Las escuelas empezaron a ponerle ritmo a la ciudad de San Pablo. Es un derroche de colores, música y mucha tradición.
El esplendor de la cultura brasileña se viste de gala cuatro días antes del miércoles de ceniza, cuarenta días antes de la Semana Santa, para sorprender al mundo con una celebración que cada año promete ser majestuosa.A lo largo y ancho del país se puede apreciar esta celebración llena de colores, música y tradiciones culturales, reviviendo los antepasados.Fuente: O Globo