La ahora potencial candidata Patricia Arce enfrenta al menos 19 procesos penales por irregularidades cometidas desde que asumió el cargo en 2015.
María Mena M./ Cochabamba
Fue secuestrada, le cortaron el pelo, le echaron pintura y la obligaron a caminar descalza más de cinco kilómetros, mientras era golpeada, abucheada y zarandeada. La acusaban de financiar y movilizar a los mineros y grupos afines al MAS en los días de conflicto postelectoral. Cuando transcurrió casi tres meses de esa agresión, ninguno de los involucrados fue notificado, pese a que la víctima, la alcaldesa de Vinto Patricia Arce Guzmán, identificó a 10 de sus agresores.
El ataque enalteció la imagen política y social de Arce en el país e internacionalmente. También le sirvió para recobrar la confianza y apoyo de su partido: el Movimiento Al Socialismo (MAS), pese a la cantidad de procesos penales que se suman en su contra.
Desde que asumió el cargo de alcaldesa en 2015 hasta la fecha, Arce enfrenta al menos 19 denuncias. Ninguno tiene sentencia y las investigaciones no avanzan -según los denunciantes- porque el MAS aún tiene influencia y poder dentro de la justicia.
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El ataque y la impunidad
Eran aproximadamente las 16:00 del 6 de noviembre de 2019 cuando un grupo violento de personas irrumpió en la Alcaldía de Vinto y empezó a quemar y destrozar el inmueble. A unos metros, la alcaldesa se encontraba junto a otros funcionarios en la plaza principal. Allí fue secuestrada y agredida, según el relato de testigos.
Después de las elecciones del pasado 20 de octubre todo el país vivía en medio de la convulsión social y la violencia. Los activistas y los miembros de la denominada Resistencia se enfrentaron con militantes del MAS que defendían a Evo Morales y los resultados de los comicios anulados.
Ese día, en el Valle Bajo de Cochabamba, en el puente Huayculi de Quillacollo, se desató una batalla campal entre ambos grupos, donde una persona perdió la vida. La violencia se trasladó hasta el municipio de Vinto.
Visiblemente afectada, Arce hace esfuerzo en reprimir las lágrimas al recordar las agresiones y humillaciones a las que fue sometida. Las secuelas físicas y emocionales están latentes.
«Me habrán podido golpear, cortar el pelo y lastimar; pero mis ideales siguen intactos. Me siento delicada, aún estoy en tratamiento de los riñones, tengo problemas en mis rodillas y asisto a terapia para superar el trauma psicológico», detalló Arce en una entrevista con Página Siete.
Respecto al proceso que inició para dar con sus atacantes dijo: «Lamentablemente hemos visto mucho retraso en la investigación pese a que hemos dado (a la Fiscalía) los nombres de 10 personas que pude identificar. Espero que haya celeridad porque no me parece que en tres meses no haya ningún resultado». Aclarar que los agresores son de Cercado y Quillacollo.
Por la agresión le dieron 14 días de baja, pero no por ello terminó. La Alcaldesa aseguró que uno de sus agresores fue a su domicilio e intimidó a su familia.
«Me da coraje que hasta ahora estén libres. Han cometido actos vandálicos, tienen antecedentes penales. Ojalá el fiscal asignado al caso y los investigadores aceleren el proceso», dijo.
Después del ataque, la imagen pública de Arce fue en ascenso. Hoy es una de las principales invitadas en los congresos y ampliados del MAS. Una vez convocadas las elecciones generales para mayo, su nombre fue pronunciado para que vaya como candidata.
La edil admitió que fue invitada como vicepresidenta, senadora, diputada, gobernadora y a repostular a la alcaldía.
Sin embargo, Arce declinó cualquier propuesta y aseguró que «descansará» de la política una vez que concluya su gestión. «Nunca busqué una candidatura, mi intención no es postularme. Les dije que busquemos otros líderes. Me ofrecieron ir como vicepresidenta y otros cargos. Soy una soldado del proceso de cambio y estoy orgullosa de ser masista, pero no me gustaría volver a participar en la política por un tiempo», destacó.
Arce, 19 procesos y sombras de autoatentado
El pleno del Concejo Municipal de Vinto inició cinco procesos penales contra la alcaldesa Patricia Arce -desde que asumió el cargo- por diferentes delitos. Una denuncia fue presentada directamente ante el Ministerio de Gobierno y Transparencia. Además, al menos 13 procesos fueron abiertos por personas particulares.
Los concejales de las agrupaciones Reto (Renovación Total) y PPS (Proyecto Progresista Social) están convencidos que la agresión a la alcaldesa se trata de un autoatentado, por la serie de circunstancias que sucedieron antes y después de ese día.
«Hay videos donde los funcionarios alimentan y dan transporte a los mineros -en los días de conflicto- en Parotani. La alcaldesa monitoreaba todo. Hemos investigado y hemos comprobado muchas denuncias», dijo un concejal de Reto.
El concejal precisó que el día del ataque, la alcaldesa y todos los funcionarios sabían desde muy temprano que un grupo de choque amenazaba con irrumpir en la alcaldía. Pese a la advertencia, los funcionarios siguieron trabajando, bajo instrucción, pese a que sus vidas estaban en riesgo. Arce tampoco se puso a «buen recaudo».
«Han instruido que nadie salga. Empezaron a quemar la infraestructura y los funcionarios seguían allí porque las puertas estaban bajo candado. Hubo una total desesperación», recordó.
El concejal precisó que luego de dos meses, Arce recién fue a la Fiscalía a brindar declaraciones del hecho. Esto revela, a su parecer, que ella no tenía intenciones de que los responsables sean detenidos e investigados.
Además, añadió el legislador edil, que Arce planificó el autoatentado con la finalidad de reactivar su imagen política que estaba dañada y observada por Evo Morales. Y lo consiguió.
Luego del ataque fue considerada como candidata y la invitaron para que vaya como segunda senadora por Cochabamba. Pero Arce niega las acusaciones.
«Hice una demanda para que estas personas pueden demostrar si fue un autoatentado. Si lo fue, que lo demuestren. No soy una enferma mental para dañar mi integridad física y dañar a mis hijos. Dicen que tiene pruebas, pero hasta la fecha no he sido notificada», afirmó la alcaldesa.
Respecto a los demás procesos en su contra, los concejales denunciantes -que prefirieron guardar sus nombres en reservar- mostraron la documentación de los casos abiertos en la Fiscalía. Indicaron que ninguno prosperó «por la manipulación que ejercía y ejerce el MAS en la justicia».
El primer caso es por los delitos de uso indebido de bienes del Estado y daño económico al Estado. Antes de las elecciones del 20 de octubre se usaron las oficinas de desarrollo humano de la alcaldía para confeccionar banderas del MAS.
Otro proceso data de 2000. En ese entonces, el municipio entregó en comodato a una institución no gubernamental un terreno para la construcción de un hospital con énfasis en pediatría, sin embargo, no cumplió con el contrato. Mientras se realizaba el trámite de transferencia en beneficio del municipio, Arce cedió (en 2018) la administración del hospital a favor de la Policía. El delito en el que incurrió Arce es de contratos lesivos al Estado, detalla la denuncia.
En 2016, la ley municipal 150 delegaba al Concejo autorizar las planimetrías de las construcciones sobre la serranía de Cota (es un área protegida); pero pese a esta disposición la alcaldesa aprobó las planimetrías y cobró por este trámite hasta 240 mil bolivianos que fueron depositados a las cuentas de la alcaldía. Por esa irregularidad, Arce es procesada por resoluciones contrarias e incumplimiento de deberes.
Otro caso fue abierto este año por obstaculización a la labor de fiscalización y retardación de justicia porque a los requerimientos e informes que solicitaba el Concejo Municipal la alcaldesa no remitió. El último proceso es por uso indebido de influencias. El familiar de una funcionaria se adjudicó un contrato de forma irregular.
Funcionarios trabajan con vidrios rotos
Mientras la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, era secuestrada y agredida físicamente, un grupo de choque atacaba las instalaciones de la alcaldía. Quemaron y saquearon todo lo que hallaron a su paso. Las cámaras de vigilancia captaron a los agresores, pero hasta el momento no se aprehendió a ninguno.
Hemos identificado a algunas personas que han atacado la alcaldía, pero estamos esperando las imágenes que ahora están en laboratorio. Todo lo que ha pasado está grabado. Ya se hizo un peritaje de la infraestructura. Solo falta los resultados de la Fiscalía, dijo el secretario administrativo y financiero de la Alcaldía de Vinto, Renán Luján.
La Alcaldía de Vinto, que es de tres plantas, tiene dos ingresos: uno por el lado norte y otro por el sur. La más afectada por el ataque es la entrada principal del lado norte, que está sobre la carretera hacia Oruro y La Paz.
Un cordón de seguridad aún rodea la fachada municipal impidiendo el paso de los funcionarios y de los curiosos. Los vidrios rotos aún están esparcidos por toda la acera; la pintura está visiblemente gastada por el fuego y teñida por el hollín.
En al menos dos oficinas, sobre todo de contabilidad, el personal trabaja expuesto al sol y la lluvia porque los vidrios de las ventanas aún no fueron repuestos.
Luján dijo que la aseguradora La Boliviana aún realiza el avalúo para reponer los daños, pero hasta el momento ya hizo la reposición de la mayoría de los vidrios en casi todas las oficinas.
El secretario administrativo, que estuvo presente ese día de la quema y saqueo del inmueble, dijo que ingresaron a la fuerza y quemaron las oficinas de contabilidad y se llevaron material de escritorio, computadoras y otros equipos. En ese momento todos los funcionarios trabajaban a puertas cerradas, pero tuvieron que huir para resguardar sus vidas.
Un «autoatentado»
El 6 de noviembre de 2019, la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, fue secuestrada y golpeada por un grupo que exigía su renuncia. La agresión fue registrada por medios.
16:00 A esa hora, aproximadamente, sucedió la agresión a las instalaciones de la Alcaldía de Vinto. Por el transcurso de dos horas la alcaldesa fue secuestrada por un grupo de choque violento.
10 personas fueron identificadas, con nombres y domicilios, como los responsables de las agresiones a la alcaldesa. Uno de ellos, de complexión robusta, con polera negra y tes morena, fue identificado como Edson P., alias el Kiko.
5.000 dólares, supuestamente, pagó Arce a Edson P. para movilizar a la gente que la atacó y quemó la alcaldía. Esta persona fue fotografiada, en otra oportunidad, junto al expresidente Evo Morales.
9 concejales conforman el Concejo Municipal de Vinto. Cinco son del MAS, tres de Reto y uno de PPS. Son amedrentados por el grupo de choque Los Gurkas, que aparentemente es financiado por Arce.
20 años tenía Limberth Vásquez, el joven que murió durante los enfrentamientos en la zona de Huayculi el 6 de noviembre de 2019. Ese día hubo más de 90 heridos que fueron traslados a diferentes hospitales de Cochabamba.
20 de diciembre de 2019 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a favor de la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, tras considerar que se encontraba en situación de gravedad.
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