Todo comenzó cuando relataba sus historias mientras recorría el cementerio de Trenes, en Uyuni.
Fuente: paginasiete.bo
En diciembre de 2020, el joven francés Alexander Dessard armó un pequeño equipaje, tomó su mochila y partió rumbo a Sudamérica para documentar sus viajes en un vlog. En su tercer destino: Bolivia, jamás imaginó que impulsaría a miles de personas para acompañarlo una pesada aventura. Hoy, junto a otros miles de voluntarios trabaja por la limpieza del lago Uru Uru, luego de haber convocado con éxito a la limpieza del cementerio de trenes.
Todo comenzó cuando relataba sus historias mientras recorría el cementerio de Trenes, en Uyuni. Él fue tres o cuatro veces en dos semanas, pues le enganchó esta estación fantasma, donde la fusión de la chatarra y la historia cobran un encanto para los visitantes.
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Allí, como muchos de los turistas, le llamó la atención la cantidad de basura que se dejaba en el lugar. Lo que hago es nada más viajar y hago un vlog, es decir que subo videos de mis viajes, de cada lugar donde voy, por ejemplo visita a Samaipata, Potosí, Salar de Uyuni, esos fueron mis últimos videos. Justamente haciendo videos en el cementerio de trenes en Uyuni, en un momento dije que había demasiada basura, que no podía ir a este lugar viendo la basura y no hacer nada y lo que pasa es que subí un video en una página de Facebook diciendo que hay mucha basura y que buscaba gente con quién limpiar. La respuesta a su precipitada convocatoria fue toda una sorpresa para él.
Voluntarios participan de la limpieza del lago Uru Uru.
Fotos: Alexis Demarco
Estuve muy sorprendido, porque hubo una gran cantidad de reacciones y la gente viralizó el video, lo compartió hasta que fue a la prensa nacional y el video se volvió viral y me dio ganas de continuar después del cementerio de trenes, hasta más limpiezas, porque la gente se ve muy solidaria y con ganas de cambiar ese tema del medioambiente y concientizar más, destaca hoy.
Pero, además de las reacciones en redes y la cobertura mediática, el apoyo que recibió Dessard fueron manos voluntarias. Pensaba que a lo mejor encontraría cinco o diez personas que aceptarían unirse a una pequeña limpieza, pero más bien vinieron más de mil personas y fue mucho más de lo que pensaba.
El pasado 27 de marzo miles de personas llegaron hasta Potosí, Uyuni, cementerio de Trenes. Al llamado de Dessard acudieron, colectivos ambientalistas, militares, civiles y funcionarios, con la ayuda de todos terminaron la limpieza en tres horas y media.
Por esa razón, como la respuesta del país fue muy buena, continúo aprovechando las ganas de los bolivianos para hacer más limpiezas, cuenta durante una llamada. Además se muestra agradecido, por el apoyo de las empresas y la solidaridad.
Ahora, el principal objetivo del joven francés es terminar la limpieza del Uru Uru, que calcula, puede tardar varios días. Sin embargo, cuando se le consulta sobre su próximo viaje, se sopesa el destino La Paz.
Mi proyecto es este (Uru Uru), antes de confirmar cualquier cosa, pero por ahora estaba pensando en La Paz, pero tal vez.