Aunque el riesgo de intoxicación por contacto es reducido, las amenazas contra el personal que trabaja en procesos electorales elevó el nivel de alerta y precaución
Paquete de Narcan en un centro electoral en Washington (AP)
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Fuente: infobae.com
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Las cartas sospechosas enviadas a centros de votación y edificios gubernamentales en seis estados este mes fueron sin duda aterradoras, algunas contenían restos de fentanilo o polvo blanco y venían acompañadas de amenazas no tan veladas y símbolos políticos dudosos.
Los envíos, que evocan los ataques con ántrax que mataron a cinco personas en 2001, están provocando que los funcionarios electorales, ya frustrados por el acoso y las amenazas constantes, pidan ayuda a la policía local, los bomberos y los departamentos de salud para abastecerse de naloxona, un medicamento que revierte las sobredosis.
Aunque el riesgo de contacto accidental con el opioide sintético sea mínimo, tener el antídoto a mano no es una mala idea en medio de una epidemia de adicción que está matando a más de 100.000 personas al año en Estados Unidos, y puede dar cierta seguridad a los estresados trabajadores electorales, afirman los administradores electorales.
“Mi equipo suele estar muy expuesto simplemente porque estamos abriendo miles de millones de papeletas, dependiendo de las elecciones”, dijo Eldon Miller, que dirige el personal de apertura de papeletas en el centro electoral del condado King, en Seattle, y que se aprovisionó de naloxona después de recibir una carta con fentanilo en agosto. “Siempre digo a mi equipo: ‘su seguridad es lo más importante para mí’”.
Eldon Miller, funcionario electoral en Renton (AP)
Las cartas fueron enviadas este mes a centros de votación o edificios gubernamentales de seis estados: Georgia, Nevada, California, Oregon, Washington y Kansas. Algunas fueron interceptadas antes de llegar, pero otras fueron entregadas, provocando evacuaciones y retrasando brevemente el recuento de votos en las elecciones locales. El FBI y el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos están investigando los hechos.
Algunas de las cartas incluían un símbolo antifascista, una bandera del orgullo progresista y un pentagrama. Aunque estos símbolos se han asociado a veces con la política de izquierdas, también han sido utilizados por figuras conservadoras para etiquetar y estereotipar a la izquierda. No está clara la tendencia política del remitente.
El fentanilo, un opiáceo que puede ser 50 veces más potente que la misma cantidad de heroína, está provocando una crisis de sobredosis al ser prensado en pastillas o mezclado con otras drogas. Tocarlo brevemente no puede causar una sobredosis, y los investigadores han descubierto que el riesgo de sobredosis mortal por exposición accidental es bajo, a diferencia de lo que ocurre con el ántrax en polvo, que puede flotar en el aire y causar infecciones mortales cuando se inhala.
Los empleados electorales de todo el país se han visto asediados por amenazas, acoso e intimidación desde que Donald Trump y sus partidarios comenzaron a difundir falsas acusaciones electorales después que el expresidente perdiera las elecciones de 2020.
“Espero que animemos a la gente a no hacer daño a los funcionarios electorales”, declaró Anne Dover, directora electoral del condado Cherokee, en la periferia de Atlanta, que no recibió ninguna carta sospechosa. “Mucha gente está abandonando el sector. No se trata sólo de amenazas de daños físicos. Hay mucho abuso emocional y psicológico”.
Dover buscó este mes a los bomberos, que le proporcionaron Narcan, la versión en aerosol nasal de la naloxona. La naloxona puede adquirirse sin receta, administrarse a personas de todas las edades y no daña a quienes no tienen opioides en su organismo.
Narcan y afiches informativos sobre el fentanilo en una oficina postal (AP)
Su oficina también está tomando nuevas precauciones con el correo: dejarlo en un lugar específico y designar a una persona para que lo abra con guantes y mascarilla.
El condado Lane, Oregon, que recibió una carta sospechosa, proporcionará kits de naloxona y capacitará al personal electoral para que sepa administrarla. Lo mismo hará el condado Lincoln, Nevada, que no recibió ninguna carta sospechosa.
La oficina del Secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, declaró esta semana que proporcionará naloxona a cualquiera de los 159 condados del estado después que una carta interceptada en su camino hacia los funcionarios electorales del condado Fulton, en Atlanta, diera positivo en opioides.
“Sabemos lo mortal que es esta sustancia”, apuntó Raffensperger, que condenó el envío de las cartas y recordó que uno de sus hijos murió de una sobredosis de fentanilo hace unos cinco años.
Algunas de las cartas, incluidas aquellas enviadas a los condados King y Pierce, en el estado de Washington, presentaban similitudes alarmantes con la que recibió el condado King durante el recuento de votos de las primarias de agosto de este año. El incidente llevó a la oficina electoral del condado King a adquirir naloxona, aunque el antídoto no fue necesario ni entonces ni cuando la oficina de Renton recibió una segunda carta con fentanilo este mes.
“Nos pareció que era una buena idea tenerla a mano para todo tipo de escenarios que pueden darse en este momento”, dijo la portavoz de las oficinas electorales del condado King, Halei Watkins. “La tenemos en algunos puntos del edificio, y la incluimos con los botiquines de primeros auxilios y de emergencia que van a nuestros centros de votación externos”.
Maya Doe-Simkins, codirectora de Remedy Alliance/For The People, que se puso en marcha el año pasado para proporcionar naloxona gratuita o de bajo coste a programas comunitarios de reducción de daños, afirmó que los gobiernos deberían centrarse más en proporcionar el antídoto a quienes trabajan con personas propensas a sufrir sobredosis.
No hay escasez de naloxona, que está disponible en internet y en algunas farmacias, pero su distribución se queda algo corta, señaló Doe-Simkins.
“Es una absoluta malversación de recursos gastar dinero en garantizar que los funcionarios electorales tengan naloxona”, dijo Doe-Simkins, sobre todo porque “la verdadera intervención apropiada y basada en pruebas para la distribución de naloxona no cuenta con los financiamientos y recursos suficientes”.
Chris Anderson, supervisor electoral del condado Seminole, Florida, declaró que su oficina no ha recibido por correo ningún sobre que contenga fentanilo, pero que este mes obtuvo varias dosis de Narcan del cuerpo de bomberos, que dijo tener suministros de sobra.
“De esta manera podemos salvar inmediatamente una vida”, dijo Anderson. “Agradezco los consejos que nos dan los profesionales médicos, y desde luego haremos todo lo posible para no tener que usar Narcan. Pero en ese único caso en el que se necesita, prefiero tener y no necesitar, que necesitar y no tener”.
En Tacoma, Washington, la auditora del condado Pierce, Linda Farmer, dijo que su oficina obtuvo naloxona después de la experiencia del vecino condado King en agosto. La oficina recibió este mes una carta amenazadora que contenía bicarbonato de sodio y aprovechó la ocasión para volver a insistir en que la naloxona está disponible.
“La semana pasada recordamos al personal dónde encontrarla”, dijo Farmer.
(Con información de AP)