El estrés hídrico causado por la falta de lluvias que recurrentemente afecta a la soya con pérdidas anuales de 500 Mil TN, al extremo que ahora en la campaña de verano 2024 – 2025, está incidiendo también negativamente al no alcanzar la superficie proyectada que fue concebida en 1.214.000 hectáreas del cultivo del grano de oro, por las insuficientes lluvias esencialmente en el este del departamento y que lamentablemente por la falta de humedad en el suelo difícilmente se sobrepase el millón de hectáreas vaticinó el analista agropecuario Luis Alberto Alpire
El cambio climático genera falta de lluvias suficientes lo implica menores rendimientos y merma los ingresos para el productor, y menor movimiento económico en toda la cadena oleaginosa hasta la obtención de divisas por la disminución de la soya a exportarse, en una coyuntura donde la urgencia de moneda extranjera es muy apremiante.
PRODUCTORES PIDEN UNO DE TRANGENICO DE SOYA HB4
Alpire indicó la Asociación de Productores de Oleaginosas (ANAPO), insiste desde hace más de 10 años que se autorice el evento transgénico HB4, semilla de soya resistente a la sequía, que incluso no solo contaba con la resolución administrativa del Ministerio de Desarrollo Rural aprobando su uso como también había pasado con éxito la primera evaluación de riesgo por parte del Comité Nacional de Bioseguridad.
Sin embargo, dijo Alpire, la posición asumida recientemente por el Gobierno Nacional de producir biotecnología propia, posterga a largo plazo contar con esta imprescindible tecnología por lo menos en 15 años y a un altísimo costo de alrededor a $us100 millones para generar un gen útil a nuestra realidad, de acuerdo al análisis técnico definido por el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Profesionales en Ciencias Agropecuarias de Bolivia (CIAB). Se recomienda atender las demandas de los productores agropecuarios, se deben regularizar todos los eventos que actualmente están en uso en forma irregular en los cultivos no solo de soya como de maíz y algodón, añadió.