El exjugador de la NBA tenía una familia numerosa junto a su esposa, Vanessa Bryant. Su segunda hija Gianna, que falleció en el accidente, mantenía una estrecha relación con su padre por su apego al baloncesto. Ambos murieron cuando se trasladaban a un entrenamiento.

Gianna, de hecho, había decidido seguir los pasos de su padre en el baloncesto y era una jugadora brillante en el equipo Los Ángeles Lady Mamba, del programa de escuelas de entrenamiento impulsado por Bryant, la Mamba Academy. De hecho, la adolescente se había ganado el apodo de ‘Mambacita’ en honor al ‘mote’ del exbaloncestista durante sus años sobre la cancha, ‘Black Mamba’. Parece que ambos se encontraban trasladándose en el helicóptero precisamente para asistir a un entrenamiento en Thousand Oaks, donde se encuentra la Academia.
Bryant y Vanessa se casaron en el año 2001, aunque se conocieron en 1999 durante el rodaje de un videoclip, cuando ella tenía 18 años. Su relación de pareja había aguantado viento y marea, pese a que en 2012 se separaron temporalmente. «El viaje se hace hermoso al tener a alguien con quien compartirlo», dijo de ella Bryant en el comunicado en el que anunció la reconciliación de ambos, unos meses después de su ruptura. Desde entonces, no volvieron a apartarse el uno del otro.


En ocasión a su aniversario número trece, Vanessa le dedicó las siguientes y emotivas palabras a su esposo a través de Instagram: «Doy las gracias por estar casada con el amor de mi vida y mi mejor amigo. Hemos crecido juntos en estos años y hemos vivido juntos los buenos y los malos momentos. El matrimonio no es perfecto, pero todo es posible gracias a Dios y al amor«.Fuente: TK