La distorsión de la danza Los Macheteros durante la celebración de los 13 años del Estado Plurinacional, es considerada una afrenta y falta de respecto a la cultura del departamento del Beni.
Fuente: https://lapalabradelbeni.com.bo
“Hay un total desconocimiento y falta de respeto a nuestra identidad, en toda instancia, porque tenemos leyes departamentales y nacionales que declaran esta danza patrimonio cultural e intangible de la humanidad”, afirmó el rector del Instituto de Formación Artística “Arnaldo Lijerón”, Reynaldo Revollo.
Con base en las leyes no se debe cambiar un ápice a esa manifestación, sino más bien respetarla como es, porque representa la historia y cultura de un pueblo.
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Sin embargo, constantemente se la viene deformando y presentando hasta de manera burda y ridícula. En el último acto hasta le cambiaron la música regional por una altiplánica.
Opinó que este hecho amerita no solamente una protesta por las redes sociales, sino formal por parte de las instituciones y sectores organizados.
“Hay que ponerle un atajo a esto que ha venido sucediendo desde hace mucho tiempo y que nos indigna, renegamos como gente querendona de nuestra cultura, pero todo ahí, se enfría, se apaga y después de meses vuelven a atentar contra nuestra identidad”, enfatizó.
Recordó que esa distorsión se ha dado por grupos coreográficos y otras organizaciones, por lo que se deben generar políticas para mostrar esta danza como es, con todo su esplendor.
Revollo aseguró que en el Beni no se danzan morenadas, ruedas chapacas, cambiando su esencia.
“Ese ballet no tiene la mínima idea de la danza Los Macheteros”, protestó el vicepresidente del Comité Cívico del Beni, Alonso Mejía.
Mencionó que esa danza es parte de la cultura enraizada de esta parte del país, en consecuencia no debe ser estropeada y tergiversada como ha estado sucediendo.
Los Macheteros es una danza guerrera típica de Moxos. Los rostros solemnes de los bailarines (todos varones de diferentes edades) se mueven al ritmo de un tambor.
Cada danzante lleva en la mano derecha un machete de madera, se coloca un penacho hecho de plumas de parabas en la cabeza, aunque en los últimos años se están utilizando materiales alternativos para confeccionarlo. Se baila descalzo, aunque en algunas poblaciones usan abarcas.
Los bailarines se mueven ceremoniosamente sin soltar los machetes ni deponer su actitud de guerreros. La Ley 1228 declara patrimonio cultural inmaterial del Estado dicha danza, expresada en su música, vestimenta, coreografía y simbología.