En un sistema político precario como el que está vigente en Bolivia, donde predominan el corporativismo y el caudillismo y prácticamente no existe institucionalidad en el funcionamiento de las organizaciones políticas, es un despropósito llevar a cabo elecciones primarias para escoger los binomios presidente/vicepresidente, tal como está establecido actualmente en la ley 1096 de organizaciones políticas.
En efecto, en esa norma se establece que todas las organizaciones políticas, sean estas partidos, agrupaciones ciudadanas, pueblos indígenas o alianzas/coaliciones formadas entre ellas, están en la obligación de definir sus candidatos a binomios presidente/vicepresidente, mediante elecciones primarias CERRADAS, es decir, en las que solamente pueden votar las ciudadanas y los ciudadanos que están inscritos en la organización política en cuestión.
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En Bolivia el padrón electoral biométrico (PEB), en la actualidad, está alrededor de los siete millones doscientos mil inscritos, de los cuales, menos de dos millones están registrados en alguno de los padrones de las organizaciones políticas con personería jurídica vigente. Más de la mitad de esos militantes pertenecen al MAS y la organización que le sigue, con cerca de doscientos mil registros, es el MDS, que prácticamente ha desaparecido del ámbito político. El resto de las ocho organizaciones restantes, tiene una media de militantes de alrededor de cien mil.
Vale decir que, como están las cosas, de entrada, más de cinco millones de ciudadanas y ciudadanos (el 71% del PEB) no tienen ninguna posibilidad de participar en las elecciones primarias, para definir candidatos a los binomios de presidente/vicepresidente de las organizaciones políticas.
A lo anterior debemos agregar que, en realidad, en el único experimento que realizamos en 2019, la participación de los militantes de las organizaciones políticas en las elecciones primarias fue de una media del ¡6%!, de los padrones partidarios, excepto el MAS que consiguió un 45% de participación. En 2019, en total, votaron cerca de cuatrocientos cincuenta mil militantes, de los cuales más de cuatrocientos mil eran del MAS.
Por tanto, insistir en elecciones primarias, CERRADAS es antidemocrático, excluyente y no contribuye a fortalecer el sistema democrático en Bolivia. Ahora bien, ¿esto quiere decir que debemos eliminar las primarias? No, de ninguna manera, las elecciones primarias son un avance en cualquier sistema político democrático. Lo que se debe hacer es modificar la ley 1096 para convertir a las elecciones primarias en ABIERTAS, SIMULTÁNEAS Y OBLIGATORIAS.
ABIERTAS para que puedan votar en la definición de los binomios presidente/vicepresidente de las organizaciones políticas, todas las ciudadanas y todos los ciudadanos que deseen hacerlo, sin restricción de ningún tipo.
SIMULTÁNEAS para que ningún ciudadano y ninguna ciudadana pueda votar en más de una organización política y de esta manera evitar cualquier tipo de tergiversación del proceso. Cada ciudadana y cada ciudadano tiene derecho a emitir un solo voto el día de las primarias y debe hacerlo en la organización política de su preferencia. Como las urnas de las diferentes organizaciones políticas están todas juntas, lado a lado, no existirá ninguna posibilidad de que alguien vote en más de una organización política.
Finalmente, las primarias deben ser OBLIGATORIAS porque así es nuestro sistema electoral, que entiende el voto ciudadano no solamente como un derecho, sino también como una obligación y un deber.
Un apunte de colofón, no menor. La ley 1096 establece que las elecciones primarias deben convocarse 240 días antes de la convocatoria a elecciones generales y 120 días antes de la realización de las elecciones primarias. Esto quiere decir que, más o menos alrededor del 22 de octubre del presente año 2024, deben convocarse las elecciones primarias. Ese es el plazo máximo para que la Asamblea Legislativa pueda modificar la ley de organizaciones políticas y se pueda convocar a elecciones PRIMARIAS ABIERTAS SIMULTÁNEAS Y OBLIGATORIAS que se realicen alrededor del 19 de febrero de 2025. Ojalá que así sea … saldrá ganando la democracia boliviana.
Por Ricardo V. Paz Ballivián
Sociólogo boliviano (64), con 33 años de experiencia en reformas políticas, constitucionales y electorales. Autor de “Breve historia de las campañas electorales en Bolivia 1978 – 2020”