Los múltiples rostros de la resistencia

El Censo de Población y Vivienda sea el 2023 0 2024 a estas alturas es un chiste mal contado por el gobierno. Este ha dejado de ser un tema técnico y se lo ha convertido en uno casi exclusivamente político.
El presidente Arce y sus muchachos, vieron la gran oportunidad de derrotar a uno de los últimos bastiones de oposición, luego de haber barrido casi con todos los líderes regionales con ilegales encarcelamientos, o haberlos cooptado por el miedo a juicios interminables.
Mientras el Comité Interinstitucional cruceño insiste en el censo y se cierra en sus fronteras, el gobierno cae con todo sobre Santa Cruz, con medidas extremas.
En el centro de la tormenta, la díada amigo-enemigo se repone con fuerza, revitalizando la contradicción democracia vs. autoritarismo. Ni Evo, ni Arce, ni Choquehuanca han perdido la línea, los tres son autoritarios y sus huestes la entienden ingresando en una guerra desigual contra indefensos ciudadanos.
Los medios de comunicación y las redes sociales que han sido copados con mensajes sufridos, de odio, de empute, son insuficientes frente a la dimensión del conflicto.
Las instrucciones de un cerco sobre toda una ciudad, que no se entregue alimentos ni combustibles, que ministros paramilitares encabecen desbloqueos; que suspendan exportaciones, que grupos violentos marchen amenazantes, más otras agresiones, ratifica el terrorismo de estado.
Los agredidos siguen con mensajes de diálogo, en tanto el poder político seguirá manipulando el sentimiento nacional con falsas expectativas de algo que no se dará, porque este fue cerrado en la parodia cochabambina y abierto el escenario de siempre: la guerra callejera.
Entonces, ¿el tema central es el censo o la defensa de la democracia? ¿La derivación del conflicto desatado por el gobierno nacional, ¿es de los cruceños o de todos los bolivianos?
La consigna del censo está agotada.
El MAS instruye tomas, asaltos, bloqueos, agresiones, amenazas, violencia criminal, en sus afrentas ha proscrito y peyorizado la consigna del censo. No están en la delicadeza técnica, están en la confrontación política con todas sus consecuencias. Unos usan las armas, otros quieren distribuir rosas.
Estos son los términos impuestos por el gobierno autoritario. De ahí que el problema deja ser regional y adquiere dimensiones nacionales. En consecuencia, las respuestas deben tener el mismo carácter bajo la consigna de la defensa de la democracia y en contra de la división del país.
Los bolivianos estamos agradecidos con los actos heroicos de muchas regiones, pero hemos aprendido que cuando son aislados el sacrificio es inútil. Mientras la protesta se concentre en Santa Cruz, se le facilita la tarea represiva al gobierno masista.
La defensa de la democracia contra el autoritarismo tensa las fibras ciudadanas en todo el territorio nacional, sin necesidad de liderazgos, ni organización previa, las movilizaciones, paros y otras medidas nacidas de la creatividad del pueblo, han evitado que los sectores marchen por si solos. La soberbia masista se siente triunfadora e ignora la historia, olvida que la resistencia al autoritarismo tiene múltiples facetas.
Las brigadas parlamentarias nacionales, departamentales y locales de oposición, cobrarán mayor protagonismo y compromiso con la lucha, con acciones de diverso orden, por ejemplo el inicio de una huelga de hambre en la ciudad de La Paz, o el inicio de un juicio de responsabilidades en contra de Luis Arce Catacora y su ministro paramilitar Montaño por la comisión de delitos de lesa humanidad con la denuncia respectiva ante organismos internacionales.
Olvidan en su jolgorio violento, que puede convocarse a un cabildo nacional en defensa de la democracia, como factor articulador de las demandas ciudadanas. Muchas voces ya suenan anunciando probables piquetes de huelguistas de hambre en todo el país.
Frente a la impunidad desvergonzada, los parlamentarios, asambleístas departamentales y concejales de oposición, anuncian, todavía tímidamente, que iniciarán procesos penales en contra de miembros del gobierno, que eventualmente hayan cometido o cometan delitos, así las autoridades del Ministerio Público o jueces los rechacen.
Las agresiones que en estas horas sufre el pueblo cruceño encuentra en distintos puntos de Bolivia, no solo solidaridad sino una vocación inquebrantable de defensa de la democracia.
Germán Gutiérrez Gantier