El mercado negro de divisas celebra: Conseguir dólares al ‘tipo de cambio oficial’ en el país resulta imposible

Conseguir dólares en el país a la cotización oficial (Bs 6,9)es imposible. el procedimiento creado por el gobierno para regular la venta de dólares no funciona y la gente se  ve obligada a acudir al mercado negro de divisas.

 

Eju.tv/Marco Ibieta



Conseguir dólares se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza.  Y aunque el gobierno asegura que la venta de dólares se ha normalizado, en la práctica no es verdad, porque para conseguir unos cuantos dólares mediante la página oficial del Banco Central de Bolivia, mecanismo autorizado por el gobierno, es imposible.

Durante una semana intentamos ingresar ‘sin éxito’ una cita virtual a través de la pestaña venta directa para personas naturales en el horario de 07:00 a 07:05.  Sencillamente no se puede. Las respuestas siempre son las mismas: intente más tarde o error.

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Por lo tanto, si un persona natural o jurídica necesita dólares por salud, viaje, negocios e importaciones de insumos de productos, sencillamente está obligado a acudir al mercado negro de divisas.

Todas las casas de cambio tienen la cotización oficial en sus mostradores (6.9), pero en ventanilla es otra cosa. Un dólar puede llegar a costar hasta Bs 7, 5.

Intentamos hablar con algún portavoz del Banco Central de Bolivia. Es tan difícil como conseguir dólares.  En Santa Cruz, solo es a través del Banco Unión, donde lo derivan a la página del BCB.

El presidente del Colegio nacional de Economistas, Jorge Akamine, dijo que sencillamente es un problema de liquidez.

«Estamos con bajas reservas internacionales. Las divisas están muy escasas. En realidad, el gobierno las está racionando», dijo el economista

Esto explica, por qué el mecanismo creado por el gobierno tampoco está funcionando.

El país importa el 50 por ciento de los insumos para la producción.  Para esto se necesita dólares que están cada vez más escasos.   Por lo tanto, las importaciones se hacen más lentas incidiendo en el costo final de producción que termina asumiendo el cliente final.

Akamine advierte que «Si no se arregla esto, el 2025 vamos a tener muchos problemas«.