Carlos Federico Valverde Bravo
Soy de los muchos cruceños que festeja el haber nacido en esta tierra caliente, caótica, trabajadora y rebelde, como todo lo que está en “permanente construcción”, como es lo cruceño (La permanente construcción de lo cruceño – Paula Peña Hasbún; Fundación PIEB, 2003).
El 24 de septiembre es, básicamente, una fecha de conmemoración histórica; pero es también día de celebración y, tiene que ser de festejo porque 249 años después de haber sido fundada la ciudad, plegándose a los tiempos que corrían en la América morena y, a un espíritu libertario que heredó Chaves a sus hombres, tras de su violenta muerte cuando: “los cruceños reunidos en cabildo, a fines de 1568, tomaron la decisión de elegir a Diego de Mendoza como sucesor de Chaves.
Esta elección estaba al margen de las normas de un Estado centralista, por lo que fue muy mal recibida por las autoridades de Charcas y el virreinato, especialmente por el virrey Toledo. (…) Toledo desconoció a Mendoza y nombró en su lugar a Pérez de Zurita. Esto provocó un periodo de discordias y luchas civiles, pues el vecindario cruceño se oponía a Zurita. La situación se hizo insostenible. Después de negociar Mendoza decidió dejar la gobernación velando por el bien común… (Alcides Parejas Moreno https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/diego-de-mendoza-y-los-crucenos-levantiscos_204780)
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Los cruceños nos hemos caracterizado por una permanente rebeldía contra el poder central; fuimos calificados de “levantiscos”. La explicación a esta rebeldía no hay que buscarla en una actitud de simple rechazo a las leyes, sino más bien a un pasado en el que el poder central siempre ha tenido la tendencia al centralismo castrador, continúa el Dr. Parejas, dándome pie para asegurar que 213 años de la gesta libertaria y, tras 198 años de República, seguimos y mantenemos el espíritu levantisco y autonómico frente al mismo Estado centralista que se empecina en no entender el rol que jugamos en la historia de este país llamado Bolivia.
Hace un par de meses, en ocasión de celebrarse el coloquio “Santa Cruz y su relación con el Estado”, convocado por el CPSC, aseguré: Yo soy de los que cree que es muy difícil ser boliviano siendo cruceño; terriblemente difícil; “yo soy de los que creen que nuestros proyectos van mucho más allá de lo que quiere el Estado para con nosotros; vivimos 2 líneas paralelas; el Estado y Santa Cruz tenemos 2 líneas paralelas, no nos juntamos y, lo que tenemos que tratar de hacer es encontrar en algún momento algún empate virtuoso entre ellos y nosotros; somos parte del Estado nacional y ellos manejan el Estado nacional… yo no sé exactamente cómo podemos romper esto, cómo podemos superar obstáculos… creo (y no estoy imponiendo a nadie) que si partimos de la verdad, si tenemos inteligencia, podemos intentar vasos comunicantes o alguna cosa de esas; podemos intentarlo… ¿hay que plantear una nueva relación con el Estado? Claro que hay que plantear, aquí estamos discutiendo eso… y entonces ya ganamos, si logramos establecer qué es lo que queremos ya ganamos…”. Desordenado, pero fue parte de una reflexión que duró varios minutos; lo que busco es que se digan las cosas de frente para romper esa “incomunicación” que tenemos y significa un tremendo lastre que no nos deja avanzar, ni a nosotros, ni al Estado.
Sigo pensando todos los días en eso y tengo motivos para celebrar, festejar y conmemorar a partir de la “conciencia de ser” y de la constatación de que, el proyecto cruceño que es transversal en nuestra historia local, es el que nos mantiene siendo lo que somos. Nuestro proyecto es constatable, tiene bases sólidas y no va para atrás; avanza pese a la amenazante “dictadura del bloqueo”; a pesar de los proyectos de destrucción que de cuando en cuando retoñan desde ministerios y esferas de poder.
Hace un par de días, mi amigo Gary Rodríguez, a nombre del IBCE, presentó SANTA CRUZ EN CIFRAS – EXPORTACIONES TRADICIONALES Y NO TRADICIONALES PERÍODO 2010- 2022 Y AVANCE AL MES DE JUNIO DEL 2023 (en millones de dólares). Es un informe de 3 páginas que, se pueden resumir de la siguiente manera;
“Santa Cruz alcanzó en 2021 un PIB nominal de 12.335 millones de dólares, con una tasa de crecimiento del 5,7%, aportando al PIB boliviano con el 30%. Santa Cruz tiene el mayor promedio de crecimiento poblacional y la menor tasa de pobreza comparada al resto de los Departamentos. La tasa de desocupación en el segundo trimestre del 2023 fue del 3,04%. Santa Cruz lidera las exportaciones por Departamento, con un nuevo hito exportador en 2022 alcanzando los 4.511 millones de dólares, de los que un 66% correspondió a productos no tradicionales; los principales destinos fueron Argentina, Colombia y Perú”.
Por “hartar”, aumento algunos datos puntuales (fuente: IBCE). Las exportaciones totales sumaron 371 productos cruceños que en el ámbito no tradicional generaron 4 millones de toneladas (ni gas ni minería). Ese aporte en exportaciones representa el 77% de lo que sale; lo agroexportador tiene una incidencia del 88% en las exportaciones del país.
Santa Cruz exporta el 100% de carne bovina y derivados, 99.7% de alcohol, 99.5% de azúcar, 98.6% de sésamo, 98% de soya, chía y frejol, 95% de girasol y derivados, 94% de hortalizas y 72% de cuero y manufacturas, pero esto no le interesa a los detractores del modelo cruceño, que repiten estúpidamente que Santa Cruz es mono-productor/exportador de soya cuando en los hechos, “solo” el 35% de la producción cruceña es Agropecuario/Agroindustrial y Forestal/Maderero (4.300MMU$d) y poco más del 50% está generado por el sector terciario, entiéndase Transporte, Hotelería, Comunicaciones, Gastronomía, Finanzas, Servicios Básicos que mueven 6.000 MMU$d por año, convirtiéndose en el sector colchón amortiguador de los cambios externos.
Tenemos, en nuestros campos 100% de la producción de sorgo, 99% de la soya y girasol, 94% de caña, 75% del trigo y arroz, 61% de maíz, 32% de hortalizas; 4.8 MM de cabezas de vacunos, 1.1 MM de porcinos, 160 MM de pollos 1.100 MM de huevos y podemos seguir pero el espacio que tenemos es reducido.
Entonces, es claro que hay porqué y de qué festejar; evidentemente estamos pasando un momento complicado en política pero no soy de los que se queja; el gobernador de Santa Cruz fue secuestrado por el Gobierno nacional, convirtiéndose en el segundo gobernador secuestrado después de Leopoldo Fernández pero, en vez de mirar, con tristeza la silla vacía, aquello nos debe devolver la rebeldía con la que nacimos y organizarnos para no dejar espacio sin cubrir, cerrando filas, llenando esa silla con un buen cruceño, en calidad de Gobernador suplente, don Mario Aguilera, hasta que vuelva Luis Fernando Camacho; eso nos lo debe a los ciudadanos la gobernación y la Asamblea Legislativa Departamental; sobre todo la misma gobernación que está intervenida por quien no ha sido electo; me refiero al Sr E Suárez que no tiene qué hacer ahí; Santa Cruz se ganó el derecho a elegir y nadie que no sea elegido debe usurpar el lugar.
En fin, festejo, celebro y conmemoro porque, Santa Cruz es mi patria (hechura de los patriotas del 1810) y Bolivia es mi país; estoy bien así.