La “Adelantada” en Santa Cruz


 

Se ha investigado mucho sobre la conquista del Oriente boliviano y hoy se conocen datos muy esclarecedores, además que se comienzan a descubrir hechos importantísimos de nuestra historia. Entre esas cosas que se van clarificando, es la presencia de la Mujer en la fundación y construcción de Santa Cruz. La cuna de la cruceñidad, además de la valiente mujer nativa, albergó a las mujeres más famosas y más valientes de la Conquista americana.



Podemos citar, entre ellas, a: Doña María de Angulo, quien estuvo en la fundación del fuerte de Buenos Aires, se trasladó a Asunción y fue madre de la esposa del fundador de Santa Cruz de la Sierra y de su segundo Gobernador Don Diego, además de personaje notable en su época. Doña Elvira de Mendoza, heroína y esposa de Ñuflo de Chaves; siendo viuda, protagonizó una historia dramática para proteger a sus hijos. Doña Isabel de Becerra, expedicionaria y esposa de Juan de Garay, fundador de Buenos Aires. Doña Jerónima de Contreras y Garay, cruceña que acompañó a su hermano en el gobierno de Santa Fe, dejando su legado. Doña Juana Manrique de Lara y Mendoza, esposa de Hernando de Salazar; defensora de los indios Chiquitos y pacificadora de chiriguanos. Doña Mencía Calderón, “la Adelantada”, de quien nos ocuparemos en esta oportunidad. Y, en la generación inmediata, Doña Catalina Polanco, la industrial azucarera cruceña, esposa de Don Francisco Hurtado de Mendoza e hija del capitán Pedro Guerra, a quien Ñuflo de Chaves le cedió su encomienda en virtud a sus esfuerzos durante la fundación.

Algún día, nuestro Gobierno Departamental y Municipal, deberán reconocerlas con los honores que merecen, al igual que nuestra Madre India tiene su monumento.

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En esta oportunidad ocupémonos de Doña Mencía Calderón, de quien los historiadores sudamericanos y españoles han relatado merecidas crónicas, pero ninguno sabía, hasta hoy, que vivió y murió como cruceña.

Estudiando los documentos que ha transcrito Eric Soria Galvarro en su monumental obra “Santa Cruz. Documentos para su historia” Tomo I – Vol 2, encontramos uno del A.G.I. Charcas, 82, N.5.  donde varias personas son consultadas como testigos de un trámite. Miren lo que vio la luz, después de siglos:

En la dicha ciudad de Santa Cruz de la Sierra, a diez y siete días del mes de septiembre de mil e quinientos y noventa y ocho años, la dicha Catalina Ortiz, mujer del capitán Francisco Durán, vecino de esta dicha ciudad, testigo presentado en esta causa para la dicha provanza por el dicho capitán Juan Gutiérrez de Sanabria; en el dicho nombre, aviendo jurado en forma de derecho y siendo exsaminada por las preguntas del dicho interrogatorio declaro lo siguiente:

(1) De la primera pregunta dixo: Que esta testigo conoscio a la dicha doña Mencía Calderón en la ciudad de Sevilla en los rreynos de España y en las provincias de el Paraguay  y en esta ciudad de Santa Cruz de la Sierra, tiempo de quarenta años, hasta que murió en esta dicha ciudad abra cinco años poco más o menos de vista, trato y conbersacion que con ella tuvo en el dicho tiempo, porque desde la dicha ciudad de Sevilla vinieron esta testigo y el capitán Francisco Durán su marido en el navio en que vino la dicha doña Mencía Calderón…”

Se trata nada más y nada menos que la famosa “Adelantada” Mencía Calderón Ocampo, la que fue viuda del Adelantado Juan de Sanabria. La misma que, junto a sus hijas, en una increíble travesía de 6 años llevó unas 300 personas hacia América, de las cuales al menos 60 eran mujeres.

Esa expedición fue tan difícil que llegaron con ella, a Asunción, apenas 40 expedicionarios, la mitad damas; siendo el primer gran contingente femenino que llegó al Paraguay, las mismas que se casaron con cristianos y formaron familias. Una de ellas se casó con Juan de Garay, cofundador de Santa Cruz de la Sierra y fundador de la actual Buenos Aires.

A parecer, por el documento transcrito de Soria Galvarro, doña Mencía se vino con sus hijos a Santa Cruz de la Sierra en el éxodo de 1564 y murió hacia 1593. Con ella llegaron varios más, pues solo en este pliego ya vemos a doña Catalina Ortiz y al capitán Francisco Durán, que vinieron desde Sevilla.

Soria Galvarro afirma que “Hasta donde tengo documentado, las 2 hijas de doña Mencia se casaron con 2 hermanos. Una con Martín Suárez de Toledo y la otra con Cristóbal de Saavedra, con quien madre e hija pasan a Santa Cruz en 1564, cuando Ñuflo de Chaves trae a su familia. De este tronco provienen los Saavedra y Arias cruceños y los Sanabria de Vallegrande. En la primera generación, Asunción y Santa cruz tuvieron un Hernandarias de Saavedra, nominado igual que su abuelo el correo mayor de Sevilla. Gonzalo de Solis Holguín se casa con una nieta suya y, durante su gobierno, esgrime su mejor derecho por la herencia del Adelantazgo que le corresponde a su mujer”.

Doña Mencía había heredado el rango de “Adelantada” debido a que su esposo fue nombrado por Carlos IV como Adelantado del Río de la Plata, un título que tenía vigencia por dos generaciones. La principal misión de la expedición hacia América era reunir y trasladar doncellas casaderas, para frenar cierto desorden que se presentaba en Asunción con la unión discrecional entre españoles y nativas, gracias a la situación demográfica y la cultura local que lo permitía. El objeto de la corona era construir una aristocracia española en las colonias y lo que estaba emergiendo era una sociedad mestiza.

Se encontraba en ello el Adelantado don Juan de Sanabria y le sorprende la muerte, por lo que el título fue heredado a su hijo de 18 años, que en ese tiempo era menor de edad. Entonces, la valiente Doña Mencía asume el rol de su hijastro.

La expedición salió finalmente el 10 de abril de 1550, zarpando del Puerto de Sanlúcar de Barraneda en tres naves. Juan de Salazar estaba al mando, junto a Hernando de Trejo y Hernando de Salazar, que eran capitanes. Salazar sería, más adelante, el brazo derecho de Ñuflo de Chaves en la fundación de Santa Cruz de la Sierra.

En 1551, habiendo llegado la expedición a Santa Catalina, el capitán extremeño Hernando de Trejo y Carvajal contrajo matrimonio con María de Sanabria Calderón; allí nació su hijo Hernando de Trejo y Sanabria (que se hizo cura). Pero en el camino a Asunción cayó en desgracia por haber masacrado una población guaraní, confundiéndola con una parcialidad que los había atacado constantemente. Esto le costaría la cárcel y la vida, bajo la justicia del gobernador Martínez de Irala en Asunción. Su esposa, María de Sanabria, se volvería a casar y sería madre de Hernandarias de Saavedra (Hernando Suárez de Toledo Saavedra y Sanabria Calderón). Fray Hernando de Trejo y el gobernador Hernandarias son hermanos de madre; el sacerdote tuvo mucha estima por parte del virrey García de Mendoza (J.L. Salas).

La historia de la campaña liderada por Doña Mencía se la puede encontrar en libros, revistas especializadas y en el Internet, en varias versiones. Lo cierto es que la “Adelantada” cumplió la misión encomendada por la corona, superando innumerables bajas y serios avatares, que pusieron a prueba su temple de líder femenina y también de madre.

Como hemos visto, vivió y murió en Santa Cruz de la Sierra entre 1564 y 1593. Su vida en nuestra capital aún debe ser estudiada para completar su biografía. Sobre su descendencia se tienen algunos datos:

Su nieto, Hernando de Trejo y Sanabria, hijo del primer matrimonio de María de Sanabria, fue ordenado sacerdote franciscano en Lima en 1576, electo obispo del Tucumán en 1592 y de loable labor evangelizadora entre los indígenas. Volvió al Paraguay en 1598, invitado por su medio hermano; allí pudo visitar a su anciana madre e hizo la ordenación de varios sacerdotes, entre ellos el que sería primer santo paraguayo: San Roque González de Santa Cruz.

Su nieta, María de Trejo y Sanabria, hija de Hernando de Trejo y María de Sanabria, fue casada con el hacendado Francisco Carrillo de Saavedra, en primeras nupcias. Viuda, se volvió a casar con el capitán Juan Bautista Corona.

Probablemente, a esta familia Trejo perteneció el general don Diego de Trejo, que en 1636 era Teniente de Gobernador y Justicia Mayor de la Gobernación de Santa Cruz. En el cuarto anillo, al lado naciente de nuestra ciudad, hay una calle de cuatro cuadras que lleva su nombre. Después fue gobernador de Tucumán.

De ahí para adelante, es trabajo de los genealogistas completar la descendencia familiar. Nuestro objeto era completar la historia de la gran Adelantada que vivió en Santa Cruz de la Sierra y contribuyó a su construcción: Doña Mencía Calderón.