Luego de llevarse a cabo el congreso del MAS-IPSP en la región de Lauca Ñ impulsado por la facción Evista que promueve el retorno al poder del ex presidente Morales, la facción Arcistas salió a la palestra con el objetivo de restar importancia de las determinaciones que emanaron de dicho congreso, fundamentado su retórica que el congreso carece de legitimidad a raíz que no participaron los movimientos sociales que fueron parte de los tres ejes constitutivos que consolidaron la maquinaria política del MAS, entre ellos se encuentran las Bartolinas e interculturales.
Si bien el evismo entra en una etapa de incertidumbre con relación a las decisiones que tome la justicia con su líder, estas de ser negativas serán utilizadas políticamente para generan susceptibilidades en la población ante la indefencion del pueblo ante el aparato burocrático, aparato que en un pasado no lejano respondía fielmente a los caprichos del ex presidente vulnerando inclusive la máxima expresión democrática del sufragio el 2016, que hoy por hoy es víctima de su propia regla.
Mientras tanto en la vereda Arcistas sus seguidores piensan en una posible nueva sigla para el 2025, la población no masista y quizá algunos simpatizantes se empiezan a dar cuenta que la lucha ideológica por el bien del país es una mera falacia discursiva donde lo único que importa es la lucha por el manejo del aparato burocrático a tiempo completo, la permanencia del mismo y los privilegios que concede el monopolio de la fuerza represiva del Estado, hoy por hoy el Estado es Arce, y el pueblo, término más profanado por los políticos de izquierda son dos, Evistas – Arcistas.
¿Y que vendrían a ser los que no conforman ninguno de ambos bloques? Los excluidos del poder que solo pueden participar políticamente ejerciendo su derecho al voto, pero que su opinión es secundaria cuando se trata de tomar decisión que sólo le corresponden a quienes mandan en aquella fastidiosa relación dominantes y dominados en la cual la oposición sólo tiene una camino, el más difícil de todos, sentarse y no levantarse de la mesa sin antes elaborar una alternativa de país en la cual sus diferencias queden relegadas a un segundo plano y prime la unidad.
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Sergio Vega Morales
Fuente: eju.tv