Lo que espera a Suiza: perspectivas económicas para 2022

Keystone / Christian Beutler

Dificultades en la cadena de suministro, el retorno al pleno empleo, riesgos de inflación, un franco suizo excepcionalmente fuerte, nuevas formas de competencia para la industria farmacéutica y los bancos: a continuación, una selección, no exhaustiva, hecha por los periodistas económicos de swissinfo.ch sobre los que se perfilan como los siete temas más relevantes para la economía suiza en 2022:

1) Fuerte crecimiento, pero fragilizado por Ómicron



Después de una sólida recuperación este año (+ 3,5%), Suiza debería observar nuevamente un crecimiento superior a la media en 2022. La Secretaría de Estado de Economía (SECO) prevé un aumento del 3% en el producto interior bruto (PIB). Pero las dificultades que enfrenta la cadena de suministro y nuevas medidas sanitarias ligadas a la aparición de la variante Ómicron serán los principales factores que explicarían una ligera ralentización en el crecimiento.

El mercado laboral se ha recuperado por completo de la pandemia. Actualmente, las empresas luchan por encontrar mano de obra cualificada, especialmente en los campos de la tecnología de la información, la arquitectura, la industria química y farmacéutica y la ingeniería mecánica.

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La escasez de personal cualificado también se halla por encima de la media en el sector salud y social, según un estudio reciente de Credit Suisse. De acuerdo con Seco, la tasa de desempleo debería disminuir aún más en los próximos dos años, del 3% en 2021 al 2,4% en 2022 y luego al 2,3% en 2023

2) El regreso del fantasma de la inflación

Además de los temores relativos a la aparición de nuevas variantes, también inquieta la evolución de la inflación, que actualmente es superior a la esperada en Estados Unidos y la eurozona. «Supongo que la inflación disminuirá por sí sola, incluso si los tipos de interés se mantienen sin cambios», afirma optimista Katrin Assenmacher, jefa de estrategia de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y colaboradora desde hace mucho tiempo del Banco Nacional Suizo (BNS).

En Estados Unidos, sin embargo, las señales apuntan a un aumento de las tasas de interés. El presidente de la Fed, Jerome Powell, es considerado un defensor de una política monetaria estricta. Por eso surge la pregunta de cuánto tiempo el banco central estadounidense seguirá siendo un espectador antes de apretar, si es necesario, las riendas de la política monetaria.

Si las tasas de interés subieran, el Banco Nacional Suizo también se vería presionado. Pero si hiciera lo mismo, el franco se tornaría aún más fuerte de lo que ya es. Llegar a una paridad entre el franco y el euro parece incluso perfilarse como una hipótesis probable.

3) La industria farmacéutica suiza enfrenta competencia por toda partes

Verdadera fuerza impulsora de las exportaciones suizas, responsable de más de un tercio del crecimiento del PIB suizo desde 2010, la industria farmacéutica seguirá avanzando. Pero la competencia extranjera se intensifica. Irlanda, Dinamarca, la región de San Francisco y Singapur están intentando activamente atraer a su territorio a las empresas farmacéuticas.

Además, Roche y Novartis se enfrentan a una competencia cada vez más fuerte de los recién llegados a la biotecnología (BioNtech, Moderna), así como de gigantes tecnológicos como Google o Amazon, que dependen de la inteligencia artificial y la llamada Big Data para encontrar su lugar en el lucrativo mercado de la salud.

  

Desafíos de envergadura que se presentan al mismo tiempo que los sistemas de salud están bajo una presión creciente y los gobiernos podrían cuestionar el precio de los nuevos medicamentos en el mercado. Hay elementos suficientes para obligar a la industria farmacéutica suiza a invertir masivamente en investigación y adquisición de empresas activas en el desarrollo de medicamentos y tratamientos personalizados, que se dibujan como el futuro santo grial de la industria farmacéutica

4) La industria reencuentra su camino

Impulsada por la fuerte demanda de China y Estados Unidos, la industria relojera suiza se ha olvidado de forma definitiva de los cierres y confinamientos del 2020, que provocaron que sufriera uno de los principales shocks económicos de su historia. La mejoría debería continuar en 2022, aunque aún prevalece la incertidumbre. La dinámica dependerá, en gran medida, de la velocidad de recuperación del turismo internacional, fundamental para el buen funcionamiento de la industria del lujo. Los expertos más optimistas pronostican exportaciones de alrededor de entre 21 000 y 22 000 millones de francos suizos, cerca del máximo histórico que observaron en 2014.

Menos conocida y visible que la relojería, pero mucho más importante en términos de exportaciones y puestos de trabajo en Suiza (320 000 empleos), la industria de maquinaria, equipos y metales (MEM) también da muestras de optimismo para los próximos meses. Las carteras de pedidos vuelven a estar llenas y las ventas experimentan un fuerte repunte en este sector de actividad que, desde hace tiempo, sufre los efectos de la pandemia.

Las principales preocupaciones se relacionan con la escasez de suministro y el aumento de las materias primas. La nueva subida del franco frente al euro parece haber sido digerida ya por los capitanes de la industria de la MEM, que aprovecharon la crisis para innovar y así aumentar su competitividad.

5) Bancos ante el riesgo de una burbuja inmobiliaria

El aumento de las tasas de interés sería una buena noticia para los banqueros de inversión, pero no para los propietarios de viviendas. Algunos de ellos pueden tener dificultades para pagar sus hipotecas. El Banco Nacional Suizo y la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA) han advertido repetidamente a los bancos sobre el peligro que enfrentan permitiendo una rápida expansión de sus carteras hipotecarias.

FINMA requerirá ahora a los bancos y otras compañías financieras que declaren su exposición a los riesgos climáticos. Las inversiones sostenibles prometen nuevas fuentes de ingresos, pero solo si se realizan correctamente. Las organizaciones no gubernamentales estarán atentas a cualquier intento de engañar a los inversores.

  

Finalmente, los bancos ya no podrán ignorar los avances tecnológicos en el mundo de las finanzas. Diversos bancos digitales han encontrado ya su plaza en las finanzas tradicionales. Los recién llegados apuestan por las criptomonedas y las finanzas descentralizadas, que automatizan las transacciones en busca de la eliminación de intermediarios. Es poco probable que Blockchain transforme radicalmente las finanzas tradicionales en 2022, pero los bancos se han dado cuenta de que su modelo de negocio tradicional está siendo desafiado por esta nueva tecnología.

6) Multinacionales bajo presión

A partir de 2022, las grandes empresas basadas en Suiza deberán rendir cuentas sobre su impacto social y medioambiental. A partir de 2023, las empresas de sectores de alto riesgo, como la minería, también deberán regirse por reglas de debida diligencia sobre los riesgos relacionados con el trabajo infantil y los minerales de las zonas de conflicto.

Las promotoras y los promotores de esta iniciativa para las multinacionales responsables, rechazada en votación popular en 2020, estiman que la nueva ley no va suficientemente lejos y seguirán presionando para que las compañías sean obligadas a rendir cuentas sobre su impacto en el extranjero. Y se espera que la Comisión Europea tome una decisión largamente esperada sobre empresas responsables en 2022, que podría tener un alcance más ambicioso que el de la ley suiza.

Las multinacionales también serán puestas a prueba en otros contextos como China y Myanmar, donde se denuncian violaciones generalizadas de derechos humanos.

7) Finanzas públicas muy sólidas.

Las finanzas públicas sanas también son la señal de una economía robusta.

Tras haber reportado números rojo durante los últimos dos años, el presupuesto de la Confederación Helvética debería retornar al equilibro en el 2022. Los gastos extraordinarios por 40 000 millones de francos suizos en los que incurrió el gobierno para hacer frente a la crisis sanitaria tendrían que amortizarse en 10 años si que esto le cueste un solo centavo a los contribuyentes. El gobierno prevé utilizar los excedentes presupuestarios y las utilidades del Banco Nacional de Suiza para amortizar la deuda.

Las perspectivas de largo plazo también son favorables. Pese al alza en el presupuesto para formación y cargas relacionadas con el envejecimiento de la población, los expertos de la Confederación HelvéticaEnlace externo prevén que la deuda pública de Suiza (Confederación, cantones y comunes) aumente, en el peor de los escenarios, del 30% al 51% del PIB de aquí al 2050.

A título de comparación, la tasa de endeudamiento medio de la zona euro se ubica, actualmente, cerca del 100% del PIB. Por lo tanto, un repunte del Estado no tendría que representar grandes problemas para Suiza, porque la prosperidad de la población también irá en una “franca progresión” durante este periodo, estiman los economistas gubernamentales.

Traducido del francés por Andrea Ornelas

Fuente: www.swissinfo.ch