Hace un mes, los novios decidieron casarse de manera distinta y encargaron su atuendo al diseñador Edwin Velásquez, quien dijo que la iniciativa busca reactivar la cultura.
Yamil Salcedo y Ana Vallejos intercambian las alianzas luego de la ceremonia civil. Foto: Roberto Guzmán
Un corazón, rodeado de un encaje y al centro las iniciales J&A, resaltaba en la espalda del traje del novio. No fue un atuendo usual, sino uno de caporal, blanco entero. Así decidieron casarse Ana Vallejos y Yamil Salcedo, cuya ceremonia fue celebrada la mañana de este sábado en La Paz.
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Aunque muy formal y sin el ritmo boliviano al principio, la notaria Carla Espejo se mostró un poco sorprendida y sonriente al comenzar el acto de casamiento civil. También los invitados, unas 40 personas, en el local de eventos Copacabana, de la zona Villa Copacabana y con la bendición de la santa de los novios, la Virgen de Copacabana.
“Estamos felices de llevar en alto nuestro folklore y nuestra diversidad. Pediríamos a los jóvenes respetar eso y priorizar Bolivia”, dijo a La Razón la novia, que vestía inmaculados sombrero, pollera y blusa, con encajes blancos y detalles dorados.
“Estamos felices y contentos de casarnos con el baile con que nos conocimos, con el que enamoramos, y ahora somos casados”, comentó el novio.
“Estamos cumpliendo el sueño de la Virgencita de Copacabana”, dijo Yamil.
Hace un mes, el diseñador, bordador y confeccionista Edwin Velásquez también se mostró sorprendido por el requerimiento de los novios: trajes de novios en formato caporal. Dijo que, por respeto al solemne acto, decidió confeccionar las prendas en blanco.
Tienen “un poco de encaje, sin muchos bordados, pero con el corte de caporal”, explicó.
Velásquez, invitado a la boda, consideró que un casamiento así resultó “una iniciativa para reactivar el sector de la cultura” del país, afectada en los últimos meses por la cuarentena sanitaria. “Queremos innovar la parte cultural de los matrimonios; que se animen los jóvenes de llevar a cabo un matrimonio civil con algún traje folklórico”.
Al final, luego de las formalidades legales y como era de esperar, Ana y Yamil bailaron el caporal antes de un vals. “Como dice la canción de Ande Sur, bailar caporal es mi vida y mi pasión”, remató la novia.
Fueron padrinos Ángel Gabriel Quisberth y María Eugenia Cusi.