Hola. . .
Me llamaba Vilma Flores Zurita, tenía 27 años y dos hijos, de 2 y 7 años y toda una vida por delante… en realidad, tres vidas por delante. Porque no solo han truncado mi vida, sino la de mis hijos junto a su madre.
El pasado domingo en la mañana salí a hacer unas compras, sin imaginar que sería el último día de mi vida. Sin imaginar la orfandad de mis hijos, su llanto y su dolor.
De repente me di cuenta que mi exmarido me estaba siguiendo y el terror se apoderó de mí. Ya lo había denunciado dos veces por violencia. La última vez fue el 21 de marzo cuando me dio un puñete y agredió a mi madre también. Lo arrestaron por 8 horas y lo dejaron salir.
Afuera del supermercado, con un cuchillo de carnicería que compró momentos antes, y después de tomar 2 sodas esperando que yo saliera, me agarró por detrás, me apuñaló y degolló hasta dejarme sin vida. Se retiró en silencio como si nada hubiera pasado.
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Había gente en el lugar pero al ver lo que estaba pasando, todos huyeron. No los culpo, tal vez yo hubiera hecho lo mismo, más que por cobardía, por instinto de supervivencia.
Hice todo lo que se supone que una mujer debe hacer en estos casos, no fue fácil separarme y denunciar sus abusos, pero lo hice. Intenté buscar la protección de las autoridades que se supone están ahí para eso. Procuré salvar mi vida, fracasé.
Ahora me doy cuenta que estuve muy sola, tan sola como cuando me asesinaron a sangre fría.
Lo mío fue una tragedia que seguramente después del shock inicial, va a pasar a ser parte del paisaje, como los 31 feminicidios que se han dado en el país en lo que va del año. Conmigo ya somos 32 mujeres muertas que eventualmente pasaremos a ser una cifra más en el anonimato al que nos condenan.
Ya nadie puede hacer nada por mí, ya estoy muerta, pero ustedes pueden hacer algo por ellas, por las que mientras ustedes leen esta publicación, están siendo abusadas en un círculo vicioso de violencia que tarde o temprano las puede llevar a la tumba. Por favor no las dejen solas como a mí. A ellas no les fallen.
Ya fue suficiente pasividad.
Necesitamos acción, AHORA.
No queremos seguir muriendo.
NO MERECEMOS MORIR.
Dicen que somos la obra perfecta de la creación de Dios… y nos matan.
Exigimos cuanto antes una reingeniería del sistema judicial.
¡Reformas a la ley 348!
¡No sean cómplices y actúen!
¿Dónde está el Estado?
#NiUnaMenos #NiUnaMasNiUnaMenos