Pacientes se fletan respiradores para ser atendidos en el hospital

El Santa Bárbara dice que lo que más necesita no son respiradores, sino personal.

Los pacientes llegan a las unidades de terapia intensiva con cuadros muy avanzados de covid.

Fuente: correodelsur.com

¿Los pacientes se fletan respiradores y los llevan al hospital? En este momento hay un paciente en el San Pedro Claver que llevó su respirador y, esta ha sido una constante ante la falta de estos equipos para pacientes críticos en Sucre.



La directora de dicho nosocomio, Elena Lescano, lamentó que ante la necesidad de respiradores los familiares deban darse modos para conseguir estos aparatos y recién así ser internados en el hospital.

“Tengo camas, pero no tengo respiradores. Y es una pena que el paciente lleve su respirador para ser atendido, entonces yo pienso que esas falencias nuestras autoridades tienen que subsanar”, declaró la Directora a Correo del Sur Radio FM 90.1.

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Dijo que esta situación especial fue una constante durante la pandemia. “Hubo varios casos, inclusive ahora hay uno que está con su respirador”, remarcó.

El San Pedro Claver tiene  ocho camas UTI más sus respectivos respiradores, que son los donados durante el gobierno de Jeanine Áñez.

“Son los que trajo Áñez y, luego, como eran marcas chinas se han ido arruinando y lamentablemente nuestras autoridades no han vuelto a comprar ni el Gobierno. Entonces, como tengo camas pero no respiradores, los pacientes se fletan respiradores y traen para ser atendidos”, remarcó Lescano.

EN EL GASTRO

Querer hacer lo mismo en el hospital Gastroenterológico Boliviano-Japonés no es posible, pese a que todas sus camas UTI están ocupadas.

“No se permite traer respiradores y otro equipamiento al familiar, no es buena práctica que la familia compre equipamiento. Además, sin respiradores microprocesador de alta gama, no creo que nadie se anime a comprar uno porque cuesta alrededor de 70 mil dólares cada uno, de alta gama”, dijo a CORREO DEL SUR el director del Gastroenterológico y coordinador de las unidades de terapia intensiva del departamento, Joel Gutiérrez

EN LA CAJA NACIONAL

Donde sí permiten a los familiares llevar equipos, como está ocurriendo en el San Pedro Claver, es en la Caja Nacional de Salud (CNS).

“He visto que se han llevado cámaras de alto flujo, que funcionan con dos tubos”, dijo el jefe médico regional de la CNS, Fernando Calvo, a este periódico.

La CNS dispone de 14 camas UTI, pero cada cama no solo tiene su ventilador mecánico, también cuenta con dos o cuatro infusores por cada una para los pacientes que están en estado de coma inducido, boca abajo e intubados.

Calvo dijo que un respirador artificial cuesta unos 250 mil bolivianos, pero un generador de oxígeno se consigue en el mercado en 1.000 o 1.100 dólares.

Sin embargo, estos generadores solo generan un flujo determinado de dos a cuatro litros de oxígeno.

“En terapia intuban a los pacientes y por el tubo les oxigenan y quedan así un mes o más y están boca abajo anestesiados”, explicó.

Mencionó que una alternativa a la intubación son los cascos de ventilación no invasiva, que se los consigue en el mercado por unos 1.000 dólares.

“Esas máscaras son de alto flujo, o sea, no te duermen, estás con una cámara como astronauta con dos tubos de oxígeno y eso evita que llegues a terapia. La mitad de los pacientes no llegan a terapia con ese tratamiento”, sostuvo.

En la CNS regional Chuquisaca empezarán a utilizar estas máscaras en sus pacientes covid.

“Nosotros pensamos colocar ocho, 12 han traído de esas máscaras, tres tenemos en este momento y cinco estamos para recoger”, indicó el Jefe Médico de la CNS.

EN EL SANTA BÁRBARA

El hospital Santa Bárbara cuenta con nueve respiradores en su terapia UTI y similar número en su unidad de Emergencias, aunque estos últimos son ventiladores que se usan en las ambulancias.

Sin embargo, su director, José Villarroel, indicó que el problema “no es tanto que traigan respiradores, tampoco de camas o infraestructura. El problema que tenemos es que para habilitar más respiradores necesitamos más terapistas, más personal”.

“Ya habíamos pensado ampliar la UTI pero necesitamos más terapistas, más licenciados de enfermería, auxiliares y personal de limpieza. Por cada respirador que se vaya a habilitar se necesita por lo menos un terapista extra”, remarcó.

Villarroel espera que pronto se habiliten tres respiradores más, cuyos accesorios ya están en licitación. “Queremos habilitarlos para estar más preparados por si llegara a presentarse la variante Delta”, subrayó el médico.

 

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