Hubo de todo, desde la cooperación en algunos lugares hasta la resistencia y controversia en otros.
Este sábado 23 de marzo se llevó a cabo el Censo Nacional de Población y Vivienda a lo largo y ancho del país. Desde el departamento de Santa Cruz se puede calificar de exitosa la jornada censal en general, sin embargo existieron desafíos.
Diecisiete ancianos residentes del Hogar de Ancianos Don Bosco, ubicado en Yapacaní, han sido censados, revelando una realidad de abandono familiar y unión comunitaria en esta institución. La mayoría de los ancianos enfrentan dificultades auditivas y visuales, encontrando en este hogar un refugio donde han encontrado calor de hogar.
Los ancianos del hogar Don Bosco en Yapacaní fueron censados. Foto: Soledad Prado.
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Originarios de diversos puntos del país, estos ancianos han sido acogidos por los sacerdotes salesianos que gestionan el Hogar Don Bosco. La edad de los residentes varía, desde el más anciano con 94 años hasta el más joven con 53 años, demostrando la diversidad de historias y experiencias presentes en este espacio.
Más allá de las dificultades físicas, estos ancianos han encontrado en el Hogar Don Bosco un lugar donde todos contribuyen con tareas y se apoyan mutuamente. Esta comunidad, a pesar de las adversidades, se erige como un ejemplo de solidaridad y cuidado hacia los más vulnerables.
Valles cruceños
En Vallegrande, el censo también transcurrió con normalidad, aunque algunos voluntarios tuvieron que esperar hasta la tarde para entregar las boletas utilizadas. La Policía local desplegó un control riguroso para garantizar el cumplimiento de las normativas gubernamentales.
Sin embargo, en Samaipata se reportaron casos de vecinos que rechazaron ser censados, según declaraciones de Gualberto Rivas, secretario de la Alcaldía, reflejando cierta resistencia hacia el proceso en algunas comunidades. En Los Negros, un grupo de personas denunció haber sido retenidas bajo la condición de ser censadas en esa localidad, rechazando esta imposición y demandando su libre tránsito.
Jornada en la Chiquitania
En Concepción, la jornada de censo nacional se desarrolló sin incidentes, con la población mayormente cumpliendo las disposiciones de auto de buen gobierno. La Policía local informó que no se ha realizado ningún arresto hasta el momento, aunque se han registrado algunas infracciones menores, como jóvenes conduciendo motocicletas en desacato a las restricciones vigentes.
Desde San José de Chiquitos, surgió una controversia en torno a la cartografía utilizada para el censo, donde se ubica sorpresivamente a la Comunidad de Musuruquí, en territorio de Pailón. La presidenta del Comité Cívico Femenino, Lic Paola Andrea Torrico Montero, denunció esta situación y demanda claridad en la delimitación de los territorios municipales.
En San Javier, se evidenció la necesidad de una mayor coordinación para llegar a todos los hogares, con algunos ciudadanos reportando que no fueron censados inicialmente, pero este problema fue subsanado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En Pailón, tras una jornada tranquila, se registraron quejas debido a que algunos residentes, a pesar de vivir en la localidad durante años, se ausentaron durante el censo. Esta situación genera cierta preocupación en los organizadores del proceso.
Finalmente, en San Matías, pese a algunos inconvenientes, como la apatía de ciertos ciudadanos, se concluyó el censo satisfactoriamente, destacando el trabajo de los censistas voluntarios y la importancia de esta labor para comprender y atender las necesidades de la población.
El reportaje de los distintos municipios fue posible gracias a los corresponsales de El Deber que informan desde cada rincón del departamento.
Todo este importe se logró con el aporte de: Soledad Prado desde Yapacaní, Jorge Huanca desde Concepción, Juan Carlos Aguilar desde Vallegrande, Limber Cambará desde San José de Chiquitos, Huber Vaca desde Pailón, Magno Cornelio desde San Javier, y Juan Pablo Cahuana desde San Matías.