Los combates en Ucrania han forzado a muchas marcas occidentales a olvidarse de sus planes de expansión en Rusia. Netflix, Ikea o Apple han anunciado su salida del mercado ruso en el último mes, en represalia contra Vladimir Putin. Sin embargo, varios grupos franceses se niegan a abandonar Rusia por el momento.
Del lado de los hidrocarburos, el grupo británico BP salió de Rosneft, una empresa de petróleo propiedad del gobierno ruso, Shell rompió su alianza con Gazprom. Hasta McDonald’s y Coca-Cola se suman al boicot contra Putin. Pero no todos van en la misma dirección. El grupo francés Auchan Retail, dueño de supermercados e hipermercados Alcampo o Auchan, ha decidido mantenerse en Rusia pese a la estampida tras los combates en Ucrania.
Auchan es una excepción entre la gran mayoría de empresas que abandonaron el país tras el estallido del conflicto, y que su presidente justifica “desde el punto de vista humano”. La empresa mantiene su actividad con cerca de 30.000 empleados, que de momento no van a perder su puesto de trabajo. La compañía argumenta que el abandono del negocio en Rusia significaría pérdida económicas y laborales, no la paz.
Auchan obtiene en Rusia el 10% de sus ventas mundiales, según recordó este domingo en una entrevista con el diario Journal du Dimanche su presidente, Yves Claude. “Es fácil criticarnos, pero estamos allí, damos la cara y actuamos por la población civil», en respuesta a los críticos que los llaman a salir de Rusia. Al igual que otros grupos, Claude recordó que una salida expone a sus dirigentes locales a persecución.
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«Yo me cuestiono todos los días, porque la decisión no es fácil de tomar, pero estoy convencido de que es lo correcto. Me siento apoyado por mis accionistas, mis colaboradores y nuestros interlocutores sociales», afirmó Claude. En Ucrania, donde Auchan opera 43 tiendas con 6.000 empleados, las condiciones son «extremas» y se empieza a observar un desabastecimiento de productos frescos porque el 90% de viene del interior del país, señaló Claude.
El gobierno ucraniano ha llamado a boicotear el grupo francés de supermercados por no irse de Rusia. Pero hay otras compañías que todavía tienen puntos de venta abiertos en Rusia, simplemente porque no pueden cerrarlos.
Marks & Spencer, Burger King y los grupos hoteleros Marriott y Accor están sujetos a acuerdos legales de franquicia: han subcontratado sus negocios en Rusia a terceros y no son dueñas de las operaciones que llevan su nombre. Esto les impide —o de momento les dificulta— sacar su marca de los centros comerciales de Rusia. Ibis y Novotel siguen formando parte del paisaje moscovita. Burger King, KFC y PizzaHut son de hecho los grandes beneficiados por el cierre de McDonalds.