Pelusa y la estrecha relación con Bolivia


Visitó La Paz y Cochabamba, primero defendiendo la causa de jugar en la altura y luego para abrir la escuela del club Aurora. 

Diego Armando Maradona en su visita a Cochabamba y La Paz. AGENCIAS

Diego Armando Maradona en su visita a Cochabamba y La Paz. AGENCIAS

 

Las palabras de Maradona una tarde de marzo de 2008 en La Paz fueron tan mortíferas como aquel arranque suyo desde media cancha de 1986 que terminó por ser uno de los goles más bellos de los mundiales, pero esta vez para defender la causa boliviana de jugar en la altura cuando muchos lo objetaban.



FIFA había dispuesto que los partidos internacionales en ciudades de más de 2.750 metros de altitud estaban condicionados a una semana de aclimatación para disputarlos y de dos en caso de que los juegos se realicen a más de 3.000, algo que afectaba directamente a La Paz.

Algo que implicaba descartar a La Paz como sede boliviana para los partidos internacionales. “En nombre de todos los argentinos les decimos que no le tenemos miedo a la altura, no le tenemos miedo a la altura”, fue la potencia de la jugada de Maradona que arrancó aplausos de las gradas del estadio Hernando Siles de la Sede de Gobierno.

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Pero el lazo con B olivia llegó mucho antes cuando visitó Cochabamba en 2004 para abrir la escuela de fútbol de Aurora, en la laguna Alalay. En esa oportunidad se colocó la camiseta del Celeste y pidió dignificar el fútbol en Bolivia y el mundo.

En aquella ocasión, el Pelusa también defendió la causa boliviana de tener una salida soberana al mar, mediante el acceso a una costa marítima.

“Sería bueno”, sostuvo en aquella oportunidad.