El grupo mercenario ruso se involucró en la guerra en Ucrania y participa en varios frentes en África. Se lo acusa de abusos masivos. Su líder, Yevgeny Prigozhin, murió a finales de agosto en un sospechoso accidente aéreo.
Fuente: RFI
Con Emeline Vin, corresponsal de RFI en Londres
En un texto presentado ante el Parlamento británico el miércoles 6 de septiembre, la ministra de Interior, Suella Braverman, pretende incluir al grupo Wagner en su lista de organizaciones terroristas, del mismo modo que Boko Haram o Hamás. Este reconocimiento debería hacerse efectivo en el plazo de una semana.
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Bienes incautados
Lo que esto significa es que ahora será ilegal en el Reino Unido pertenecer al grupo, apoyarlo o incluso exhibir su logotipo. Los activos de los directivos de Wagner ya están congelados en el Reino Unido, pero ahora se considerarán bienes de terroristas y serán incautados por las autoridades.
En un comunicado en el que anunciaba la medida, el ministro del Interior describió a la organización mercenaria como una «amenaza para la seguridad mundial», un grupo de «bárbaros asesinos que actúan como herramienta militar de Vladimir Putin en el extranjero».
Las operaciones del grupo en Ucrania, Oriente Medio y África «son una amenaza a la seguridad mundial», indicó.
Una medida solicitada hace varios meses
La medida era reclamada desde hace varios meses, tanto por la oposición -que responsabiliza a los mercenarios de los abusos cometidos en Ucrania- como por la Comisión de Asuntos Exteriores, multipartidista, que considera que las sanciones no bastan para debilitar a Moscú.
Londres anunció en julio sanciones contra 13 individuos y empresas que dijo tienen vínculos con el grupo ruso en África, al acusarlo de crímenes como asesinatos y torturas.
El fundador de Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien murió en agosto en un accidente aéreo, también había sido sancionado por el Reino Unido junto a varios de sus comandantes que participaron en la guerra rusa en Ucrania.
Prigozhin murió dos meses después de ordenar a sus fuerzas derrocar al mando militar ruso, tras lo que el presidente Putin lo acusó de «traición».