Los recientes encuentros entre autoridades de diversos niveles del Estado fueron valorados positivamente por un analista político, que ve una recuperación de ámbitos de concertación institucional.
La discusión sobre la Ley 1407 del Plan de Desarrollo Económico y Social logró articular reuniones entre el gobierno central, gobernadores y alcaldes, que habían brillado por su ausencia en la actual gestión. Más allá de las distintas opiniones sobre la norma en cuestión, y de falencias o asimetrías que puedan señalarse sobre los mecanismos de los encuentros, hay una apertura al intercambio de ideas que es esencial para la democracia. Sobre el tema, eju.tv consultó la opinión del politólogo Luis Andia.
eju.tv: Primero en el encuentro del presidente Arce con los alcaldes y luego en el Consejo Nacional de Autonomías con los gobernadores, ¿se ha instalado un espacio de diálogo que hizo falta durante un año? ¿Esto podrá trascender al tema específico del PDES y alentar conversaciones más frecuentes?
Luis Andia: El diálogo es el espacio institucional que deberíamos seguir en este sistema democrático que tenemos. Estuvimos políticamente en un periodo de crisis y los espacios institucionales no fueron suficientes. La política se fue a la calle y los discursos eran parainstitucionales, o de procesos y salidas fuera de la institucionalidad. Eran lo que Fernando Mayorga llamaba “las propuestas rupturistas”.
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Es un espacio institucional que se requiere para dar lugar a otros actores de los gobiernos subnacionales, que son más diversos. Ahí ya no hay dos partidos políticos, aunque seguramente hay un partido dominante. Pero en los espacios de la oposición hay otro tipo de visiones y organizaciones.
No sólo es positivo para ellos porque entran al debate nacional. También dejan de ver el proceso político en blanco y negro. Por esta razón, yo creo que esto va a continuar, por lo menos en estos ámbitos. Se han dado cuenta estas autoridades subnacionales, legítimas también, que pueden participar y ser protagonistas de su propia gestión. Entonces, sí, podría trascender a este tema que se ha tocado.
¿Cómo evalúa las ausencias de Arce y Camacho?
En el caso de Arce, hay una complementación entre presidente y vicepresidente. Creo que el vicepresidente es el que debe trabajar mucho más estos escenarios de concertación, por el mismo discurso con el que inició su gestión. Los técnicos pueden suplir en gran medida las explicaciones más profesionales de las temáticas que se vayan a tratar. El presidente va a participar en lo posible de estos diálogos, pero creo que va a ser más protagónico el vicepresidente.
En el caso de Camacho, la ausencia responde a una estrategia de su equipo político, que tiene la idea de polarizar con el presidente, ser la cabeza del otro polo político con vistas a convertirse en una alternativa directa al gobierno. Si no está el presidente, él tampoco está. Políticamente, a ambos por el momento les interesa alimentar el discurso del 2019-2020, los conflictos entre golpe o no golpe, entre fraude o no fraude. Camacho va a privilegiar siempre estar en un cabildo opositor, que es el escenario natural de su liderazgo y que le favorece con el grupo social que lo sigue de forma más cercana.
En el Consejo de Autonomías se vio a Choquehuanca volviendo a utilizar conceptos despolarizadores o pacificadores en su discurso. ¿Retomará las posturas conciliadoras?
Choquehuanca es el personaje pacificador y conciliador del gobierno. Sólo que esta vez el gobierno tiene claro que no van a dejarse movilizar políticamente hasta un momento de no retorno.
El presidente Evo Morales tenía hasta días antes de su renuncia a un fuerte contingente social movilizado, que se había desplazado hacia el centro de La Paz. Sin embargo, mandó a sus bases a desmovilizarse. Probablemente, así se evitaron enfrentamientos entre civiles.
Pero el gobierno actual no tiene un presidente que ya está tres periodos, con una decisión legal contraria a un referéndum. Hay un presidente con mayor legitimidad y con una mayoría similar, y no están dispuestos a ceder tan fácilmente lo que se ha ganado en las urnas. Si bien han retrocedido en el proceso de las leyes, por otro lado mandan el mensaje de que también van a movilizarse. Iniciaron con un discurso conciliador pero tampoco están dispuestos a ceder el poder.
Este gobierno no tiene los mismos problemas que tenía el de Evo Morales. No estamos en un camino de escalada hacia una ruptura de los procesos, sino de bajada de la crisis. Todo lo que replantee un “escenario 2019” va contra la tendencia actual.
Entonces, movilizaciones como la del cabildo en Potosí o las posturas de Camacho, son mas de posicionamiento político que de búsqueda de un nuevo escenario. Repiten ese discurso para reposicionarse en el actual campo político. Este campo rupturista va a ir disminuyendo y tendrían que reponerse los escenarios institucionales con la necesaria voluntad política de las partes de entrar a dialogar y lograr salidas políticas.
Edición y entrevista: Emilio Martínez
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