El Gobierno insiste en que la exmandataria de Bolivia se quedará en el penal de Miraflores. El TSJ remitió al Legislativo la proposición acusatoria para iniciar o no un juicio de responsabilidades contra Áñez. Ella cree que su muerte es la solución
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Dos días después de que Jeanine Áñez haya intentado terminar con su vida la visitó un médico siquiatra. Le hizo un estudio amplio en el penal de Miraflores y el 24 de agosto entregó los resultados a la familia de la exmandataria. El informe sugiere que Áñez sea tratada en un centro de especialidades por los males que sufre, entre ellos una fuerte alteración nerviosa y un trastorno depresivo mayor severo, con ideación suicida.
Además, señala que la neuropatía le afecta los nervios laterales y eso le dificulta caminar y, en los 4 últimos días, también escribir, situación que puede complicarse y causar dolor.
En contra ruta a lo que propone el informe médico, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidió ayer enviar a la Asamblea Legislativa Plurinacional el pliego acusatorio en contra de Áñez por los hechos de violencia ocurridos en Sacaba y Senkata en noviembre de 2019. Mientras, el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, descartó el traslado de la exmandataria a otro penal.
Según la conclusión del informe siquiátrico, Áñez sufre de un trastorno depresivo mayor severo, con ideación suicida; el síndrome conversivo y disociativo; probable síndrome depresivo post AVC; hipertensión arterial sistémica; gastritis crónica y probable polineuropatía periférica, que se ha confirmado con los estudios que le hicieron.
De acuerdo con el informe, la paciente refiere sufrir un síndrome de evolución insidiosa, con aumento de ansiedad, se siente muy atemorizada y hostigada, con llanto fácil e intenso. Al examen mental, se detectó leve desorientación en tiempo, bien orientada en persona y espacio, con dificultades de memoria, llegando a la amnesia selectiva. Mantiene pensamientos suicidas, convencida de que su muerte es una solución.
Lo que también menciona el estudio es el intento de suicidio que Áñez sufrió debido al fuerte cuadro de depresión.
El especialista que firmó el informe, Fernando Garitano-Zavala, recomendó que la exmandataria sea tratada en un hospital de especialidades a la brevedad posible. “La paciente (Jeanine Áñez) debería estar siendo tratada en un hospital de especialidades ya que cursa con síndromes sistémicos que requieren supervisión clínica permanente”, dice parte del informe siquiátrico al que tuvo acceso EL DEBER.
El especialista, además, recomendó que se realicen estudios complementarios a la exmandataria, como una electromiografía de miembros superiores y pélvicos y un TAC de cráneo de contraste. Este último es una tomografía computarizada de la cabeza, estudio a la que fue sometida en su última salida de la prisión, ocurrida el martes.
Lo que preocupa a la familia es la polineuropatía periférica, que es un conjunto de síntomas causado por el daño a los nervios que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal. En el informe se lo mostró como “probable”, pero luego de los resultados se confirmó que la expresidenta sufre este diagnóstico. “Estos nervios se llaman periféricos. Estos nervios conducen las sensaciones de diferentes partes del cuerpo al cerebro y controlan el movimiento de los brazos y las piernas. También controlan la vejiga y los intestinos”, explicó un médico neurólogo que prefirió que no se mencionara su nombre.
“Cables pelados”
Un experto en siquiatría, que pidió no publicar su nombre, explicó que la neuropatía es una lesión de los nervios que debió ser vista por los internistas del penal de Miraflores y no por un informe de siquiatría. “Debería estar internada en un centro de especialidades porque es lo correcto. Sus nervios están como un cable de electricidad pelado. Eso duele, causa debilidad y es grave”, dijo.
Otro informe médico, al que también tuvo acceso este medio, estableció que Áñez pasó de un cuadro de trastorno ansioso depresivo a un diagnóstico de depresión mayor, por lo que también se recomienda su atención en un centro de especialidades. Este informe es firmado por el médico internista Pavel Angles Mercado. Otro médico, el cardiólogo Mauricio Arce, en su informe estableció que la exmandataria sufre hipertensión arterial sistémica y cardiopatía hipertensiva.
En ese pasaje de su cuadro de salud, Áñez se enteró ayer que el TSJ decidió enviar al Legislativo la proposición acusatoria en su contra por los conflictos de 2019 en Senkata y Sacaba. Según el presidente del TSJ, Ricardo Torres, la decisión de la Sala Plena es solo un trámite y dependerá de la Asamblea Legislativa definir si corresponde o no un juicio de responsabilidades.
La senadora Andrea Barrientos, de Comunidad Ciudadana (CC), adelantó que “no respaldaremos juicios que tengan como sustento la mentira de un inexistente golpe de Estado o que pretendan criminalizar la sucesión constitucional que derivó en la presidencia transitoria”. Esa es la misma posición que asumió la alianza Creemos, según el diputado, Erwin Bazán.
Se necesita dos tercios en el pleno de la Asamblea para aprobar un juicio de responsabilidades. El Movimiento Al Socialismo (MAS) solo tiene mayoría simple.