En la entrevista que el autor de “Evo: Operación Rescate” le hizo al exvicepresidente, éste indica que le dijo a Cristina Fernández de Kirchner que “ya se tomó la decisión” y que “las cosas ya están definidas”.
Fuente: paginasiete.bo
Pablo Peralta M. / La Paz
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El 10 de noviembre de 2019 (10-N) a las 10:00, el entonces vicepresidente Álvaro García Linera le comunicó a Cristina Fernández de Kirchner la renuncia inminente del presidente Evo Morales. “Ya se tomó la decisión”, le dijo, según el libro Evo: Operación Rescate, una trama geopolítica en 365 días, del autor Alfredo Serrano Mancilla.
Morales hizo pública su dimisión alrededor de las 16:50, en medio de una ola de dimisiones de sus colaboradores y legisladores, y después de que los altos mandos de las Fuerzas Armadas (FFAA) y de la Policía y hasta el ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, le recomendaran dejar el poder para pacificar el país. Las FFAA le sugirieron renunciar a su mandato presidencial al promediar las 15:48. Pero todos estos pedidos se dieron después de que Evo Morales ya tomó la decisión; sin embargo, ahora el Gobierno utiliza esos pedidos como principal argumento para acusar de “golpe” no sólo a los militares, sino al gobierno de Jeanine Añez.
“Esa misma mañana me llama Cristina, a eso de las 10:00, y me pregunta cómo está la cosa. Le digo: ‘Hola, compañera Cristina; las cosas ya están definidas, Evo va a renunciar’. Cristina es la primera que se entera. Ella quería aconsejarnos, pero ya estaba todo definido. Nos daba consejos sobre qué hacer, pero le dijimos: ‘Ya se tomó la decisión’. Entonces nos dijo: ‘Háganlo de la mejor manera y salvaguarden la vida de Evo’”, se lee en el libro.
En el capítulo I el autor narra entretelones de lo que ocurrió el 8, 9 y 10 de noviembre de 2019. El relato es acompañado con entrevistas con Morales y García Linera. Se trata de una crónica tanto de lo que pasaba en torno a la cúpula de Morales y lo que ocurría en Argentina, donde se llevaba adelante un encuentro del Grupo de Puebla, y desde donde el autor seguía, a distancia, los acontecimientos en Bolivia.
Nos arrastrarán por las gradas
El exvicepresidente -en su conversación con Serrano Mancilla- cuenta que el viernes 8 de noviembre, cuando empezó el motín policial, le dijo a Morales que saliera de la Casa Grande del Pueblo. No obstante, subraya que Morales mencionaba que no se movería del recinto, pese a que incluso ministros le aconsejaron salir de ahí. Fue en ese instante que García Linera señala que cuando Evo le consultó, le dijo que el lugar no era seguro, y añadió que si se quedaban les iban a arrastrar por las gradas.
“Cuando viene a consultarme a mí, le digo: ‘Vámonos, ya aquí no es seguro, Evo; vamos a ser tú y yo solos lanzándonos por el balcón del piso veintitrés, nos van a arrastrar por las gradas, tenemos que irnos’. Y allí dice: ‘Ya, vámonos’. Nos fuimos a la residencia ese viernes; él se quedó allí a descansar y yo me fui a mi domicilio. Desde esa noche ya estaban todas las opciones claras: que lo iban a detener preso, que lo iban a matar, que nos iban a arrastrar por la plaza colgados. Todas.”, señala García Linera.
La madrugada del domingo
El sábado 9 de noviembre -según la conversación del autor con el expresidente-, después de varias reuniones, Morales optó por quedarse en el aeropuerto de El Alto. El domingo en la madrugada, aproximadamente a la 1:00, les llamó el “encargado directo” del secretario general de la OEA, Luis Almagro, y les dijo que tenían listo el informe preliminar de la auditoría a los comicios del 20 de octubre.
La auditoría se realizó a invitación del gobierno del entonces presidente Morales. El 22 de octubre de 2019, el entonces canciller Diego Pary envió una misiva a Almagro en la que hace la invitación “para que se realice una auditoría al cómputo oficial de votos del proceso electoral en curso, para verificar la transparencia y legitimidad del mismo”.
El exmandatario sostiene que el acuerdo con la Cancillería era que el informe recién estaría terminado el 13 de noviembre y no en la madrugada del 10. Agrega que intentaron comunicarse con Almagro, pero -lamenta- “no quiso contestarnos”. Morales relata que entonces pidió hablar con el encargado, a quien le manifestó: “Si sale este informe, va a traer muertos y heridos; van a ser responsables”.
Morales relata al autor del libro que antes de que la OEA realizara la llamada, uno de los puntos del “debate” estaba en que La Paz no se iba a movilizar sin Fernando Camacho. “Los políticos paceños son una vergüenza; Mesa y compañía no pueden movilizar como en Santa Cruz, por eso contratan un cruceño en territorio aymara, al Occidente, para poder movilizar (y ni así han movilizado). Por eso, al final fueron la Policía y las Fuerzas Armadas quienes hicieron el levantamiento”, indica.
“Evo, a carajazos”
Serrano Mancilla señala que antes de que se produjera la declaración formal de las FFAA, sobre la renuncia de Morales, desde las primeras horas de la mañana del domingo, el exmandatario detectó algunos movimientos “más que sospechosos”.
García Linera -en la entrevista- asegura que “ya la Fuerza Aérea estaba haciendo lo que le daba la gana” y que cuando Morales le dijo que deben irse al Chapare (Cochabamba), el avión estaba escondido.
“Evo, en medio de ese momento tan turbulento, dice: ‘Hay que irnos al Chapare’. Y cuando nos íbamos a ir, la Fuerza Aérea esconde en el hangar el avión, que siempre estaba afuera. Cuando se entera de que al avión no está, Evo convoca al comandante preguntando por el avión y nadie le dice nada; y entonces Juan Ramón y Evo empiezan a carajear. Evo, a carajazos, es quien les obliga a sacar el avión otra vez del hangar para que esté donde siempre, fuera del salón presidencial a la puerta; se logró a la mala, a carajazos de Juan Ramón, de Evo, de su seguridad; había ya la intención de detenernos ahí mismo, si no, no se explica por qué habían guardado el avión. Había un plan para detenerlo”, asegura.
“Adrianita tenía que asumir”
García Linera indica que desde la noche del sábado sabían que no les iban a aceptar una nueva elección, planteada por Morales en la mañana del domingo.
Es en ese contexto que el exvicepresidente comenta que Morales le preguntó su opinión sobre la renuncia, a lo que respondió: “‘Evo, yo estoy aquí por vos; yo estoy aquí por apoyar a un gobierno indígena, no a un gobierno de Álvaro García Linera’. Entonces él dijo: ‘Vámonos juntos, renunciaremos juntos’”.
García Linera agrega que le dijeron a Adriana Salvatierra, entonces presidenta del Senado, “te va a tocar la parte más dura”. Y luego adiciona: “La idea era que Adrianita tenía que asumir el gobierno. Nos despedimos, le damos un par de consejos. Luego Adrianita renuncia a pedido nuestro, cuando ya estábamos en México”.
No obstante, Salvatierra renuncia el mismo 10 de noviembre, después de las 18:00, tras que Morales y García Linera hicieran públicas sus dimisiones. “Así como el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera han hecho pública su renuncia, de la misma forma hago pública mi renuncia como presidenta de la Cámara de Senadores”, indicó esa noche en declaraciones a una red televisiva.
Entonces, Morales y García Linera aún estaban en territorio nacional. Salieron del país al día siguiente, rumbo a México.
Luego de analizar la situación conflictiva interna, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial”.
Fuerzas Armadas
He decido, escuchando a mis compañeros de Conalcam, de la COB y también escuchando a la Iglesia Católica, renunciar”.
Evo Morales
Le digo: ‘Hola, compañera Cristina; las cosas ya están definidas, Evo va a renunciar’. Cristina es la primera que se entera”
Álvaro García Linera
La idea era que Adrianita tenía que asumir el gobierno. Nos despedimos, le damos un par de consejos
Álvaro García Linera, exvicepresidente
Fuente: paginasiete.bo