miércoles, 15 de abril de 2020 · 00:00
Fuente: paginasiete.bo
Marco Mejía / La Paz
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La presidenta del club The Strongest, Inés Quispe, condicionó ayer su permanencia al frente de esa entidad. La dirigente dijo que se marchará si no encuentra comprensión en los jugadores que exigen el pago de la totalidad de su salario del mes de marzo, pese a que los clubes de nuestro país no generan ingresos hace un mes por la cuarenta obligatoria que decretó el gobierno nacional.
Voy a dejar la institución. Ojalá los jugadores puedan ponerse en los zapatos de los dirigentes y sean más sensatos en todas sus exigencias, aseguró Quispe.
Recordó que los clubes en nuestro país son entidades sin fines de lucro y que los presidentes son los que solventan los gastos cuando el dinero no alcanza para cubrir las planillas.
En el caso nuestro, vamos a conversar con nuestros jugadores y luego se determinará mi situación como presidenta del club The Strongest. Tiene que haber flexibilidad de parte de los jugadores y si ellos aceptan los porcentajes que se aprobaron en el Consejo Superior, uno puede seguir batallando hasta que se reinicie el torneo, subrayó.
Quispe fue clara al reiterar que si nota que no hay colaboración en los jugadores atigrados, dejará la institución.
Lo mejor será decir me quedo en casa. Con pena y lástima tendría que dejar la institución; pero tengo que pisar suelo firme para no cometer errores, acotó la presidenta al programa radial el Panamericano Deportivo.
Fútbol en emergencia
La afirmación de la dirigente atigrada fue respaldada por el vicepresidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Robert Blanco, quien sostuvo que la situación de los clubes bolivianos es complicada.
Nuestro fútbol está en emergencia, seis presidentes quieren marcharse a su casa y no quieren ser cómplices en prometer algo que luego no van a poder cumplir, dijo.
Blanco agregó que en el fútbol boliviano, las instituciones se solventan gracias a los aportes de sus presidentes, aunque aclaró que en esta época todos ellos afrontan dificultades en sus emprendimientos privados por la crisis del coronavirus.
Sus empresas particulares tampoco funcionan y ellos (los presidentes de clubes) también tienen familia por la cual velar. Ojalá no se vayan porque es gente que le hace bien a sus instituciones y al fútbol boliviano, concluyó Blanco.
Fuente: paginasiete.bo