El médico veterinario endocrinólogo, José Ernesto Azogue, asegura que la enfermedad suele pasar inadvertida hasta que se presentan los primeros síntomas. Suele afectar a perros de todas las edades pero la mayoría cae en edad adulta (mayores de seis años)
¿Sabías que los perros tienen diabetes? La diabetes mellitus (DM) o diabetes canina es una enfermedad, que al igual que los humanos, afecta la salud de los perros y, que en la mayoría de los casos, suele pasar inadvertida. El aumento de peso, índice elevado de colesterol y triglicéridos, hígado graso e hipertensión arterial son algunas de las señales de la etapa inicial.
Para hablar sobre la diabetes canina consultamos al médico veterinario endocrinólogo, José Ernesto Azogue, quien nos ayudó a elaborar una guía práctica de la enfermedad; que si bien no se puede curar, se puede controlar con un tratamiento adecuado.
Síntomas: el inicio de la Diabetes Mellitus (DM) suele pasar inadvertido, con escasa manifestación, la glucemia puede estar normal o un poco elevada. Hay aumento de peso, los triglicéridos y colesterol se elevan, hígado graso, hipertensión arterial y aumenta el apetito son señales de una diabetes temprana. Suele llamársele prediabetes que luego avanza con las semanas o meses, hacia una DM subclínica y luego se torna clínica.
En esta etapa los perros orinan demasiado, «inundan la casa», tienen mucha sed, y las glucemias son mayores a 180 mg/dl, y aparece la glucosa en la orina. “Por eso orinan mucho, porque el exceso de glucosa en sangre escapa por los riñones, y el agua acompaña a la fuga de glucosa. Son orinas abundantes, dulces y pegajosas”, manifestó Azogue.
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Tratamiento: depende del cuadro clínico de la diabetes y sus complicaciones. Es importante aumentar la actividad física, un plan de alimentación adecuado y antidiabéticos orales (metformina, sitagliptina) en los estados tempranos de la enfermedad. En cuadros avanzados se usan las inyecciones de insulina cada 8 o 12 horas, las puede aplicar el propietario en casa.
Suele tener momentos pico, esto es disparado por alguna infección u otro factor diabetogénico. Por ejemplo, si a un perro con Diabetes Mellitus temprana se le inyecta un antiinflamatorio con corticoide por una inflamación de la rodilla tras un golpe, tanto el golpe (estrés número 1) como al corticoide (estrés número 2) le van a provocar una diabetes más marcada. O sea, hablamos de factores precipitantes y factores o causas disparadoras. Y eso debe atenderse. Una causa disparadora frecuente es la metritis (inflamación del útero) en hembras, así como diversas infecciones.
Prevención: se da principalmente en grupos de riesgo: esterilización temprana en hembras, control rutinario en pacientes que reciben corticoides, control glucémico en hembras gestantes, detección de comorbilidades en pacientes obesos o sobrepeso o que van perdiendo peso. Los perros que toman mucha agua u orinan excesivamente, como aquellos que no sacian el apetito, son sospechosos de ser diabéticos. Todos ellos deben ser examinados por su veterinario de cabecera como medida de prevención. Es un primer gran paso.
Efectos secundarios: si bien la diabetes no es una enfermedad dolorosa (por eso pasa inadvertida), puede coexistir con cuadros de pancreatitis, que son cada vez mas frecuentes, e insuficiencia renal. Además de mastitis, gingivitis, pielonefritis, piometra y otros procesos inflamatorios que complican la enfermedad y pueden comprometer la salud y la vida del paciente.
En estos casos aparecen las nauseas o vómitos y pérdida de apetito. Se deben cuidar los riñones. La pérdida de la visión por cataratas suele observarse mucho en diabéticos no diagnosticados y no controlados