Los efectos adversos serios de las vacunas mRNA para Covid-19 de Pfizer y Moderna son mucho más frecuentes, diversos e incluyen anafilaxias, hospitalizaciones y muertes


Siento que mi deber como científico y médico es compartir información verificada hasta lo máximo posible relacionado con las ciencias médicas, y he decidido hacerlo en este caso crítico; mi única intención es proporcionar la información que he podido obtener y verificar con dos o más fuentes independientes  y no tengo la más mínima intención de causar alarma o pánico en Uds., los lectores de este artículo.

Hay muchísima preocupación con la creciente información que por fin se ha hecho pública en cuánto a la frecuencia y la variedad de los graves efectos adversos que están relacionados con la administración de las vacunas mRNA contra covid producidas por Pfizer y Moderna. Es muy llamativo que no ha habido ni hay por parte de la OMS, gobiernos, TV y prensa convencional una difusión completa a la población de esta crítica información, quizás por la pandemia en curso. Sin embargo, nada justifica el ocultar o minimizar una información tan crítica y seria que inclusive ha causado muertes relacionadas con este tipo de vacunas.

Para empezar con estos intrigantes hechos, recientemente, Fraiman y colaboradores publicaron su trabajo (Vaccine 40:5798-5805,2022; doi: 10.1016/j.vaccine.2022.08.036.V ) en el cuál adaptaron la lista de la Colaboración de Brighton (creada el 2020 y respaldada por la OMS) para evaluar eventos adversos graves de especial interés observados en los ensayos de la vacuna mRNA COVID-19.



Los investigadores llevaron a cabo  de manera independiente, el análisis secundario de eventos adversos graves informados en los ensayos clínicos aleatorizados de fase III controlados con placebo de las vacunas de mRNA COVID-19 de Pfizer y Moderna en adultos (NCT04368728 y NCT04470427), enfocando el análisis en los eventos adversos de Brighton Collaboration de especial interés.

Las vacunas de Pfizer y Moderna mRNA COVID-19 se asociaron con un exceso de riesgo de eventos adversos graves de especial interés de 10,1 y 15,1 por 10 000 vacunados . Combinadas, las vacunas de mRNA se asociaron con un exceso de riesgo de eventos adversos graves de especial interés de 12,5 por 10 000 vacunados (IC del 95 %: 2,1 a 22,9); cociente de riesgos 1,43 (IC del 95 %: 1,07 a 1,92). El ensayo de Pfizer mostró un 36 % más de riesgo de eventos adversos graves en el grupo de la vacuna; diferencia de riesgo 18,0 por 10 000 vacunados (IC del 95 %: 1,2 a 34,9); cociente de riesgos 1,36 (IC del 95 %: 1,02 a 1,83). El ensayo Moderna mostró un riesgo 6 % mayor de eventos adversos graves en el grupo de la vacuna: diferencia de riesgo 7,1 por 10 000 (IC del 95 %: -23,2 a 37,4); cociente de riesgos 1,06 (IC del 95 %: 0,84 a 1,33). Combinados, hubo un riesgo 16 % mayor de eventos adversos graves en los receptores de la vacuna de mRNA: diferencia de riesgo 13,2 (IC del 95 %: -3,2 a 29,6); cociente de riesgos 1,16 (IC del 95 %: 0,97 a 1,39). Para que tengan otro parámetro de comparación la vacuna para la influenza tiene un cociente de riesgo de 0.1!

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Los investigadores concluyen que el exceso de riesgo de eventos adversos graves encontrado en su estudio apunta a la necesidad de análisis formales de daño-beneficio, particularmente aquellos que se estratifican según el riesgo de resultados graves de COVID-19. “Estos análisis requerirán la publicación pública de conjuntos de datos a nivel de participantes”. Otro estudio muy completo en los datos de efectos adversos graves relacionados con la administración de vacunas mRNA contra Covid, llega a similares conclusiones ( Front. Public Health, 03 February 2022,Sec. Infectious Diseases – Surveillance, Prevention and Treatment Volume 9 – 2021 ; https://doi.org/10.3389/fpubh.2021.756633).

Abajo les presento en forma de tablas todos los efectos causados por las vacunas mRNA, la mortalidad y hospitalizaciones asociadas con la administración de estas vacunas, de tal forma que cada quién pueda evaluar la evidencia, formarse un criterio y tomar su decisión al respecto. Es particularmente informativo las tablas de los efectos secundarios serios, las muertes y hospitalizaciones relacionadas con las vacunas mRNA contra Covid comparadas con las registradas con el uso de la vacuna de la influenza.

Hoy por hoy, sabemos que las vacunas mRNA contra Covid NO interfieren con la transmisión ni infección por el virus y que la protección mediada por anticuerpos es de corta duración, si se compara con otras vacunas antivirales como la vacuna contra la influenza. En recientes comunicaciones se ha puesto en duda que las vacunas mRNA disminuyan significativamente la hospitalización y muerte por el SARSCoV-2, máxime que la mortalidad por Covid-19 es muy baja, sobre todo si se compara con la mortalidad del virus de la influenza.

 

Al respecto, los datos de Canadá son muy ilustrativos: Health Canada informa las muertes por covid semana a semana, desde el comienzo de la pandemia en 2020.

En 2020, el total de muertes por covid informadas a la Agencia de Salud Pública de Canadá por provincias y territorios fue de 9225. En 2021, cuando los canadienses tuvieron acceso a las vacunas entre enero y julio, las muertes por covid no disminuyeron durante el año. En cambio, la cifra aumentó ligeramente a 9.934.

Y, en 2022, con una población vacunada de aproximadamente el 85 % en enero y una variante de covid menos mortal dominante, las muertes por covid aumentaron nuevamente. Durante 2022, los datos de Health Canada muestran que ocurrieron 15,844 muertes debido a Covid, casi el doble de la cantidad de muertes que en 2020 cuando los ciudadanos estaban «desprotegidos».

 

Por los recientes datos de la relación de muerte y efectos adversos serios causados por las vacunas  mRNA hay cada vez más autores de primera línea que han solicitado la completa suspensión del uso de estas vacunas. Ver los links: https://stevekirsch.substack.com/p/death-reports-prove-that-the-covid; https://t.co/cg3z0pliNt; https://twitter.com/p_mcculloughmd/status/1619871905292615680s=67&t=tePRdn2lWaTLsVmIkZ4UNw;  https://t.co/cg3z0pliNthttps://twitter.com/stkirsch/status/1619965327038877697?s=67&t=tePRdn2lWaTLsVmIkZ4UNw; https://twitter.com/stkirsch/status/1619965327038877697?s=67&t=tePRdn2lWaTLsVmIkZ4UNw y el video del  Professor Retsef Levi, MIT Expert in Analytics, Risk Management, Health Systems, Food & Agriculture Systems, Manufacturing & Supply Chain Management, quíen públicamente  pide se suspenda completamente el uso de vacunas mRNA por las muertes y efectos adversos serios que están causando (link:https://twitter.com/jordanbpeterson/status/1619950662594478080?s=52&t=ob4of4QNfZcaDp6aXktzHQ).

 

La Anafilaxia y reacciones alérgicas causadas por las vacunas mRNA de Pfizer y Moderna.

Las dos vacunas contienen mRNA envuelto en nanopartículas lipídicas (LNP) que ayudan a transportarlo a las células humanas, pero también actúan como adyuvante, un ingrediente de la vacuna que refuerza la respuesta inmunitaria. Los LNP están «PEGilados», unidos químicamente a moléculas de PEG que cubren el exterior de las partículas y aumentan su estabilidad y vida útil.

Las reacciones graves similares a las alérgias en las personas que recibieron la vacuna COVID-19 producida por Pfizer  durante las subsecuentes 2 semanas pueden deberse a  PEG ,un compuesto en el empaque del RNA mensajero (mRNA) que forma el ingrediente principal de la vacuna.  Una vacuna de mRNA similar desarrollada por Moderna, que fue autorizada para uso de emergencia en los Estados Unidos , también contiene el compuesto polietilenglicol (PEG).

PEG nunca se ha utilizado antes en una vacuna aprobada, pero se encuentra en muchos medicamentos que ocasionalmente han desencadenado anafilaxia, una reacción potencialmente mortal que puede causar erupciones cutáneas, caída de la presión arterial, dificultad para respirar y latidos cardíacos acelerados. Algunos alergólogos e inmunólogos creen que una pequeña cantidad de personas expuestas previamente a PEG pueden tener altos niveles de anticuerpos contra PEG, lo que las pone en riesgo de sufrir una reacción anafiláctica a la vacuna.

Durante mucho tiempo se pensó que los PEG eran biológicamente inertes, pero un creciente cuerpo de evidencia sugiere que no lo son.  Hasta el 72 % de las personas tienen al menos algunos anticuerpos contra los PEG, según un estudio de 2016 dirigido por Samuel Lai, ingeniero farmacéutico de la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, presumiblemente como resultado de la exposición a cosméticos y productos farmacéuticos.  Alrededor del 7% tiene un nivel que puede ser lo suficientemente alto como para predisponerlos a reacciones anafilácticas.  Otros estudios también han encontrado anticuerpos contra PEG, pero en niveles más bajos. Como resultado, algunas empresas han eliminado los productos PEGilados de sus proyectos.

Szebeni postuló que el mecanismo detrás de la anafilaxia conjugada con PEG es relativamente desconocido porque no involucra a la inmunoglobulina E (IgE), el tipo de anticuerpo que causa las reacciones alérgicas clásicas. (Es por eso que prefiere llamarlas reacciones «anafilactoides»). En cambio, el PEG desencadena otras dos clases de anticuerpos, la inmunoglobulina M (IgM) y la inmunoglobulina G (IgG), involucradas en una rama de la inmunidad innata del cuerpo llamada sistema del complemento que Szebeni ha pasado décadas estudiando en un modelo de cerdo que desarrolló.

En 1999, mientras trabajaba en el Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed, Szebeni describió un nuevo tipo de reacción inducida por fármacos que denominó pseudoalergia relacionada con la activación del complemento (CARPA), una respuesta inmunitaria no específica, a medicamentos basados ​​en nanopartículas, a menudo PEGiladas, que son reconocidos erróneamente por el sistema inmunitario como virus

Szebeni cree que CARPA explica las reacciones anafilactoides graves que ocasionalmente se sabe que causan algunos medicamentos PEGilados, incluido el medicamento contra el cáncer Doxil.  Un equipo formado por Bruce Sullenger, cirujano de la Universidad de Duke, experimentó problemas similares con un anticoagulante experimental que contenía RNA pegilado.  El equipo tuvo que detener un ensayo de fase III en 2014 después de que aproximadamente el 0,6 % de las 1600 personas que recibieron el medicamento tuvieron respuestas alérgicas graves y un participante murió.  Eso detuvo el ensayo clínico .  El equipo descubrió que todos los participantes con anafilaxia tenían niveles altos de IgG anti-PEG.

Efectos adversos serios, muerte y hospitalizaciones relacionados con la administración de vacunas mRNA contra Covid.

Por un lado, las estimaciones de riesgo relativo para algunas reacciones adversas fueron grandes, por ejemplo, prurito, erupciones, presíncope, infarto de miocardio, miocarditis, pericarditis, embolia pulmonar, disgeusia, hemorragia cerebral, hemiparesia, parestesia, convulsiones, dolor renal, dificultad respiratoria  , insuficiencia respiratoria aguda, trombosis venosa profunda, aumento del dímero de fibrina D, trastorno menstrual, trombosis o hemorrágia vaginal, entre varios otros.  Por otro lado, algunas reacciones graves como la trombosis cerebral y la trombosis venosa cerebral (sinusal) se han notificado con mucha más frecuencia después de la vacunación contra la COVID-19 (vacunas combinadas de mRNA y vectores de adenovirus) en comparación con las vacunas contra la influenza en adultos.  Por ejemplo, mientras que hasta ahora se han notificado 1229 y 157 casos de trombosis del seno venoso cerebral después de la vacunación contra la COVID-19, no se han notificado casos de vacunas contra la influenza en EudraVigilance y VAERS, respectivamente (ver la información pormenorizada y completa en el link: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpubh.2021.756633/full#supplementary-material ; https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpubh.2021.756633/full#SM1

En las Tablas abajo se informan las diez reacciones adversas más frecuentes entre las muertes notificadas en EudraVigilance y VAERS.  Con el fin de excluir las reacciones inespecíficas que se mencionan con frecuencia en los informes de defunción, como pirexia, vómitos o dolor, las reacciones de las tablas se centran en afecciones graves que ponen en peligro la vida y que podrían estar relacionadas con las causas subyacentes de la muerte. La comparación de las reacciones notificadas entre los tipos de vacunas sugiere una concordancia sustancial entre EudraVigilance y VAERS, siendo la disnea, el paro respiratorio, la embolia pulmonar, el infarto de miocardio, la trombosis, las hemorragias cerebrales y la neumonía las reacciones adversas mencionadas con mayor frecuencia en los informes de muerte.

 

Frecuencias, proporciones y cocientes de riesgo de efectos adversos serios de las vacunas Covid

Las 10 reacciones adversas serias entre las muertes reportadas a las agencias EudraVigilance(EU) y VAERS(USA)

 

En el  link indicado abajo, están los datos pormenorizados de los efectos secundarios causados por las vacunas  mRNA  contra Covid comparados con los causados por la vacuna de la influenza, reportados a las agencias de vigilancia de medicamentos en la comunidad europea y en USA. Ahí van a ver la realidad y se preguntarán, como yo, porqué esta información no se ha difundido y hecha pública. De hecho me llevó un buen tiempo y esfuerzo el acceder a esta información crucial:  https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpubh.2021.756633/full#supplementary-material

 

 

Otra pregunta importante sin respuesta es, cuantos pacientes que padecen del llamado Long Covid son debidos al uso de las vacunas basadas en mRNA solas o la combinación de vacunas mRNA e infección por el virus SARSCoV-2 y sus variantes (ver abajo posibles mecanismos causales).

Posibles mecanismos fisiopatogénicos implicados en los efectos adversos graves causados por las vacunas basadas en mRNA.

Se desconocen los mecanismos de activación inmunitaria que subyacen a estos eventos, pero podemos basarnos en experiencias previas y datos preclínicos. La exacerbación de condiciones inflamatorias o autoinmunes después de una infección no es un concepto nuevo y se ha sugerido y demostrado en diferentes contextos. Como la vacuna mRNA ejerce su acción protectora provocando una respuesta inmunitaria inflamatoria, esta podría canalizarse para iniciar o exacerbar cambios hiperinflamatorios en determinados entornos vulnerables.

Se ha observado que algunos adyuvantes de vacunas, las sustancias que otorgan inmunogenicidad a la vacuna, actúan a través de la inducción y activación del inflamasoma que contiene el dominio pirina NLR 3 (NLRP3). Las vacunas de mRNA, ambas Pfizer y Moderna, exhiben una propiedad de autoadyuvante, actuando el mRNA como antígeno y adyuvante.  Son reconocidos por los receptores tipo TOL endosómicos (TLR) y los componentes del inflamasoma citosólico (MDA5, RIG-I, NOD2 y PKR), lo que provoca inflamación e inmunidad. En modelos murinos, se ha demostrado que las nanopartículas de lípidos en las vacunas de mRNA de SARS-CoV-2 desencadenan reacciones inflamatorias por varios mecanismos, incluido el inflamasoma NLRP3, que actúa como un adyuvante improvisado y posiblemente acentúa la inflamación. Es interesante, entonces, señalar que se ha demostrado que el inflamasoma NLRP3 está involucrado en diversos grados en la patogenia de la inflamación en la pericarditis, la artritis y las arteritis.

Una explicación alternativa puede depender de la composición molecular exacta del SARS-CoV-2, parcialmente compartida por la proteína expresada después de la traducción del mRNA.  Se sabe que COVID-19 a veces causa miocarditis y pericarditis. Estas manifestaciones también se han asociado con la vacuna mRNA, y no se han asociado en gran medida con otras vacunas.  Es posible que ciertos autoantígenos, expresados ​​más ampliamente en el miopericardio, compartan una similitud estructural con la proteína espiga viral. La proteína espiga viral sintetizada a partir de las vacunas mRNA pueden entonces desencadenar una respuesta inmunitaria dirigida a estos autoantígenos miopericardicos.  En particular, se ha sugerido que el mimetismo molecular es un mecanismo en los fenómenos inmunitarios relacionados con la COVID-19, en los que las proteínas virales han provocado una reactividad cruzada inmunitaria con el tejido humano. Esta reactividad cruzada depende de factores ambientales y predisposición genética, como el déficit de tolerancia inmune después de la presentación aberrante del antígeno de clase II del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) a las células T autorreactivas.

Finalmente, la teoría adyuvante, o efecto espectador, establece que la activación inmune se deriva de la presencia de un autoantígeno expuesto en el marco de un contexto proinflamatorio o patogénico. Hasta donde sabemos, la caracterización exacta de la respuesta inmunitaria provocada por la vacuna BNT162b2 no ha sido completamente elaborada.  El mRNA intracelular o el fragmento traducido de la proteína espiga del SARS-CoV-2 pueden desencadenar componentes destinados a ser detectados por los sensores intracelulares de patrones moleculares asociados al peligro, como los TLR. La activación de TLR7 y TLR8 (sensores específicos para RNA, la señalización posterior a través de la producción de interferón tipo I, sería un mecanismo impulsor de la respuesta inflamatoria.  El fragmento de proteína espiga, que probablemente sea intrínsecamente inmunogénico, puede trasladarse a la membrana plasmática. El contexto de una xenoproteína incrustada en la membrana plasmática de una célula en la que los TLR y proteínas similares se han activado, puede desencadenar una respuesta inmunitaria dirigida a componentes de la célula. Estos distintos mecanismos fisiopatogénicos enunciados pueden actuar solos o combinados en los diferentes efectos adversos graves desencadenados por las vacunas a base de mRNA.

Los datos de Suecia que demuestran el efecto de las vacunas mRNA contra Covid sobre la natalidad.

 

Ronald Palacios Castrillo, M.D.,PhD.


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