¿Vuelve Lula? ¿Cómo afectaría a Bolivia y a la región?


Junto con los comicios de Colombia, las elecciones brasileñas pueden ratificar o desmentir una nueva oscilación del péndulo regional hacia la izquierda.

De acuerdo a encuestas recientes, Lula da Silva aparece como el gran favorito para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil, con un 42% de intención de voto. La posibilidad de un retorno al poder del líder del PT tendría implicaciones significativas, no sólo para el vecino país sino para toda América del Sur.



Para profundizar en el tema, eju.tv buscó el parecer de los politólogos Carlos Saavedra y Alejandro Balcázar.

eju.tv: ¿Una eventual victoria de Lula confirmaría el viraje de la región hacia la izquierda?

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Carlos Saavedra: Brasil es un potencia económica y política en la región y siempre es de gran peso el posicionamiento político de su gobierno.

Lo que pase en las elecciones presidenciales en Brasil y Colombia va ser determinante para definir la correlación de fuerzas en la región, en un momento que se caracteriza por disputas complejas en la geopolítica mundial, donde se estructura un bloque ruso/chino que está disputando la hegemonía mundial con Estados Unidos y la Unión Europea.

Una hipotética victoria del PT y Lula en Brasil, y de Petro en Colombia, marcarían un viraje a la izquierda: 7 de 10 gobiernos en Sudamérica serían de esta línea política.

Pero también es importante anotar que no es la reconfiguración del bloque del socialismo del siglo XXI, ya que se trata de contextos distintos y de liderazgos que tienen otra impronta, es el caso de Chile con Gabriel Boric.

En este hipotético escenario sólo Lasso en Ecuador y Lacalle Pou en Uruguay mantendrán posturas de derecha en la región, ya que el presidente paraguayo Abdo siempre estuvo más al centro.

Alejandro Balcázar: El contexto de pandemia es un escenario muy propicio para que las ideas de izquierda y que responden al socialismo del siglo 21 haga click con los electores en Latinoamérica. Vemos el caso de Chile, Bolivia y ahora posiblemente Brasil con Lula Da Silva.

Ante la crisis económica, la incertidumbre y la crisis sanitaria, la ciudadanía busca proyectos políticos que les “garanticen derechos”, lo que la izquierda llama un Estado Presente, y esto puede resultar una solución a corto plazo, con resultados inmediatos como proteccionismo y asistencialismo estatal, programas de gobierno que garantizan bonos y otros productos clientelares. El problema está en el sostenimiento de estas medidas. Cada vez que los Estados optan por la vía asistencialista sin medida tienen déficits y generan crisis económicas sin precedentes, se les escapan de las manos las finanzas públicas y para muestra un botón: Argentina, que tiene con el FMI un idilio para pedir un “salvataje” y sacar a flote su diezmada economía.

Brasil no es la excepción y es tal vez por esto que se explica el gran apoyo que tiene el PT en las encuestas. Seguramente son las clases más empobrecidas quienes están adhiriendo el apoyo al proyecto de Lula, porque creen que en él podrán encontrar certezas de programas sociales que los beneficien.

¿Qué chance tendrían Bolsonaro o Sergio Moro de frenarlo en segunda vuelta?

Carlos Saavedra: Hoy las diferentes encuestas muestran amplias ventajas para el PT de Lula. Sin embargo, el desafío electoral que tiene es “abrazar electoralmente” al votante de centro que no tiene una inclinación ideológica. En la medida que el PT unifique la izquierda y siga ganando la simpatía de los centros, va ser muy complejo que le arrebaten la elección.

Las opciones de derecha van a apelar a unificar el voto anti Lula y PT, aunque sólo eso no les alcanza. Tendrían que revertir una gran cantidad de votantes que son de centro y que hoy optan por Lula.

Alejandro Balcázar: Bolsonaro representa un continuismo ya desgastado, como todo oficialismo en ejercicio, pero también representa un proyecto político que apuesta a las libertades económicas y civiles. Creo que tiene desventajas frente a la propuesta con mejor “timing” que puede tener el PT con Lula. En el caso del ex “superministro” estrella de Bolsonaro y ex juez Moro, podría tener mayores opciones al condensar en esta candidatura una nueva apuesta del Brasil de vanguardia.

Podría ser interesante ver un balotaje entre Lula y Moro, quien siendo juez lleva a Lula a la cárcel por causas de corrupción. Tal vez las urnas le den a Lula la opción de enfrentar a su viejo enemigo, pero las encuestas no son tan buenas con el ex juez del Lava Jato.

Lo posible es que se cree una gran alianza entre Bolsonaro y Moro  para evitar el retorno del PT y de Lula al poder. En esta ecuación, la variable del voto católico y cristiano será fundamental para cohesionar y frenar al socialismo petista.

¿Cómo incidiría específicamente en Bolivia un triunfo electoral del PT?

Carlos Saavedra: En términos económicos es central la relación de Bolivia con Brasil, por los contratos de exportación de gas. Tener un gobierno que sea cercano en términos políticos puede ayudar a generar mejores condiciones.

Alejandro Balcázar: Brasil es uno si no el principal socio comercial de Bolivia, son nuestros principales clientes en cuanto a la venta de gas y la economía boliviana es dependiente de lo que sucede en Brasilia. Seguramente, un posible gobierno petista encontraría sintonía ideológica en Plaza Murillo y podrían continuar esos lazos de cooperación, pero también una victoria de Lula podría reforzar el imaginario de que un ex presidente puede volver y “salvar a la nación”, que es a lo que el MAS, o al menos una facción, está apostando con la figura de Evo Morales y su retorno al poder, incluso sobrepasando el rol de Luis Arce como presidente de Bolivia.

De cualquier manera, para la región será un costo muy grande el que un gigante como Brasil gire nuevamente a la izquierda. Otra vez serán años de pérdida de oportunidades para el desarrollo de las economías, impulso de la iniciativa privada y generación de empleos. Serán unos años oscuros en Sudamérica.

Hay sin duda un consorcio de la izquierda que está bien coordinado, haciendo todo lo posible para volver a controlar los destinos de la región. No sólo son alianzas en lo político, si no recordemos también que son alianzas que fueron denunciadas en cuanto a hechos trascendentales de corrupción. Recordemos que según el diario brasileño Folha de Sao Paulo, Lula presionó a  la empresa OAS para ejecutar una obra deficitaria. La construcción de una carretera entre Potosí y Tarija habría sido impulsada a petición de Lula da Silva para evitar “riesgos diplomáticos” con el gobierno de Evo Morales. Así habría declarado en su momento el ex presidente de OAS, preso por corrupción en Brasil.

Entonces, estamos ante una vieja relación entre Evo Morales y Lula da Silva que abarca mucho más qué sólo la amistad.

Edición y entrevistas: Emilio Martínez

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