Caso Hanalí: seis observaciones que ponen en duda la muerte de Clavijo


Según el abogado de la familia, Eduardo León, los estudios fueron realizados por peritos que no eran especializados en genética. Una experta indicó que hay irregularidades en la forma cómo tomaron las pruebas.

Anahí Cazas / La Paz

La periodista Hanalí Huaycho, víctima de feminicidio. Foto: Archivo

Desde  las contradicciones de los informes científicos  hasta la calidad de los peritos que participaron en el proceso  de investigación son  dos de las  seis  observaciones que ponen en duda la muerte del teniente de la Policía Boliviana  Jorge Clavijo, quien asesinó a su esposa  Hanalí Huaycho. El feminicidio se registró  en febrero del año 2013.



Después  de siete años del crimen,  los seres queridos de  la periodista aún viven  con dudas y solicitan una investigación transparente. La familia de la víctima y el abogado Eduardo León -que llevó este caso desde 2013- se reunieron en  los anteriores días y decidieron  presentarse el jueves ante  la Fiscalía para solicitar la notificación del día y hora para la exhumación del cuerpo que supuestamente pertenecía a  Jorge Clavijo.

León contó que la familia de la  víctima sufrió muchas amenazas  de personeros del anterior gobierno. «Se ha registrado un conjunto de actos de presión   para evitar que la defensa  de la señora Hanalí Huaycho pueda realizar algún tipo de acto pericial», dijo.La víctima era  periodista  y trabajaba en el canal de televisión PAT. El agresor era policía y formó parte del  operativo que se realizó   en el Hotel Las Américas  de la ciudad de  Santa Cruz, donde el  entonces gobierno del presidente Evo Morales informó que  se realizó  la desarticulación de un grupo terrorista.

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El 11 de  febrero del año   2013, Clavijo  asesinó con 15 puñaladas a Huaycho. Luego del crimen, el agresor escapó.  La Policía comenzó un operativo para encontrar al uniformado.

El  4 de marzo de ese año,  la Policía halló en La Asunta, los Yungas,  el  cuerpo de un hombre  colgado de un árbol. El cadáver llevaba  un casco de motociclista y estaba  cerca  del lugar donde días antes (25 de febrero)  fue encontrado el automóvil  de la periodista  en el río Samampaya.

Después de unos días, el Ministerio Público cerró  el caso  y sostuvo que el cadáver  colgado de un árbol en un sector de La Asunta  era del  teniente de la Policía Boliviana.

Desde entonces, la familia de Hanalí vive con la duda y tiene varias  observaciones  al proceso de investigación.

El  13 de febrero de este 2020, el Ministerio Público anunció  que se realizará una auditoría técnica a los informes periciales del año  2013 sobre el caso de la muerte del teniente de la Policía.  El proceso incluye la exhumación del cadáver que fue atribuido  al  uniformado.

«El caso  del cadáver  que fue identificado como el teniente Clavijo ha desatado muchas dudas. Por esa razón,  el Ministerio Público quiere tener la certeza  de  que realmente el informe del IDIF de esa gestión  responde a la realidad del contenido», dijo el fiscal  Juan Lanchipa, en una  conferencia de prensa en  Sucre.

¿Cuáles son las principales dudas? Según el abogado de la familia de Hanalí Huaycho, Eduardo León, reportes de prensa y peritos, hay al menos seis  observaciones que ponen en duda la  muerte de Clavijo.

1 Una de las primeras dudas     fue el estado de putrefacción del cadáver que fue hallado en el sector de La Asunta. De acuerdo con  el abogado de la familia de la víctima, el cuerpo encontrado  en ese sector de los  Yungas «estaba en etapa de descomposición».

«La data de la muerte era  aproximadamente  de tres semanas y nos presentaron el  cuerpo  de una persona que murió  hace al menos tres meses», explicó  León.

Desde el  hallazgo de este   cadáver hasta el cierre del caso, la   familia de la víctima y su defensa   pidieron  la realización de nuevos  estudios  y solicitaron que las muestras sean  valoradas por  especialistas internacionales.

2  La segunda  observación -según  el jurista-   se refiere  a las contradicciones de los informes  científicos. Además -según León- estos estudios no   establecen de forma clara y categórica  que el  cuerpo hallado en La Asunta   pertenece al exteniente.

Según el jurista y una experta, una contrapericia  realizada   a las muestras del ADN del cadáver encontrado en  La Asunta no coincide  con las muestras genéticas de los familiares del expolicía. Este estudio  contradice  al informe entregado  por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).

«El tema científico es lo que más nos llama la atención.  Jamás los informes   han concluido que se trataría del cuerpo de  Jorge Clavijo», indicó.

3  La tercera duda -según la defensa de la familia de Hanalí  y especialistas- es la forma  cómo  se tomaron las muestras.  En una entrevista con la red  Erbol, la experta  Heidy Arteaga Landa, representante del Estudio de Medicina Legal, Ciencias Forenses y Auditoría Médica Arteaga Landa & Asociados, explicó  que   en  un cadáver, con un tiempo avanzado de putrefacción,    se debe tomar  muestras del fémur. Pero en  el caso de Clavijo los  encargados de este proceso  tomaron muestras  contaminadas,  por ejemplo:   piel y uñas.

Arteaga explicó que se realizó un  estudio de contrapericia a pedido de la familia. Esta investigación  -según la especialista- concluyó que el cadáver es anónimo. Indicó que este trabajo no fue tomado en cuenta por el Ministerio Público.

4  La cuarta observación -según un reporte de medios locales-  es la declaración del exteniente administrativo de la Policía  Edwin Segales,  quien  dijo en  abril del año  2016 que  Clavijo estaba con vida y no había muerto, como aseguraron las autoridades de la Policía y del Ministerio Público.

«Hemos tenido información que establece que el señor Clavijo estuvo en Perú y luego en  Venezuela. Ahora nos informaron que vive en Chile», añadió el abogado León.

5 La quinta observación -según  el abogado de la familia- es la calidad de los peritos y el personal que estuvo a cargo de los informes científicos del IDIF. «El supuesto genetista (especialista en genética)    era simplemente un laboratorista. Y el supuesto perito en huellas  no es un  profesional en Bolivia.  Además, todas  las personas que participaron (del informe científico)   no tenían la titulación para establecer genéticamente que se trataba del cuerpo de Jorge Clavijo», dijo.

Por ejemplo, uno de los peritos observados   presentó un informe que estableció que las huellas del cadáver pertenecían al expolicía. «Este especialista no tenía una especialización para este tema»,   indicó.

6 Las muestras dentarias del  cuerpo hallado en los Yungas   no coinciden con    las  últimas fotos del expolicía que  muestran una dentadura completa, según la especialista Heidy Arteaga.

Familia de la periodista: Pedimos esclarecer este proceso oscuro

Martha Hannover, mamá de la periodista Hanalí  Huaycho,  hizo todo, desde comprar pilas y cintas de casete para las audiencias hasta escuchar los reproches de algunas autoridades  del anterior gobierno que insistían en que el cadáver encontrado era del verdugo de su hija.

En una entrevista anterior, doña Martha aseguró que aún sentía  en su corazón que el asesino de su hija está vivo y libre. Incluso contó que  un año después del feminicidio de Hanalí  vio a un hombre parecido a Clavijo cerca de su casa.

El 13 de febrero, la Fiscalía General del Estado anunció que se realizará  una auditoría técnica a los informes periciales de 2013 sobre el caso de la muerte de Clavijo.  El proceso incluye la exhumación del cadáver atribuido a ese uniformado.

Luego del anuncio del Ministerio Público, la familia de Hanalí   dijo que está de acuerdo con la exhumación del supuesto cadáver del feminicida.

«Como familia, nosotros estamos  totalmente de acuerdo que se pueda esclarecer el caso. Es lo que queremos y es lo que se quiere», aseguró a Página Siete  un representante de la familia de Hanalí.

«Pedimos al Gobierno de ahora -directamente a la presidenta Añez que está en ejercicio- que se hagan las cosas  honestas y transparentes, y que se llegue hasta las últimas consecuencias para esclarecer este caso oscuro», sostuvo.

¿Cómo se conocieron?

Hanalí conoció a Jorge Clavijo en una cobertura periodística en la Plaza Murillo. Ella trabajaba como reportera del canal de televisión estatal y él era parte del equipo de seguridad del Palacio de Gobierno. Un día, la joven olvidó su credencial y él se la devolvió a cambio de que aceptara ir a tomar un café.

Cuando Hanalí llevó a Jorge a conocer a su madre, Martha sintió un inmenso dolor en el corazón y una resistencia inexplicable hacia él. «No pues con un policía, vos sabes cómo son los policías, siempre están con problemas  con mujeres», le dijo ese momento. Ahora Martha está segura de que el dolor en el pecho era el presagio de una desgracia. La impotencia hizo que ni siquiera asistiera al matrimonio de su hija, en 2008. «Nunca estuve de acuerdo», dijo en una entrevista anterior.

Recién casada, la periodista se fue a vivir a la casa de los tíos de su esposo en la zona Sur, luego se trasladaron solos a otro barrio  y finalmente se quedaron en la casa de su madre, Martha.

Hanalí nunca se animó a contar a su mamá cómo era la relación con su marido. Martha se enteró, días después del entierro de su hija, que la periodista había presentado 14 denuncias por maltratos y amenazas en contra de Clavijo ante las autoridades policiales.

Hanalí Huaycho, una periodista versátil

Hanalí era una periodista firme y versátil. Tenía habilidad y experiencia en el tratamiento de temas de seguridad, política y sociedad. Se encargaba de cubrir el área de economía del canal de televisión PAT en La Paz. Aceptaba cualquier desafío periodístico. «Cuando empecé a trabajar con ella, hablamos de hacer que los números fríos se transformen en algo más cercano al receptor y con creatividad; Hanalí hizo notas memorables», cuenta Eddy Luis Franco, periodista y exjefe de prensa de PAT.

Realizaba también notas especiales sobre niños y mujeres. Siempre empática, sufría al ver a los niños con cáncer, y cuando cubría casos de violencia contra las mujeres, regresaba molesta y con sabor amargo por la impotencia que sentía ante la injusticia y el abuso.

Todos sus colegas recuerdan a Hanalí tanto por su rol de periodista como por el de mamá. Su hijo era su «compañero» e incluso lo llevaba al canal  en los turnos de trabajo. Como siguiendo un presentimiento,  no dejaba de aconsejar al pequeño que debía ser valiente para enfrentar cualquier obstáculo en la vida. «Le estaba enseñando a ser más fuerte», recuerda Jenny Osinaga.

«¡Qué no hacía por su hijo! Era muy cariñosa con él. Cómo sufriría el momento de irse y dejarlo», recuerda aún entre lágrimas su mamá. Hanalí se esforzaba por darle a su  niño la mejor educación.

«Te necesito mami»

La muerte del padre de Hanalí le dejó un enorme vacío que ella intentó llenar constantemente. Hoy Martha ve con impotencia cómo su nieto repite la misma historia y cuenta que cuando los otros niños del colegio hablan de sus padres, él prefiere cambiar de tema.

En julio de 2018, cumplió 11 años. Es un niño inteligente y hablador, se parece a Hanalí cuando tenía esa edad, destaca la abuela. Es estudioso, independiente, solidario con sus compañeros y saca muy buenas calificaciones en el colegio. Es un hijo ejemplar, como le prometió a su mamá minutos antes de su muerte. Cada fin de año, cerca a Navidad, Hanalí compraba juguetes y dulces para repartir a los niños de escasos recursos. «Hay que dar, hay que ayudar», decía ella y ahora es él quien repite la misma frase.

Después de la tragedia el pequeño no quería salir de su casa, pero ya perdió el miedo. «Ahora que mi nieto está más fuerte, dice: ´quisiera encontrarlo y preguntarle dónde está mi mamá`».

(Fragmento de la crónica Yo soy Hanalí, publicada en el libro Prontuario).

Fuente: paginasiete.bo