Una adivinanza infantil pregunta “¿cómo se hace para esconder un elefante?”. “Se lo pone junto a otros 99 elefantes”. Y en el caso del gobierno del dirigente cocalero, todos los elefantes eran blancos, lo que terminó de encandilar a los bolivianos, que acabaron también curados de espanto. Por eso es que nadie notó, por ejemplo, que en el aeropuerto Viru Viru, el falso socialista aspirante a jeque saudita, se construyó una suite valuada en casi un millón de dólares, con todas las comodidades de un hotel cinco estrellas, incluyendo salas de reuniones y otras veleidades.
El lujoso aposento forma parte del hangar presidencial, réplica de otros que también se edificaron en varios aeropuertos del país. El “descubrimiento” ha sido reciente, pese a que la suite fue armada en 2014 para la cumbre del del G77. El Ministerio de Obras Públicas le ha pedido explicaciones a la empresa Sabsa, institución que duplicó su personal en los últimos años, en gran parte, para atender las demandas del “presidente volador”, cuyo último viaje no tiene fecha de retorno, a no ser para rendir cuentas de semejante abuso contra las arcas del país.
Fuente: https://www.eldia.com.bo
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