Al 31 de enero de este año, Bolivia tenía 399,06 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) asignados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), de los cuales el actual Gobierno utilizó 365,34 millones, lo que significa que sólo tiene, al 31 de agosto pasado, un remanente 33,72 millones para disponer en el momento que le urja hacerlo.
Fuente: lostiempos.com
Estos datos se desprenden de la información publicada el jueves por ese organismo internacional en su página web oficial, en la que hace referencia al comportamiento de las DEG asignadas a Bolivia.
De acuerdo con la explicación del investigador y presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero Torrejón, los 399,06 millones asignados a Bolivia, monetizados al tipo de cambio actual (1,32011), suman 526,8 millones de dólares; de ese monto ya se utilizó el 91,45%, vale decir, 482,29 millones de dólares y el país ya sólo dispone de 44,512 millones de dólares (8,55%) de los DEG que le asignó el FMI.
Los DEG, por lo general, son utilizados por un país miembro o socio del FMI en casos extraordinarios y al parecer Bolivia está demostrando que está atravesando por un momento económico muy complicado sabiendo que tiene que devolver esos
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Derechos Especiales de Giro a un mayor costo porque el tipo de cambio monetario fluctúa hacia arriba, explica el experto.
Lamenta que no se transparente la información sobre el destino que el Gobierno le esté dando a los DEG monetizados; posiblemente —dice— esté utilizando ese dinero en el gasto público, pago de la deuda externa, financiamiento de subsidios o de alguna política social.
“No creo que (el Gobierno) esté utilizando o convirtiendo los DEG en millones de dólares y trayéndolo a la economía boliviana para invertir. Dudo mucho que sea para inversión pública, lo más seguro es que sea para pago de deuda o solventar un pago público extraordinario, eso no sabemos porque no se transparenta la información”, afirma.
Romero, en entrevista con Los Tiempos, indica que, una vez utilizados los DEG, el Estado boliviano deberá devolver ese dinero al Fondo Monetario Internacional o en su defecto comprar de otros países esos Derechos Especiales de Giro para reponerlos.
Los DEG son como cualquier préstamo; por tanto, el país deberá honrar su compromiso con el FMI, que establece una tasa anual de interés del 6,87%, señala el investigador económico.
“Por ejemplo, si el país ha recibido 100 millones en DEG y cuando tenga que devolver, de acuerdo al tipo de cambio actual (sin tomar en cuenta la tasa de interés), va subir (su deuda) y terminará pagando un monto mayor, entonces ahí también hay una pérdida para el Estado boliviano”, argumenta.
Menciona que si el Estado boliviano quiere una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro tendrá que negociar con el FMI, es decir, deberá firmar un nuevo contrato en el que seguramente se establecerán los términos y los plazos en los que el
Estado boliviano deberá devolver los 365,34 millones de los primeros DEG que utilizó en esta gestión.
Romero sostiene que una vez utilizados los DEG se convierten en un pasivo internacional y vienen a formar parte de la deuda externa boliviana, aunque no son contabilizados como tal.
Este diario se comunicó con la Unidad de Comunicación del Ministerio de Economía para tener una versión sobre este tema; sin embargo, se nos dijo que no era un asunto que manejaba esa cartera de Estado y que debería trasladarse la consulta al Banco Central, así lo hicimos. En esa entidad se nos pidió enviar un cuestionario a un correo electrónico, pero, hasta el cierre de la presente edición, no se nos hizo llegar las respuestas a las preguntas.