En la imagen hay dos animales políticos y un tercero. El del centro(Percy) elevó al máximo su imagen caudillista a tal punto que podía prescindir de un partido político establecido, el voto era suyo, no de la estructura. Eso lo confirmó Angélica Sosa, que contaba con los recursos y la estructura, pero no con el apoyo popular.
Por su parte, Evo, el político que no descansa, trabaja su imagen desprendiéndose de la actual estructura oficialista. Mientras la economía no despegue, el parlamento cada día ingrese en contradicciones, las denuncias de corrupción, la salud del gobernador apresado decaiga, serán factores que alimenten su discurso que «con él estábamos mejor». Discurso que cada día cala más hondo en la clase media pobre, y los sectores más periféricos del país.
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De la otra vereda el Arcismo que se caracteriza por ser el ala dura del MAS-IPSP, con sus grupos de choque protegidos por las fuerzas del orden. Ya ingresaron en la medición de fuerzas con los movimientos sociales de Evo, en una arriesgada postura de declinar la cancha a su favor por medio de la fuerza y el cuoteo político, Arce puede replicar en otra dimensión, pero con resultados más favorables de los que obtuvo Sosa, ya que gracias a su condición de mandatario cuenta con la estructura burocrática, el Poder Judicial en un momento culmen para las pretensiones políticas de ambas facciones, la maquinaria comunicacional y los recursos del Estado, pero aún no logra llegar a lo nacional popular.
La reciente postergación de las protestas con bloqueos de carretera a nivel nacional por parte de la facción evista programada para el día lunes 4 de septiembre de 2023 se puede interpretar de que Arce y sus articuladores están logrando perforar los movimientos sociales que respondían a Morales, y este de momento se ve diezmado en su fuerza de la cual gozaba en 2006 hasta el 2019, cuando su desgaste era inminente.
La otra variable a considerar es la medición de los tiempos. Morales, en la vereda opositora no se puede dar el lujo de cargarse el costo político de lo que le generaría parar en septiembre, mes en el cual dos departamentos del eje troncal celebran sus efemérides libertarias, y en Santa Cruz se lleva a cabo la feria comercial más importante del país.
El tacto político es de gran relevancia, ya que estas generan pulsiones positivas como negativas, y Morales, a diferencia de Arce sabe a cabalidad, que cuando se trata de Santa Cruz por la complejidad de su tejido social es preferible hacer uso de un discurso menos agresivo y más unificador, aunque en la práctica sea todo lo contrario.