Preocupa el avance de la Covid-19 en Europa


La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró alarmada el jueves 4 de noviembre por la «muy preocupante» tasa de transmisión de Covid-19 en Europa. Tanto Alemania y Bélgica como Rusia y Ucrania muestran señales preocupantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho los cálculos: la semana pasada, casi el 60% de los nuevos casos y casi el 50% de las nuevas muertes se registraron en el continente europeo, explica nuestro corresponsal en Ginebra, Jérémie Lanche. Es un duro recordatorio de la realidad, cuando algunos países han relajado sus medidas sanitarias y el mundo acaba de superar la barrera de los cinco millones de muertos. Solo en el Viejo Continente se han registrado más de 1,4 millones de muertes.



Riesgo de medio millón de muertes de aquí a febrero

«Nos dirigimos de nuevo hacia niveles de contaminación récord. Todos los países de Europa y Asia Central están amenazados por un resurgimiento de los casos de Covid. Si algunos no se enfrentan ya a ello», advierte el director de la rama europea de la OMS, Hans Kluge.

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En un mes, afirma Kluge, Europa ha visto un aumento del 55% en los casos de Covid-19. Los ingresos hospitalarios se han duplicado en una semana. A este ritmo, casi 500.000 personas podrían morir de Covid-19 antes del 1 de febrero, estima la OMS.

La causa no es solo la vacunación insuficiente, sino también la relajación de las medidas sanitarias. «Está el hecho de que ahora estamos más a menudo en lugares concurridos. También puede haber una secuela de la vuelta al colegio y la vuelta al trabajo sin llevar mascarilla. Y luego está, por supuesto, la variante Delta, que sigue siendo mayoritaria en la región y es más transmisible», continúa el responsable europeo de la OMS.

Está claro que no es el momento de bajar la guardia, insiste Hans Kluge, que recuerda la importancia de llevar una mascarilla. Según la OMS, se podrían salvar 188.000 vidas este invierno si el 95% de la población llevara una mascarilla cuando se le recomienda.

«Pandemia de los no vacunados» en Alemania

En Alemania, la tasa de incidencia es ahora de 155 casos por cada 100.000 habitantes en siete días, informa nuestro corresponsal en Berlín, Pascal Thibault. El 3 de noviembre, el ministro de Salud, Jens Spahn, habló de «una cuarta ola que nos golpea con fuerza». «Una pandemia de los no vacunados», precisó.

Las autoridades están preocupadas por el aumento de las hospitalizaciones debido a la Covid: aumento del 40% en una semana, y del 15% en cuidados intensivos. El 90% de las personas afectadas no están vacunadas. Aunque dos tercios de la población alemana han sido vacunados, la campaña está estancada. Es muy difícil convencer a los más reacios. Y de los 15 millones de personas que pueden recibir una tercera dosis, solo dos millones lo han hecho.

Bélgica también está experimentando un alarmante resurgimiento de la pandemia esta semana, al mismo nivel que en la tercera ola de la pasada primavera. El martes se registró un pico de ingresos hospitalarios de pacientes con Covid, es decir, 236 personas en 24 horas, una cifra que el país no veía desde abril, explica nuestro corresponsal Pierre Benazet.

«Todos los indicadores clave están subiendo muy, muy rápido. En Bruselas, ya teníamos un nivel de contaminación bastante alto. En cuanto a la ocupación de camas de cuidados intensivos, la situación sigue siendo estable, y si la situación empeora, tendremos que ver si hay que tomar medidas adicionales», explica Inge Neven, responsable Covid para la región de Bruselas. El certificado Covid ya es obligatorio en toda Bélgica desde principios de octubre y está sobre la mesa la extensión del uso de las mascarillas.

Rusia bate todos los récords

Rusia es uno de los países donde el aumento es más fuerte. Aunque en los últimos días se estén batiendo récords, las medidas restrictivas, decididas por las regiones, siguen siendo de geometría variable, informa nuestra corresponsal en Moscú, Anissa El Jabri.

Hay una constante: en Rusia, como en otras partes, la tasa de mortalidad afecta sobre todo a los no vacunados. Los médicos han aparecido en la televisión para señalarlo, pero sin generar ningún entusiasmo por la vacuna nacional, Sputnik V, debido a la arraigada desconfianza.

Muchas regiones han decidido introducir el pase sanitario: aquí para entrar en los teatros y museos, allí para las reuniones. En el Extremo Oriental, la región de Kamchatka es la primera en imponer los códigos QR para acceder a los aviones, autobuses y trenes regionales.

Las vacaciones pagadas en modo de confinamiento se acabarán a el 8 de noviembre. Algunas regiones las ampliarán, pero no la capital, donde en cambio están confinadas las personas mayores de 60 años que no han sido vacunadas.

Ucrania, duramente golpeada

En Ucrania, se registraron 27.000 nuevas infecciones y 700 muertes este jueves. El país, que oficialmente tiene 42 millones de habitantes, se ha visto afectado por una tercera ola mortal, la mayor desde el inicio de la pandemia. Y una vez más, es la población no vacunada la que ocupa principalmente los hospitales, mientras que Ucrania se caracteriza por tener una de las tasas de vacunación más bajas de Europa, con menos del 20% de la población que ha recibido las dos dosis.

Esta semana se puso en marcha una forma de confinamiento en Kiev, la capital. Las escuelas, las administraciones y los comercios deben cerrar si el 100% de su personal no presenta un certificado de vacunación, informa desde allí Stéphane Siohan. Y para acceder al metro, a las oficinas, a las tiendas no esenciales o a las administraciones, se necesita un pase sanitario. Pero según las encuestas, más de la mitad de los ucranianos no quieren vacunarse. Una señal de que la población no confía en las vacunas ni en la política sanitaria de las autoridades.

Fuente:Radio Francia Internacional