Para Paula Peña, “es urgente una propuesta disruptiva en esta tercera década del siglo XXI”.
Brian Morón opina que “debemos ser cautos y objetivos, para no desaprovechar la oportunidad de desplazar al centralismo y democratizar el poder”.
Por su parte, Mauricio Ríos García dice que “es un debate de muy largo aliento, pero tiene que empezar alguna vez”.
Agustín Zambrana considera que “la Democracia Plurinacional está agotada y colapsada. Se necesita un modelo distinto y la Democracia Federal podrá darnos esperanzas”.
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Rolando Schrupp remarca que “se requerirá que la pasión sea contrapesada por la razón. Federalismo sin republicanismo y liberalismo es más de lo mismo”.
Mientras que para Roberto Barbery “las objeciones que se hacen al federalismo son hipótesis conservadoras o que cuestionan a la democracia misma”.
Desde eju.tv recogimos seis visiones sobre el debate federalista, atendiendo tanto al tema de fondo como a sus riesgos y oportunidades en la actual coyuntura política.
Memoria colectiva
“Hay una memoria colectiva de larga duración en Santa Cruz que apostará siempre por la descentralización del poder, por el fin del centralismo y con el convencimiento de que nadie mejor que nosotros sabrá dirigir nuestros destinos”, dijo la historiadora Paula Peña.
Entre los hitos de esa memoria colectiva subrayó “la práctica autonómica del cabildo en la época colonial, el poder local, elegido cada primero de año por los vecinos de las ciudades. En Santa Cruz de la Sierra, desde su fundación el cabildo representaba los intereses locales frente a los intereses del imperio español”.
“En Santa Cruz, las ideas federales se debatían desde la década del sesenta del siglo XIX. En el primer periódico cruceño, la Estrella del Oriente publicado en 1864 y dirigido por Tristán Roca, se debatían las ventajas del federalismo”, destacó.
Peña recordó que entre 1875 y 1877, Andrés Ibáñez, quien consideraba que la pobreza de Santa Cruz se debía a “la tiránica forma de gobierno unitario”, se enfrentó al gobierno central en varias ocasiones, llegando a proclamar una Junta de Gobierno Federal, en un proceso político que terminó con su fusilamiento.
La historiadora repasó otros hitos, como la segunda Junta Federal encabezada por “Los Domingos”, las luchas por la descentralización administrativa a lo largo del siglo XX y más recientemente la autonomía departamental, “el mayor cambio que se dio en la estructura estatal”.
“Elegir en 2005 a los prefectos, después de 180 años de poder central, fue un logro de los cruceños. Aunque la autonomía como la concebimos no es la que tenemos y debemos trabajar en las competencias que logramos y exigir otras”, opinó.
La directora del Museo de Historia Regional dijo que “si algo nos caracteriza es nuestra capacidad de hacer propuestas disruptivas en momentos críticos, no reactivas a lo que dice el Estado central o sus representantes”.
Sin embargo, alertó que “después de las denuncias de la magistrada Baptista, sería un suicidio ir a un referéndum en estas condiciones, con un padrón alterado que le dará la victoria al MAS. No podemos jugar el juego del MAS y menos sin reglas democráticas”.
Peña se preguntó si esa consulta sería vinculante a nivel departamental o nacional, añadiendo que “si es nacional triunfará la posición antifederal”.
“Es urgente una propuesta disruptiva en esta tercera década del siglo XXI. Ahí está la capacidad del liderazgo. Pero, ¿cuál es nuestra propuesta? No me ha quedado claro qué se socializará tampoco”, remarcó.
Consulta vinculante por departamentos
El constitucionalista Brian Morón consideró que “ante el fracaso del Estado Plurinacional de Bolivia en lo social, en lo político y en lo económico, el planteamiento de alternativas como sociedad cruceña es un imperativo”, al tiempo de cuestionar a los “centralismos hiper-presidencialistas”.
“En Bolivia, la creación de una centralidad privilegiada, en desmedro de una periferia marginal y relegada, fundamenta históricamente la necesidad de los cruceños por una mayor democratización del poder y por la administración directa de los recursos de las entidades locales”, subrayó.
Morón advirtió sobre los riesgos de un referéndum “en el contexto actual”, por la “falta de garantías para reflejar la realidad y el sentir de los bolivianos. Los procesos plebiscitarios deberían ser el reflejo de esta voluntad”.
“En lo ideal, el derecho a la autodeterminación debería prevalecer, y los Estados (federales) y sus resultados plebiscitarios deberían ser vinculantes para los niveles locales”, indicó.
Añadió que esta lógica de una consulta vinculante por departamentos “implicaría volver al principio fundador del Estado liberal: desde su soberanía, las entidades territoriales crean, dan forma y delegan competencias a un Estado federal. Es la creación del Estado desde abajo hacia arriba”.
Sobre la probabilidad de que el ex asesor de Evo Morales, Wálter Chávez, esté jugando algún rol en la estrategia de debate sobre el federalismo, el jurista opinó que “es posible. Es un especialista en lo que Weber identificaba ya en 1919 como la dictadura sentimental. Es decir: como estratega político, su trabajo se enfoca en la manipulación de las pasiones humanas para alcanzar sus fines”.
Finalmente, Morón dijo que “un posible fracaso en la postura cruceña implicaría la reinvención del centralismo, seguido por la profundización de su modelo autoritario”, por lo que recomendó “ser cautos y objetivos, para no desaprovechar la oportunidad de desplazar al centralismo y democratizar el poder”.
Construir un partido federalista
Para el economista Mauricio Ríos García, el debate federal de fondo implica “discutir la distribución del poder, y por tanto, las atribuciones y competencias del Estado sobre la economía”.
Recomendó que el federalismo deberá buscar “limitar el propio poder de los eventuales Estados o departamentos federales, atacando primero el mecanismo de acumulación de poder, que es la capacidad de gasto y endeudamiento público que tenga la administración”.
“Este es un debate y un trabajo de muy largo aliento, pero tiene que empezar alguna vez. Probablemente, la mejor manera de hacerlo es mediante la construcción de un nuevo partido político fundado con estos principios, lo cual, a su vez, permitirá empezar a cohesionar las distintas iniciativas opositoras de hoy”, sugirió.
“El ciclo de este sistema colapsó”
Agustín Zambrana, conductor del conocido programa digital y de radio “El Búnker”, destacó que “la Democracia Plurinacional está agotada. El ciclo de este sistema, el actual modelo democrático, colapsó y no nos sentimos identificados con él”.
“Sucedió en su momento con la Democracia Pactada de 1982-2003/6 y ahora lo mismo sucede con la Democracia Plurinacional (2006-2021/?). Hoy, ante un país en caos, polarización y crisis en todo aspecto, se necesita un modelo distinto. La Democracia Federal podrá darnos nuevas esperanzas y convencernos de que podemos seguir unidos los bolivianos sin seguir matándonos. Es imperioso caminar al nuevo modelo de democracia”, enfatizó.
Modelos civilizatorios y formas de Estado
Para Rolando Schrupp, secretario ejecutivo del Movimiento Nación Camba, la clave del asunto es “la incapacidad de la oligarquía polítiquera de aceptar que el proyecto de Estado Plurinacional de Bolivia ha sido un rotundo fracaso, en lo político, en lo económico, en lo social y en lo medioambiental”.
“Peor aún, ante este fracaso buscan radicalizar el feudalismo y llevarnos a un Incario, usurpando todos los derechos, recursos y libertades, tanto individuales como de los pueblos que ocupan este territorio, apoyándose en una mayoría tiránica y un modelo despótico”, cuestionó.
Schrupp opinó que existe la oportunidad de “corregir un error histórico”, pero que esto requerirá “que la pasión sea contrapesada por la razón, que las neuronas se impongan a las hormonas y que no sólo discutamos la organización del gobierno, sino los modelos civilizatorios y las formas de Estado. Es decir, un debate completo de la necesidad de federalismo, de republicanismo y de liberalismo. Federalismo sin republicanismo y liberalismo es más de lo mismo”.
Las objeciones al federalismo
En un reciente artículo de opinión, el ensayista Roberto Barbery Anaya repasó las objeciones principales que se vienen haciendo al federalismo, y que en su criterio no tienen relación con el tema de fondo.
“1) Que el ciudadano no está preparado. La objeción termina cuestionando, en última instancia, la vigencia de la mismísima democracia. 2) Que los actores políticos no están preparados. La hipótesis tiene la misma raíz filosófica anterior. Si los actores institucionales no están preparados para gobernar, mejor sería buscar un autócrata providencial. 3) Que se va a afectar la unidad del país. Es la hipótesis más rancia. La de aquellos que siempre han propuesto que cambie todo para que no cambie nada. es la hipótesis más conservadora. 4) Que hay otras prioridades. Es la hipótesis más obvia, claro. Todavía, en última instancia, está pendiente la felicidad, en efecto… Pero, entretanto, no le vendría mal al país una reforma democrática que no sea tan revolucionaria”, enumeró.
Edición y entrevistas: Emilio Martínez
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