Un joven de 17 años que estaba cumpliendo su servicio militar en Puerto Suárez es el afectado. Fue trasladado a la capital cruceña, debido a complicaciones en su salud.
Tanya Imaña Serrano
El Sedes informó que, debido a complicaciones en su salud, el paciente se encuentra internado en la capital cruceña, con diagnóstico reservado.
Se trata de un varón de 17 años de edad, que prestaba su servicio militar en el Regimiento de Puerto Suárez, que estaba destinado al Mutún, informó Carlos Hurtado, gerente de Epidemiología del Sedes.
Además señaló que se realizará la investigación y búsqueda de contactos y de pacientes sospechosos de la enfermedad en el lugar. Del mismo modo, efectuarán bloqueo de foco y fumigación. El mosquito Aedes aegypti es el transmisor de esta enfermedad.
El paciente
Hurtado informó que el joven presentó fiebre el pasado 23 de marzo, además de algo de malestar, por lo que el paciente se automedicó. Cuatro días más tarde, el 27, la fiebre volvió, acompañada de dolor abdominal y malestar general, por lo que fue internado en el hospital Príncipe de Paz de Puerto Suárez. Pero, como presentaba complicaciones, fue referido a la capital cruceña.
Fue descrito como un paciente hemodinámicamente inestable, con alteraciones hepáticas y renales que, debido a esas complicaciones, requirió ser intubado. Hurtado señaló que se encuentra con pronóstico reservado.
La fiebre amarilla
“La fiebre amarilla es una enfermedad inmunoprevenible, (con) una vacuna que todas las personas nos colocamos, entre el primer año y el segundo año de edad; está en nuestro esquema regular de forma gratuita. Es una vacuna que, cuando tuvimos epidemias, se logró poner una segunda dosis o un refuerzo, a pesar de que una sola dosis previene para toda la vida”, explicó Hurtado.
Señaló que se hará una vigilancia de las personas que no tengan la vacuna contra la fiebre amarilla en esa zona. Señaló que el 87% de las personas de ese lugar se han vacunado, pero recomendó a quienes no lo han hecho, que reciban la dosis de prevención de la fiebre amarilla. Del mismo modo, aconsejó el uso de repelentes, ropa adecuada y mosquiteros.
Aunque Hurtado pidió a la población no alarmarse, informó que la letalidad de la enfermedad de la fiebre amarilla es del 50%.
“De los que enferman, la mitad -lamentablemente- fallece debido a complicaciones. El año 2014, cuando se presentó el último brote de casos autóctonos, la letalidad fue del 40%. Por ello es que, primero: pedimos calma a la población, es un brote de un caso; es un evento de salud pública de importancia nacional, porque (hace) casi 20 años que no había casos, y segundo: si la población en estos lugares no tiene la seguridad de haber recibido la dosis adecuada, debe acudir al centro de salud para poder vacunarse”, sostuvo el gerente de Epidemiología del Sedes de Santa Cruz.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los síntomas de la fiebre amarilla aparecen entre tres y seis días después de la picadura de un mosquito infectado.
Describe que, en un inicio, los síntomas incluyen: fiebre, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, pérdida del apetito y náuseas o vómitos.
La OMS indica que, en la mayoría de los pacientes, los síntomas desaparecen al cabo de tres o cuatro días. Sin embargo, 15% entra en una segunda fase que, señala, es más tóxica.
En esta segunda fase, de acuerdo con la OMS, vuelve la fiebre alta y varios sistemas del cuerpo son afectados, y la función renal se deteriora. “La mitad de los pacientes que pasan a la fase tóxica mueren a los 10 -14 días, el resto se recupera sin daño orgánico significativo”, advierte.
La OMS recomienda la vacuna contra la fiebre amarilla como la medida preventiva más segura y eficaz. Señala que la dosis brinda inmunidad efectiva dentro de los 30 días de aplicada.