La princesa Haya, esposa del emir de Dubái, comenzó a interesarse por la joven Shamsha y a cuestionar la responsabilidad de su marido. Fue entonces cuando comenzaron las amenazas por parte de éste.
La sentencia del juicio entre la princesa Haya y su exmarido es una bomba de relojería para las relaciones internacionales entre Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos, país en el que el jeque ocupa los cargos de primer ministro y vicepresidente además del de emir de Dubái.
Según la resolución sobre comprobación de hechos publicada ayer, Mohammed bin Rashid al-Maktoum ordenó el secuestro de dos hijas suyas, las princesas Shamsa y Latifa. Una conducta “de una gran seriedad” sobre la que podría concluirse que violó la ley penal y los derechos humanos.
El secuestro en 2000 de la primera de las hijas del emir, Shamsa, plantea además algunos problemas para el antiguo gobierno de Tony Blair, el primer ministro en esa época, ya que según sospecha el juez en su resolución, el ministerio de Asuntos Exteriores británico bloqueó la investigación policial.
Fuente: revistavanityfair.es
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