LA PAZ |
Decidir quién vive y quién no, o determinar quién accede primero a una unidad de terapia intensiva, son dilemas ante los cuales los médicos bolivianos están a punto de enfrentarse a medida que los casos críticos de la Covid-19 sigan en aumento.
Una de las primeras alertas se encendió cuando se reportaron más de mil contagios y 47 decesos en una misma jornada, algo que causó preocupación dadas las condiciones del sistema de salud, lo que ha criticado el propio Gobierno interino y los colegios médicos.
Acceder a espacios hospitalarios, al uso de respiradores o de unidades de terapia intensiva son una preocupación para familiares de enfermos, al mismo tiempo que pueden estar sujetos a criterios económicos, la edad o enfermedades de base del paciente, algo que no está regulado por un protocolo de bioética en caso de llegar a escenarios complejos.
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Santa Cruz, epicentro de la pandemia
«El protocolo no existe», manifestó este miércoles a Efe el presidente del Colegio Médico de Santa Cruz, Wilfredo Anzoátegui, quien reconoció que «puede que en algún momento» la responsabilidad sobre la vida de pacientes más graves recaiga directamente sobre los médicos.
Santa Cruz, la región más poblada del país con más de tres millones de habitantes, es la más golpeada con 351 decesos de los 846 de todo el país y con 15.442 casos de los 26.389 reportados en Bolivia.
Anzoáteguí advirtió de que «no son suficientes» las más de cien unidades de terapia intensiva habilitados en hospitales de la ciudad, de más de un millón y medio de habitantes, y que además de espacios «faltan recursos humanos» para atender la emergencia sanitaria.
Hace unos días se formaron brigadas médicas que fueron a barrios para detectar casos de la Covid-19 que no fueron reportados al sistema de sanidad y en esa labor «existen altamente sospechosos más de 2 mil casos», en contraste con las 700 camas de recuperación habilitadas, mencionó.
El presidente describió la situación en la Caja Nacional de Salud en Santa Cruz, en la que enfermos con dificultades respiratorias están a la espera de que un espacio de cuidados intensivos se libere, ya sea por el deceso o la recuperación del paciente que lo ocupa.
Criterios bioéticos de atención
Uno de los criterios para la atención de pacientes críticos que se ha visto en países más afectados por la pandemia se basa en la «prioridad a los que pueden tener alguna alternativa de recuperación», explicó a Efe el médico intensivista y docente de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz Óscar Vera.
La posibilidad de recuperación inclina la balanza al contrario de los pacientes «irrecuperables» o que aparte de la Covid-19 presentan otras patologías como la hipertensión o diabetes, indicó.
Vera también señaló que dentro del sistema de sanidad boliviano muchas de estas decisiones recaen sobre los centros de salud y ante un comité médico de ética todavía en formación.
El especialista distinguió entre centros privados, donde muchas veces priman las «condiciones económicas de cada paciente», y los públicos, que al ser gratuitos resuelven la atención «según estados graves o no graves».
«Tendrían que haber ciertos criterios, por lo menos aproximados, para determinar no solamente los criterios de los que están viendo (un caso), sino que deben prevalecer los principios éticos», sentenció.
Tanto como Anzoátegui como Vera coincidieron en la necesidad de que el Ministerio de Salud sea el que emita una normativa.
En las últimas semanas ha causado impacto las condiciones de algunos decesos, algunos en vía pública en ciudades como Cochabamba y otros en puertas de un hospital como en La Paz.
Fuente: lostiempos.com