El cuerpo de la joven madre es velado en Linde, Cochabamba. El entierro será mañana.
Fuente: Red Uno
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Erika Alvarado, la joven madre que falleció tras 25 días de agonía con el 90% de su cuerpo quemado, es velada por su familia en la zona de Linde.
«Era mi hija querida, mi única hija. Le extraño harto. Pido que se haga justicia. Por favor, señor juez, señora fiscal, esto no tiene que quedarse así, este hombre tiene que pagar. Me arrebató a mi hija, dejando a mis nietos solos, sin su madre. Es algo muy doloroso que ni siquiera puedo explicar, ni decir. Mi dolor es tanto que si por mi fuera, me iría con mi hija. En vez de mi hija que me entierren a mí», contó entre lágrimas Anabel Fernández, madre de Erika.
El entierro será este martes, a las 10:30 en Tiquipaya.
Erika tenía 24 años y dos hijos. Sufrió quemaduras tras una pelea con su pareja. El hecho aún no fue aclarado, pues el hombre asegura que ella misma se echó gasolina y se prendió fuego. La familia de la joven cree que el culpable fue su esposo, quien ejercía constante violencia contra Erika. El hecho se investiga como homicidio-suicidio, pues ambos fueron afectados por las llamas del fuego, llegando a herir a su pequeña bebé.
Desde la Fundación Voces Libres detallaron que Erika fue víctima de violencia sistemática durante toda la relación. Presumen que esto le empujó a tomar la decisión de prenderse fuego.
El hombre sigue internado
Jhoner R., de 33 años de edad, sigue internado en el hospital Viedma, pese a que la justicia ya determinó su detención preventiva por cuatro meses en la cárcel San Pablo de Quillacollo. Informaron que antes de dejarle salir del hospital, debe pagar su deuda por gastos médicos. Pues ya fue dado de alta.
En cuanto a la bebé de ambos, que tiene 1 año y 10 meses, ella está estable y recuperándose favorablemente. Esta semana se le realizarán curaciones y también una primera cirugía de injerto de piel en algunas zonas afectadas. Para poder cumplir con los gastos de medicamentos y tratamiento, el domingo se hará una kermese solidaria en Linde.
Debido al fallecimiento de su hija, Anabel no pudo visitar a su nieta hoy, pero no deja de nombrarla y pensar en ella. Ahora es su motor de vida.