A 60 años de la tragedia aún giran especulaciones y diferentes versiones del interesante y misterioso suceso aeronáutico
Por Brissa Pabón
Desde hace 60 años es conocido el ‘Avión Pirata», la aeronave que fuera capturada por la Fuerza Aérea Boliviana y que actualmente ya es considerada un símbolo de la capital cruceña. Sus años de historia la sitúan entre una de las particularidades de la ciudad cruceña. En torno a ella giran especulaciones y diferentes versiones del interesante y trágico suceso aeronáutico.
Ramiro Molina Alanes, técnico aeronáutico, piloto civil e historiador de la Fuerza Aérea, a través de varias investigaciones, pudo consignar los hechos en artículos y escritos. “Todo era especulación y mitos sobre el ‘Avión Pirata’, había muchas versiones equivocadas”, afirma.
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Un viaje por su historia
“La Aduana Nacional tenía conocimiento que, durante los meses de mayo y julio de 1961, un avión extranjero, al que se le llamó inicialmente “Fantasma” y posteriormente “Pirata”, con la protección del Comando Departamental del MNR y del Jefe de las Milicias Armadas de Santa Cruz, realizaba subrepticios aterrizajes y despegues en el aeropuerto El Trompillo”, comienza relatando el historiador.
Algo que sucedía especialmente en horas de la noche, con aparentes escalas técnicas o reabastecimiento de combustible. “Lo cierto era que, aprovechando la excelente ubicación geográfica de la capital oriental, trasladaba mercadería de contrabando desde Panamá hacia Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay”, explica Molina.
“Para evitar un choque armado con los milicianos, si el avión contrabandista era detenido en tierra, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones delegó a la Fuerza Aérea Boliviana la misión de interceptar en el aire a la misteriosa aeronave”, continúa.
Actualmente se encuentra ubicado en el barrio «El Tao», primer anillo de circunvalación, zona de la Av. Uruguay/ Foto: Brissa Pabón
El suceso
Ramiro Molina, autor de la “Verdadera Historia del Avión Pirata”, describe el trágico suceso a detalle, indicando que, la noche del 29 de julio aterrizó en “El Trompillo” la enigmática aeronave, se trataba de un cuatrimotor “Constellation” con matrícula norteamericana N2520B, de propiedad del “Lloyd Airlines” de Miami, que custodiada por milicianos armados descargó impunemente algunas cajas de mercadería.
A las 06:30 del domingo 30 de julio de 1961, el “Constellation” decoló sin presentar plan de vuelo ni manifiesto de carga, indicando que sólo realizaría un vuelo de prueba “Lo raro era que llevaba los tanques de combustible llenos y toda la carga a bordo”, cuenta el historiador.
Esto alertó a la torre de control, los cazas decolaron en su persecución; una vez interceptado el avión contrabandista a 120 kilómetros de Santa Cruz, los “Mustang”, a través de sus radios y con maniobras, indicaron al piloto que se dirija hacia Cochabamba; a su vez, la torre de control le impartió la misma orden tanto en español como en inglés.
Sin embargo, la tripulación del “Avión Pirata”, haciendo caso omiso, tomó rumbo a la Argentina, por lo que los cazas hicieron varias pasadas delante de la aeronave, disparando ráfagas de ametralladoras al aire; sólo ante esta enérgica decisión el cuatrimotor desistió de su fuga. En lugar de dirigirse a Cochabamba retornó al aeropuerto de Santa Cruz, porque estaba seguro que allí encontraría la protección de los milicianos.
Ya en las proximidades de la ciudad de Santa Cruz, el “Constellation” como último recurso para eludir a sus captores realizó una intempestiva picada sin lograr desprenderse de los cazas, en estas críticas y confusas circunstancias se produjo la desgracia.
“El “Mustang” F-51D matrícula 260(6), pilotado por el capitán Alberto Peredo Céspedes, se estrelló en las cercanías de la avenida Circunvalación con la muerte instantánea del audaz aviador; había caído cumpliendo una misión al servicio de los sagrados intereses de la nación y la defensa de la soberanía aérea boliviana”, narra Molina.
Y agrega: «Mientras tanto, acosado por el caza del teniente Ameller, el cuatrimotor aterrizó en El Trompillo, donde fueron apresados todos los tripulantes. Para evitar una posible fuga al amparo de sus cómplices, los neumáticos de la aeronave fueron desinflados».
La cuantiosa mercadería, compuesta por cigarrillos, telas, artículos de nylon, televisores y otros, estaba valuada en más de un millón de dólares americanos, la cual luego de estar bajo custodia de la FAB fue traslada en tres aviones C-47 de TAM a los almacenes de la Aduana de la ciudad de La Paz.
El alcalde Jhonny Fernandez participó en labores de limpieza para mejorar el aspecto de la aeronave el pasado mes/Foto: Brissa Pabón
Un escándalo nacional
El historiador también recuerda la ‘tremenda conmoción política’ que causó el “Caso Constellation”, puesto que fueron involucradas autoridades, funcionarios y milicianos del partido gobernante.
“El mismo presidente de la República, Víctor Paz Estenssoro, dispuso la intervención militar de Santa Cruz, que concluyó con la captura incruenta de 85 milicianos y el desbande de otros 130, quienes actuaban a su arbitrio cometiendo abusos y excesos con la población civil”, indica.
Los tripulantes del “Avión Pirata”, capitán William Roy Robinson (Piloto), Salvatore Henrique Romano (Copiloto), William B. Friedman (Piloto), Bertrand H. Vinson (Ingeniero de vuelo) y Gene Hawkins (Radioperador), todos de nacionalidad norteamericana excepto el segundo que era brasileño, fueron apresados y remitidos al Panóptico de La Paz, bajo los cargos de homicidio, piratería, contrabando y violación de leyes y tratados internacionales.
Desde entonces, pese a ser utilizado en diversas épocas como snack, biblioteca y agencia de viajes y turismo, el imponente «Avión Pirata» quedó abandonado hasta convertirse en un antro de malvivientes.
Días atrás, el actual alcalde de la ciudad de Santa Cruz, Jhonny Fernández anunció un proyecto para transformar y recuperar el Avión Pirata, y convertirlo en un atractivo turístico de la ciudad.