y me ponen cantidad de activos que no tengo y nunca he tenido”, afirmó.

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Por ejemplo, sobre la ferroviaria Oriental, precisó que solo tiene el 22% de las acciones, ya que el restante 50% está en manos de otros privados y de las Administradoras de Fondo de Pensiones que operan en Bolivia. “Tenemos un acuerdo de accionistas con el cual tenemos la Gerencia”, sostuvo y destacó lo hecho hasta el momento con esta empresa en materia de logística para los exportadores.

“En Andina yo tengo cuatro años, era de la familia Luksic (chilena), vuelvo a repetir que es una operación entre privados”, complementó.

Sobre La Razón, explicó que también se trató de un negocio entre privados, en este caso con un grupo español, donde su interés surgió a raiz de los bienes inmobiliarios que tiene la empresa. “La razón por la cual compré La Razón eran los inmuebles”, precisó.

Dijo además que, desde que concretó este negocio, nunca se metió en asuntos periodísticos y, por el contrario, mantuvo «la genética» con que nació este medio de comunicación.

Respecto a una presunta preferencia gubernamental en el paquete publicitario durante la gestión de Morales, explicó que entre 2016 y lo que va del año la publicidad gubernamental se movió entre el 12% y el 16%.

Espere…

Reconoció que Marcelo Hurtado, quien tiene relación con ATB, es representante del 0,02238% de acciones de Radiodifusión en La Razón.

El senador Óscar Ortiz denunció el 14 de diciembre la existencia de un conglomerado de empresas vinculadas al anterior gobierno y ue responderían a Gill, entre las que mencionó a ATB, PAT, La Razón, Gravetal y ProVida.

Gill reiteró que sus vínculos empresariales no pasan de cinco, y en distintos grados, e informó que intentó entrevistarse con Ortiz “de todas las maneras posibles”, sin haber logrado resultados. “Aquí estoy y daré la cara”, aseveró.

“Proyectos”

Sobre el Teleférico en La Paz, aclaró que es el representante de Doppelmayr en Bolivia, pero no dueño, y reconoció que hizo los acercamientos para la concreción de un proyecto de transporte. “Pedí la representación porque vi lo que podría ser el futuro de ese proyecto. Yo le propongo el teleférico a Bolivia. Traigo a la empresa, hicimos una presentación completa de lo que se podía hacer”.

Luego explicó que su empresa, Terravías, participa con el 30% de acciones, en un consorcio con la Cotiene, para hacerse de las obras civiles del teleférico. Dijo que no tiene ninguna otra participación.

Respecto a la compra de radares, a la que también se lo vinculó, sostuvo: “El papel nuestro es que formo parte de un consorcio donde hay una compañía paraguaya y boliviana, la empresa paraguaya es experta en instalaciones de antes y toda esas cosas (…) En la parte civil, del total del monto de radares, la parte que nosotros estamos ejecutando no llega a ser el 12% del total del contrato, a lo mejor me confundo, puede ser 14% o 10%”.

Relación

Gill descartó que haya tenido algún nivel de influencia política en la administración de Morales y dijo que una prueba de ello es que solo tiene cinco operaciones que fueron concretadas en apego estricto a las normas y la transparencia, además de entre privados, sin contacto con autoridades de Gobierno.

“Lo conocía a Evo Morales, en todos los países, no solo en este cuando llego. Y más en este que invertí en ferrocarriles, que hace buena parte de la logística del Estado y del país, no solamente al Estado le interesa lo que sucede dentro del Estado, le inetresa toda la economía del país, si el tren maneja más o menos el 35% del PIB del país, por supuesto que cuando hace uno ese tipo de inversiones tiene que ir a la Presidencia. No tengo ninguna relación con Morales, con Álvaro García Linera sí tuve mucha más relación porque García Linera era el operador, era el gerente del país”, sostuvo.

No descartó una reunión con la presidenta Jeanine Áñez. “Estoy buscando, lo voy a hacer, estoy en esa gestión”, señaló.

Acciones

Gill anunció que está manejando como alternativa, frente a las acusaciones sin fundamento en su contra, acudir a los acuerdos bilaterales de protección de inversiones entre Bolivia y Paraguay, ya que tiene la nacionalidad paraguaya.

Dijo en la entrevista que acudirá a la legación paraguaya para que actúe en su caso, pero además mencionó que acudirá a la Cancillería boliviana para hacer conocer su situación y la necesidad de que se respeten sus inversiones, en el marco de la ley de protección de inversiones.

La Razón Digital / Carlos Corz / Baldwin Montero / La Paz