Virginio Lema Trigo
Fuente: https://www.paginasiete.bo
El valor de las palabras para la estrategia de la mentira es nulo. Para la élite logiera masista, lo importante es quitar valor a lo que se dice, porque lo que dijo el jefe del MAS los complica de cuerpo y alma. Repasemos su vieja estrategia de tapar la verdad.
Algunos hechos para recordar.
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El renunciante llama a un militante con amplio prontuario y le da órdenes de cómo deben atacar las ciudades, la grabación está; mataron al mensajero, lograron instalar que no era su voz. ¿Y el mensaje? Se perdió en la lucha política.
Recordemos, el 5 de febrero de 2016, el jefe de la élite logiera masista dijo que tuvo un hijo y contó que, por mala suerte, posteriormente éste murió. Mataron a los mensajeros, los persiguieron y procesaron. Lograron con esta acción tapar el mensaje; nadie volvió a hablar de lo que el cocalero dijo. ¿Dónde quedó la relación con una menor de edad? ¿Los contratos millonarios? ¿La corrupcion?, etcétera. Interesante lo que hacen, y es que en todos los casos construyen una posverdad y punto.
Una más para recordar y encontrar el hilo que hoy los mueve, aunque este mensaje está fresquito: el innombrable mandó una vez más a matar al mensajero. El cocalero dijo lo que dijo, todos lo escuchamos; el Ministro Lima dijo que investigaría al mensajero; amenazó con juicios, cientos de ventrílocuos salieron a explicar. Los más hábiles rápidamente dijeron que era en 2020, otros 2021; lo cierto es que dieron otras fechas. Ojo, para opacar el mensaje se discutió el día, el mes y el año, el Presidente del Senado defendió al proceso de cambio y dio detalles; los más avezados de la rosca masista, afirmaban que era en la Argentina otros en el Chapare; es decir, ellos discutían dónde, cuándo, quién lo mostró, un excandidato. Dijeron que esto salió de un blog de ultraderecha, lo dijo un esbirro en televisión nacional.
El senador Loza conocía del video, al igual que el Ministro Lima, sin embargo, en conferencia de prensa dijo que corrían muchos videos falsos en las redes.
Los escribidores de la corona, esbirros de la élite, instalaron rápidamente la mentira, el responsable de escribir los twittear para el cocalero autentificó el mensaje al promediar las 18:07.
Qué bochinche; lo cierto es que la posverdad ya estaba instalada. Ya no es habilidad, es estrategia consolidada.
Veamos cómo funciona esta táctica de guerra mediática.
Primero, cuando descubren que una información está por salir, intentan persuadir al mensajero de no difundirla, si no lo logran, segundo, amenazan públicamente. Si la información igual sale, tercero, arranca el ataque al mensajero, y con ese ataque – matando al mensajero – piensan que matan al mensaje.
Me pidieron que no saque el mensaje, el Ministro me ofreció procesos; hoy me amenazan por todos los medios posibles, estoy con el café caliente, esperando a los de impuestos.
Virginio Lema Trigo es abogado y ambientalista.