El megaterio era un perezoso gigante que habitó en Sudamérica hace uno o dos millones de años y que desapareció ante la aparición del hombre.
Fuente: paginasiete.bo
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Yolanda Mamani C. / La Paz
Hace uno o dos millones de años, un gigante oso vivía en Tinguipaya, Potosí. El “abuelo” de los perezosos habitó los valles de ese departamento en la prehistoria, según revelaron expertos esta semana al descubrir fósiles del animal que medía unos seis metros de largo por tres de alto.
El descubrimiento fue realizado por el ingeniero y geólogo Federico Anaya, investigador y docente de la Universidad Autónoma Tomás Frías de Potosí, quien junto a un grupo de expertos y estudiantes encontraron el fósil después de varias horas de excavar al borde del camino al municipio de Tinguipaya, donde realizan trabajos de construcción de la ruta.
“(Los restos) corresponden a las osamentas fósiles de un posible megatherium. Es un mamífero que tendría una edad entre uno y dos millones de años. Lo lamentable de esto es que gran parte del fósil ha sido destruido cuando han hecho el camino. Lo único que se ha logrado sacar es la pelvis y dos huesos craneales”, explicó a El Potosí Víctor Choque Talavera, quien fue parte del equipo de trabajo.
El experto habló de la necesidad de realizar una inspección por todo el municipio de Tinguipaya, distante a 84 kilómetros de la ciudad de Potosí, porque existe la posibilidad de que la región sea un rico sitio paleontológico.
Al respecto, desde La Paz, el paleontólogo Giovanni Ríos destacó la importancia de este descubrimiento y el gran valor científico que representa para la investigación boliviana.
“El megatherium es un perezoso gigante, es pariente de los actuales osos perezosos, pertenecen al grupo de xenarthros, que se caracterizan por poseer dientes que carecen de esmalte”, explicó Ríos a Página Siete.
A este grupo también pertenecerían los armadillos o quirquinchos que habitan en el occidente del país y los osos hormigueros nativos del oriente boliviano.
Ríos sostiene que los megaterios vivieron hace aproximadamente un millón de años en Sudamérica, es decir que son nativos de este lugar y una prueba de ello es que anteriormente ya se hallaron fósiles en la región.
“Se cree que los humanos han podido convivir con algunos de esos megaterios que eran animales bastante grandes y con mucho pelaje, puesto que se halló su pelaje en cuevas en Argentina y Chile. Se alimentaban de frutas como las paltas”, complementa el paleontólogo paceño.
No es el primero
Sin embargo, no es la primera vez que se halla un fósil de un megatherium o megaterio en nuestro país. Hace años se hallaron huesos en Tolomosa, en el valle de Tarija y en Chuquisaca cerca de la frontera con Paraguay.
La hipótesis de Ríos es que los megaterios se extinguieron cuando los humanos poblaron toda Sudamérica.
Se cree que estos animales habitaron Bolivia en la época del pleistoceno de la era cuaternaria o neozoica que se extiende desde hace unos 2,6 millones de años hasta unos 10.000 años.
Entre los fósiles más antiguos que se han descubierto en Bolivia están las huellas de dinosaurios de Cal Orcko Sucre, Chuquisaca y las huellas del Parque Nacional de Toro Toro en Potosí que tienen una antigüedad de 66 millones de años.
Sin embargo, en Bolivia se encontraron restos fósiles de la era más antigua de la tierra, el Paleozoico que data de hace más de 500 millones de años.
“Los fósiles más antiguos de Bolivia son de Tarija que datan del periodo Cámbrico de hace más de 530 millones de años”, asevera Ríos que hizo un dibujo aproximado de cómo sería “el abuelo del oso perezoso” con relación a uno actual.
Fuente: paginasiete.bo