Fuente: El Deber
En las últimas décadas, el turismo se ha convertido en uno de los principales actores del comercio internacional, y representa al mismo tiempo una de las principales fuentes de ingresos de numerosos países en desarrollo.
Consciente de esa situación, el Observatorio Económico de Mercados y Opinión de la Utepsa (Universidad Tecnológica Privada de Santa Cruz de la Sierra), realizó una encuesta titulada: Tipología del turista interno post pandemia en Santa Cruz de la Sierra. El trabajo reveló que el 77% de cruceños realizó un viaje interno de turismo en los últimos 12 meses.
De acuerdo con la encuesta realizada a 396 personas, el principal estímulo para realizar el viaje es la invitación de un familiar (36%). En tanto que la mayor motivación es la experiencia aprendida (21%).
En lo que respecta a lugares turísticos de preferencia, Aguas Calientes (26%), Roboré (26%) y Samaipata (23%) son los predilectos para vacacionar. En tanto, Samaipata (40%), Santa Cruz (40%) y Cochabamba (38%), son los sitios más conocidos por los turistas internos.
El objetivo del Observatorio Económico de Mercados y Opinión de la Utepsa fue perfilar a los tipos de turistas más frecuentes en Santa Cruz, según sus preferencias, motivos, exigencias, costumbres y otras características relacionadas al turismo.
A decir de Yudy Lany Justiniano, presidenta de la Asociación Boliviana de Agencias de Viaje y Turismo (Abavyt) en Santa Cruz, el movimiento de turistas hacia Santa Cruz es el mayor del país por dos motivos: inspeccionar si pueden o tienen condiciones de trabajo que no encuentran en sus regiones y disfrutar de los atractivos locales.
Por su parte, Gabriela Villegas, gerenta propietaria de Gabytop Travel, indicó que Santa Cruz se ha convertido en la potencia turística de Bolivia y que debido a la alta cantidad de vacunados que se registra en el país, se ha registrado un mayor flujo de visitantes este año con respecto a la pasada gestión.
En relación a los datos del estudio referido, de acuerdo con Christian Aramayo, coordinador del Centro de Desarrollo Humano y Empleabilidad (Cedhe), es importante hacer notar que ocho de cada diez bolivianos que viven en Santa Cruz de la Sierra realizaron un viaje de turismo interno en el último año, ello indica un sentido de identidad importante y una valoración subjetiva notable.
Según Aramayo, el turismo tiene la particularidad de ser una actividad económica que fortalece vínculos de confianza y apoya a la acumulación de capital intangible. Es decir, genera confianza y sentido de identidad, aspectos que, desde el punto de vista económico, coadyuvan a reducir los costos de transacción debido al fortalecimiento del tejido social y la sensación de estabilidad que debe preservarse para las actividades relacionadas al turismo.
Acceso a recursos
El sector -a escala nacional- de acuerdo con Justiniano, presenta necesidades, siendo la principal, la falta de incentivos económicos por parte del Gobierno central. “La industria sin chimenea, generadora de miles de empleos indirectos, no tiene acceso a créditos bancarios”, indicó Justiniano.
Para tener una reactivación plena, según Villegas, el sector turístico necesita mayor oferta de frecuencias de vuelos y líneas aéreas.
“Tenemos muchas limitantes. Por ejemplo, el vuelo a Uyuni cuesta entre Bs 1.500 y Bs 1.800 ida y vuelta. Solo vuela BoA, cuando deberían ir otras aerolíneas. Por eso es que muchas personas optan por volar a Sucre y desde ahí viajar por tierra a Uyuni, aunque sea más agotador”, manifestó Villegas.
De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, el año pasado, el Gobierno nacional aplicó diferentes medidas para reactivar el turismo interno, siendo una de ellas, la creación de ‘Conoce Bolivia’, una entidad pública que viabilizó la visita a diferentes destinos turísticos dentro del territorio nacional con paquetes que podían ser financiados con planes de pago y otras facilidades para el sector público y el público en general.
Otra medida fue la modificación de las restricciones para los viajeros provenientes del exterior del país, suspendiendo el aislamiento obligatorio de 10 días. Esto, de acuerdo con las autoridades, posibilita la reactivación del turismo receptivo, sin dejar de cumplir los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud y Deportes para combatir la pandemia del Covid-19.
“Un determinante para la actividad turística es la estabilidad política y social. En tal sentido, la coincidencia de crisis (particularmente por los conflictos políticos y por la pandemia) ha afectado especialmente al turismo”, manifestó Aramayo.
Al contar con prácticamente un sinfín de lugares paradisíacos, señala Aramayo, la meta tiene que ser lograr que Santa Cruz y Bolivia se consolide como un atractivo turístico para el mundo. El principal desafío está en aprender a resolver los conflictos de manera pacífica y tender (o consolidar) puentes para que todos los actores apunten hacia el desarrollo de la región y el país.
Movimiento en 2021
En enero de este año, el Viceministerio de Turismo dio a conocer un informe que reveló que, durante la pasada gestión, el turismo interno generó un movimiento económico de más de Bs 907,5 millones, con la visita de 1,1 millones de turistas nacionales y más de Bs1.930 millones por la visita de turistas extranjeros (505.988).
Desglosado por sectores, el turismo benefició al sector de alimentación en 26%, hospedaje el 21%, transporte en destino un 20%, recreación un 14%, comunicación un 7%, servicios turísticos un 3%, artesanía un 3% y compras menores con el 6%.
Impacto de la pandemia
En 2020, durante los inicios de la pandemia, alrededor de 500 familias se quedaron sin ingresos por la disminución abrupta de los viajes y turismo y tuvieron que migrar a otro sector; así lo reveló un estudio de Unifranz a través de su Centro de Investigación e Innovación Tecnológica en Turismo (Ciintur), en alianza con la Asociación de Turismo Comunitario de Bolivia Tusoco y la Alianza Mundial de Turismo Indígena (Winta).
El turismo en Bolivia decreció un 65% en 2020, como consecuencia de la pandemia. Cerca de 100.000 empleos fueron cesados temporalmente y aún no se han recuperado, según un diagnóstico realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en abril de 2021.
En Bolivia, el turismo −la cuarta industria en generación de divisas para el país− contribuye con el 4,2% al PBI nacional y genera más de 400.000 empleos directos e indirectos, de acuerdo con las estimaciones oficiales.