La tendencia vegetariana se apoderó de las mesas bolivianas este fin de año. Ya es común que en las cenas de amistades o familiares exista un menú vegetariano o que algún comensal no consuma carne de cualquier animal.

Esta tendencia vegetariana esta presente en el día a día, y cada vez con más fuerza, o tal vez no.

Matilde Núñez del Prado, una socióloga con un campo de estudio muy peculiar que se enfoca en las relaciones de los animales humanos y no humanos en nuestra sociedad, nos ayuda a entender el consumo de alimentos en nuestra sociedad altamente carnivora.

Para comenzar, la socióloga que realiza “estudios críticos” de los animales, aclara que hay que entender lo que es un vegetariano y un vegano, ya que hay diferencias.

El vegetarianismo es una dieta que evita consumir carne animal, pero puede contener ciertos productos, como los lactovegetarianos que consumen queso, leche; los ovovegetarianos que consumen huevos de distintas especies mas no su carne.

Ser vegetariano se da por distintos motivos más que por una tendencia, algunas religiones pregonan esa dieta, otras personas por salud la eligen, explica la académica Núñez del Prado.

En cambio, el veganismo es un “posicionamiento político en contra de las injusticias cometidas contra uno de los grupos mas oprimidos de la historia, los animales”, añade. Esta posición va más allá de no consumir productos animales, esto implica dejar de contribuir a la utilización de animales en cualquier industria, ya sea alimentaria, cosmética o textil.

La socióloga apunta a que, ante el sufrimiento y explotación de otros seres, no se puede tener una moda pasajera. El veganismo sugiere tomar conciencia ante el dolor sometido a otros seres vivos, en especial con vidas más cortas que las humanas.

En los sectores populares abundan comidas y ofertas vegetarianas
En los sectores populares abundan comidas y ofertas vegetarianas

PRECIOS.

LA RAZÓN recorrió distintos restaurantes vegetarianos y encontró que en muchos de estos lugares, en sus almuerzos diarios, los precios son más altos en comparación a los restaurantes carnívoros. La media de un almuerzo carnívoro en los restaurantes consultados era de Bs 20, mientas que los vegetarianos estaban arriba de los Bs 30. Inclusive en algunos establecimientos de comida vegetariana gourmet los precios se elevaban hasta Bs 300 por persona, siendo la opción más barata Bs 100.

LA RAZÓN se contactó con una consumidora vegetariana y colocó la situación en perspectiva, porque es necesario explicar.

Gabriela Villanueva (30) es una comunicadora y cineasta paceña, su dieta es vegetariana desde hace una década. Dejó de consumir carne porque la parrillada, el pollo le ocasionaba dolores de estómago. Toda su niñez y adolescencia se la pasó con molestias gástricas, y evitaba comer carne. Esto le ocasionó más de un conflicto en la mesa familiar.

En su vida adulta decidió dejar de consumir carne por periodos cada vez más prolongados y notó la diferencia, el camino del vegetarianismo se le presentó fácil, eligió estar bien.

Consultada por los precios, Villanueva dice que armar una canasta con productos sanos, nutritivos y vegetarianos es más barato que comprar carne. Con Bs 100 puedes adquirir productos que duran mucho más y son altamente nutritivos, asegura.

Es decir que, en cuanto a restaurantes, puede haber un debate y duda sobre los precios entre uno carnívoro y otro vegetariano; pero en cuanto a la canasta básica, no hay discusión, los productos vegetarianos son más baratos y abundantes.

Como recomendación para las personas que tal vez sufrieron lo mismo y quieren probar una dieta vegetariana, la cineasta dice que hay miles de recetas y sabores. Legumbres, cereales, vegetales, granos, las opciones en Bolivia son muchas, no todo es lechuga.

ALTERNATIVAS.

Lejos de ser una persona que juzga la dieta de otras, Villanueva indica que las personas no cuestionan lo que comen, hay opciones también carnívoras que vienen de animales no maltratados. Además, muchas enfermedades vienen de consumir productos cárnicos llenos de contaminantes. Destaca que es esencial tomar atención a lo que se come.

Es importante cubrir todos los nutrientes que necesita el cuerpo, Villanueva admite que al principio no es fácil y a las personas que se inician en esta dieta les aconseja el jugo de remolacha, para evitar la anemia y tener comida variada. “Deben informarse para estar sanas”.

Volvimos con la consulta sobre los precios a la socióloga Matilde Núñez del Prado, quien indica que hay varias comidas populares y alimentos vegetarianos baratos: papas a la huancaína, queso humacha, pesque, inclusive en sus opciones veganas. En la calle hay habas, tarwi, choclo, soya, arvejas. La opción vegetariana en Bolivia es variada, inclusive la mayoría de las galletas Mabel no contiene productos animales, afirma.

Sugiere las leguminosas, como las lentejas, porotos, garbanzos, arvejas, que son más baratas que la carne y son nutritivas. La leche de avena es fácil de hacer, al igual que el sésamo, una vez que aprendes es sencillo. “Cuando estás consciente lo que sufren los animales, las ganas de aprender sobran”, asegura Núñez del Prado.

La socióloga lamenta el especismo. “Mucha gente critica que se coman perros, pero no vacas”, cuestiona, recordando la reflexión de Friedrich Nietzsche sobre la moral estética de la sociedad. Parafraseando al filósofo, dice que nadie critica que aplastes a una cucaracha, pero sí a una mariposa.

Núñez del Prado lamenta que se distinga entre seres vivos para su consumo. “El humano piensa que puede utilizar otras especies por ser superior”. Dice que una vida sin comer animales es posible. Las opciones vegetarianas siempre estuvieron en nuestro diario vivir, solo que hoy ya existen más personas con una posición política respecto al maltrato animal.