NPM Minerales confía en Bolivia para encarar proyecto de explotación de plata a cielo abierto


“De esta manera, Silver Sand será una de las minas de plata más significativas construida durante la última década”, remarcó.

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Gerente general de NPM Minerales, Hianny Romero, en el cato de presentación del proyecto. Foto: NPM Minerales

Fuente: ANF

La empresa boliviana NPM Minerales encara en el país su proyecto insignia Silver Sand para la explotación a cielo abierto de plata en Potosí, además de Carangas en Oruro y Silverstrike en La Paz. Hianny Romero, gerente general de la compañía, que forma parte de la New Pacific Metals Corp, firma canadiense que cotiza en las bolsas de valores de Toronto (TSX) y Nueva York (NYSE), dijo que, pese a obstáculos y retrasos encontrados para la puesta en marcha del proyecto, tiene la confianza de que Bolivia es un país para concretar este tipo de inversiones.



“El proyecto (Silver Sand) tiene más de un año de retraso, esperamos poder redimir el tiempo perdido en este año, vamos a apostar todo por este proyecto, confiamos que en Bolivia se puede hacer este tipo de proyectos”, señaló Romero consultado por ANF.

El gerente indicó que reciben el apoyo de las autoridades gubernamentales para ir resolviendo los problemas, funcionarios que efectivamente deben tener una carga de trabajo, pero que la recomendación sería “agilizar un poco los tiempos”.

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El economista Horst Grebe ve que este proyecto de inversión responde a una oportunidad, debido a que en este momento hay una “situación estructural muy interesante” con la transición energética global que constituye una modificación de la minería en el mundo.

“A la minería industrial que ha sido la que ha prevalecido a lo largo de muchas décadas, se le añade ahora la minería tecnológica para la producción de baterías y paneles solares, entonces el que en el país estemos empezando una minería de alta calidad con inversión de alta calidad, justo cuando están declinando los tres proyectos grandes que hemos tenido que son San Cristóbal, San Vicente y Manquiri, es una oportunidad”, dijo a ANF.

El área del yacimiento minero Silver Sand. Foto: El Potosí

Grebe señaló que esta oportunidad servirá sobre todo para recuperar terreno “frente a la competencia que hemos tenido siempre de Chile y Perú, que han recibido inversiones en los últimos 10 u 12 años aproximadamente hasta seis veces más que en Bolivia y que en Bolivia no hemos sido capaces de captar”.

Remarcó que se trata de una oportunidad de inversión de calidad para desarrollar el potencial minero del país en el sentido de que “puede ser una minería sostenible que contraste con la minería depredadora que hemos tenido en el pasado”.

Sobre la seguridad jurídica para garantizar este tipo de inversiones, señaló que se debe hacer un trabajo muy grande de la sociedad en su conjunto y con todos los involucrados en el tema.

“Si queremos minería de calidad, tenemos que hacer un acuerdo poco a poco con los diferentes involucrados, hay los directamente delictivos que avasallan y se apropian, ha habido en los últimos años mucho de eso, pero también hay una lógica productiva de las cooperativas, ninguna está en condiciones de hacer el proyecto de inversión que hace una empresa privada con capital, y no cualquier empresa privada”, enfatizó.

Remarcó que ninguna cooperativa minera sostiene 25 años de duración de un proyecto, por la incapacidad de hacer exploración en las condiciones que se requieren, y eso también se ve en el tema del gas, “meten plata un poquito por aquí, otro poquito por allá y no aparece gas, porque la exploración que se está haciendo no es de calidad internacional”.

“Yo creo que si pasamos este bache en el cual nos encontramos, Bolivia tiene un gran potencial en la minería y en lo agropecuario”, apuntó.

Mina de plata “Silver Sand” podría ser la más grande del mundo. Foto: Economy

El gerente general de NPM Minerales indicó que por ahora la empresa no se está poniendo un tope de espera para contar con todos los permisos e iniciar operaciones, pero “todo el nivel económico tiene un plazo, solo se puede estirar el chicle hasta cierto punto”.

“Nosotros no estamos todavía analizando el escenario de posiblemente no hacer el proyecto, estamos con toda la intención de hacerlo, no hemos evaluado esa posibilidad por el momento, sí hay retrasos, sí hay riesgos, esperamos poder mitigarlos de manera oportuna, en caso contrario efectivamente vamos a hacer todos los esfuerzos necesarios para poder concretar este proyecto”, remarcó.

Romero indicó que el mayor riesgo tiene que ver con el tema de posicionar el proyecto tanto con las comunidades como con el Gobierno, es decir, si bien “este proyecto tiene beneficios para todos, a veces el tema de socialización es aclarar esas dudas o desinformación que hay del proyecto, entonces, en ese sentido, creo que esta coordinación entre los diferentes actores que tiene este proyecto es esencial, y si no se lo hace es un gran riesgo”.

Respecto al potencial que representa, dijo que como empresa se ven como “punta de lanza”, es decir, “si nosotros logramos consolidar este proyecto, vamos a poder demostrar que sí se puede invertir en el país, que Bolivia sí puede ser un destino para proyectos internacionales de minería, porque lo vamos a poder haber hecho, entonces, consideramos que ese es una ventaja de la empresa”.

Una mina a cielo abierto

El proyecto Silver Sand se encuentra ubicado aproximadamente a 67 kilómetros de Potosí. Se remonta al siglo XVI, incluso antes del Cerro Rico. Permaneció prácticamente inexplorado hasta 2009, cuando se hizo una modesta campaña de exploración que no reveló descubrimientos significativos.

El escenario cambió a partir de 2017, cuando NPM Minerales se unió al proyecto y desarrolló entre 2018 y 2019 una campaña de perforación que cubrió un área de 1,4 millones de metros cuadrados con casi 100.000 metros perforados en más de 300 pozos.

Con una inversión de 45 millones de dólares, hasta finales de 2023, la empresa completó 136.000 metros de perforación en 551 pozos y diversos estudios.

El gerente explicó que la compañía planea invertir 308 millones de dólares en el proyecto Silver Sand para una producción aproximada de 12 millones de onzas de plata por año, con una vida útil de la mina por 14 años.

“De esta manera, Silver Sand será una de las minas de plata más significativas construida durante la última década”, remarcó.

La empresa además contará con un ingenio de alta tecnología para procesar grandes volúmenes de mineral de baja ley, al que también podrán acceder cooperativas o mineros artesanales para procesar sus cargas.

Estima que, en lo social, Silver Sand generará 500 empleos seguros bien remunerados y otros tres mil indirectos que serán ocupados en un 80% por personal local, entrenados a través de programas de capacitación.

Romero explicó que el proyecto Silver Sand tiene el doble de dimensión de la mina Manquiri, pero no llega a la escala de la minera San Cristóbal.

Técnicos de Silver Sand. Northernminer.com

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